El Obama republicano llega al Congreso
Marco Rubio inicia su ascenso a Washington al derrotar a sus dos contrincantes en el esca?o al Senado por Florida
Marco Rubio inici¨® el 2 de noviembre su ascenso mete¨®rico a Washington al derrotar a sus dos contrincantes por el esca?o al Senado de Florida. Hace dos a?os era un desconocido presidente de la C¨¢mara de Representantes de Florida, un joven pol¨ªtico idealista que nadaba contracorriente en un Estado donde los republicanos que triunfaban se caracterizaban por ser conservadores en lo econ¨®mico y moderados en lo social. Rubio no era as¨ª. Apasionadamente antiabortista, defensor del concepto tradicional de familia, proponente de una reducci¨®n del gasto p¨²blico y de un rearme de la naci¨®n, reun¨ªa todas las condiciones para convertirse en un l¨ªder para el movimiento ultraconservador del Tea Party.
A sus 39 a?os, Rubio, ser¨¢ el segundo senador m¨¢s joven del Capitolio, y uno de los dos hispanos en ocupar un esca?o, junto al dem¨®crata por Nueva Jersey Robert Menendez, tambi¨¦n de origen cubano-americano. Sus padres nacieron en Cuba, y emigraron a EE UU, en donde naci¨® Rubio en 1971. Pas¨® su infancia en Las Vegas. Estudi¨® Ciencias Pol¨ªticas y se doctor¨® en Derecho. En 2000 entr¨® en pol¨ªtica, por medio de la C¨¢mara de Representantes de Florida. En las elecciones presidenciales de 2008 dio su apoyo al reverendo Mike Huckabee, que perdi¨® las primarias frente a John McCain.
Rubio es un hombre de familia. Est¨¢ casado con Jeanette Dousdebe, que fue animadora de los Miami Dolphins y con la que tiene cuatro hijos. Vive con ellos en la zona metropolitana de Miami, cuna del exilio cubanoamericano. Ahora puede seguir, calcados, los pasos de Barack Obama: dos a?os en el Senado y una candidatura a las primarias presidenciales en 2012. Hay, sin embargo, un asunto turbio que puede impedirle un ¨¦xito f¨¢cil: su principal contrincante en las primarias, el independiente Charlie Crist, le ha acusado de gastar 16.000 d¨®lares de fondos del Partido Republicano en asuntos personales, como reformas del hogar o comidas familiares. Un miembro del Partido Republicano de Tampa, Chris Ingram, le revel¨® al Miami Herald en noviembre que dispon¨ªa de informaci¨®n que demostraba que hab¨ªa invertido alrededor de 5.000 d¨®lares en reformar los suelos de su cocina.
La derrota de un moderado
A Charlie Crist le dio la estocada un abrazo con Barack Obama. En 2009 ambos pol¨ªticos comparecieron conjuntamente en un mitin para promocionar el plan de est¨ªmulo econ¨®mico. En el escenario, ambos se saludaron efusivamente. Crist ya ten¨ªa en mente abandonar en Gobierno de Florida, que ocupaba desde 2007, y presentarse al Senado, al esca?o que dejaba vacante el cubanoamericano Mel Mart¨ªnez. A Crist parec¨ªa acompa?arle la suerte: era un gobernador muy popular, con fama de moderado, cuyo nombre sonaba como candidato a la vicepresidencia junto a John McCain en 2008. La fuerza del Tea Party, sin embargo, cre¨® una marea pol¨ªtica contra Obama y, por asociaci¨®n, contra ¨¦l. En las encuestas sobre las primarias comenz¨® con una ventaja de 30 puntos sobre su contrincante, Marco Rubio. En cuesti¨®n de meses se desplom¨® y acab¨® dejando el Partido Republicano. Se present¨® a las elecciones como independiente y, seg¨²n diversos medios locales, lleg¨® a prometerle a Bill Clinton que votar¨ªa con el Partido Dem¨®crata si llegaba al Senado, a cambio de que el candidato de ese partido se retirara y le dejara v¨ªa libre para detener a Rubio. Su intento de presentarse como un moderado contra el embiste radical del Tea Party ha resultado un fracaso pol¨ªtico.
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