Palo y zanahoria de Marruecos para atajar la mayor protesta saharaui en 35 a?os
Altos funcionarios negocian con miles de rebeldes acampados mientras las fuerzas de seguridad les acosan
Marruecos compagina el palo y la zanahoria para tratar de acabar con la que es, por el n¨²mero de participantes, la mayor protesta en el S¨¢hara Occidental desde que Espa?a se retir¨® del territorio hace 35 a?os. A medida que crece y se alarga la concentraci¨®n de miles de saharauis en un campamento improvisado a 13 kil¨®metros al este de El Aai¨²n, la capital del S¨¢hara Occidental, aumenta tambi¨¦n el nerviosismo de las autoridades marroqu¨ªes.
Hace ya dos semanas un pu?ado de j¨®venes plantaron all¨ª sus jaimas (tiendas de campa?a n¨®madas) y ahora son ya muchos miles, de todas las edades, los que desde el desierto reivindican puestos de trabajo, viviendas y que los recursos del S¨¢hara, empezando por la pesca en sus aguas, reviertan a los saharauis. Sus exigencias han sido formuladas a trav¨¦s de una serie de v¨ªdeos colgados en Youtube.
Bautizado Agdaym Izik el campamento reagrupa, seg¨²n los asistentes, a m¨¢s de 10.000 saharauis mientras que la prensa independiente marroqu¨ª recorta la cifra a 8.000 y el Frente Polisario, que lucha por la independencia del territorio, la eleva a entre 15.000 y 20.000. Este ¨¦xodo masivo ha alterado la vida en El Aai¨²n d¨®nde, por ejemplo, algunos colegios han cerrado por falta de alumnos.
Los s¨ªmbolos del Polisario, su bandera y sus esl¨®ganes no han aflorado en el campamento y algunos de sus simpatizantes que se han sumado a la protesta colectiva mantienen un perfil muy bajo. En Agdaym Izik manda un comit¨¦ de coordinaci¨®n integrado por j¨®venes hasta ahora nada significados.
"Permitir que broten aqu¨ª reivindicaciones independentistas ser¨ªa hacernos el "harakiri"", explica al tel¨¦fono Omar, uno de los miembros del comit¨¦, "porque dar¨ªamos un pretexto a las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes para cargar contra el campamento". "Vamos a aguantar aqu¨ª todo lo que haga falta", a?ade.
Rodeados
Subidos en camiones y en todoterrenos cientos, acaso miles, de gendarmes y de agentes de las Fuerzas Auxiliares, un cuerpo que depende del Ministerio del Interior, rodean Agdaym Izik. A veces tratan de impedir el acceso a los que quieren incorporarse o no les dejan introducir agua y alimentos.
"Tambi¨¦n tiran piedras a nuestros veh¨ªculos cuando entramos y salimos del campamento en busca de comida", denuncia Mohamed, otro miembro del comit¨¦ de coordinaci¨®n que pide que no se publique su apellido "por temor a represalias". El Polisario sostiene que ya hay 41 heridos.
Pero ¨¦ste mismo comit¨¦ se ha reunido en varias ocasiones con tres altos funcionarios, todos ellos con rango de gobernador, que el Ministerio del Interior ha enviado de Rabat a El Aai¨²n para hacerles algunas propuestas a cambio de que depongan su actitud. Marruecos tendr¨¢ en 2011 un presupuesto muy restrictivo y le ser¨¢, no obstante, dif¨ªcil satisfacer las aspiraciones de tantos miles de saharauis.
El portavoz del Gobierno marroqu¨ª, Khalid Naciri, y el ministro de Asuntos Exteriores, Taieb Fassi-Fihri, aseguraron, ante la prensa y en el Parlamento, que lo que sucede en el campamento constituye "la expresi¨®n de reivindicaciones sociales normales que se enmarcan en el clima de libertad y de democracia que vive Marruecos".
Fassi-Fihri arremeti¨® adem¨¢s contra "los intentos de instrumentalizaci¨®n de esas aspiraciones sociales" por parte del Polisario cuyo l¨ªder, Mohamed Abdelaziz, ha pedido a la ONU y a la comunidad internacional que otorguen protecci¨®n a los saharauis acampados.
A principios del mes pr¨®ximo Rabat y el Polisario reanudar¨¢n en Nueva York sus conversaciones con vistas a poner fin a un conflicto que surgi¨® en 1975, cuando Espa?a entreg¨® el S¨¢hara a Marruecos, bajo la presidencia de Christopher Ross, enviado personal del secretario general de la ONU. Ross acaba de concluir una gira por el Magreb.
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