Brasil se prepara para la lucha contra la miseria
Los analistas ven posible que Dilma Rousseff cumpla con su mayor reto
La sociedad brasile?a tiene los ojos puestos en algunas de las promesas que la nueva presidenta electa, Dilma Rousseff, dio en su primer discurso la tarde en que gan¨® las elecciones. La m¨¢s llamativa fue su compromiso formal de acabar en sus cuatro a?os de Gobierno con la miseria en el pa¨ªs.
El diario Folha de S?o Paulo, en su editorial de ayer, no solo recuerda a la sucesora de Lula su promesa, sino que se la cuantifica. Despu¨¦s de afirmar que el compromiso es factible, da cifras para corroborarlo: la mandataria necesitar¨¢ 21.300 millones de reales (alrededor de 9.000 millones de euros) anuales adem¨¢s de los 13.400 millones (5.700 millones de euros) destinados al programa estatal de apoyo Bolsa Familia, equivalentes a un 1% del Producto Interior Bruto (PIB), seg¨²n c¨¢lculos del Centro de Pol¨ªticas Sociales de la prestigiosa Fundaci¨®n Getulio Vargas.
En la actualidad, Bolsa Familia beneficia con entregas de dinero y otras asistencias como educaci¨®n y atenci¨®n m¨¦dica a 12,7 millones de hogares.
Esa posibilidad de tener en 2014 un Brasil sin miseria est¨¢ creando un debate nacional. El Ministerio sobre Asuntos Sociales brasile?o define como pobres a las familias que disponen de una renta per c¨¢pita mensual inferior a 140 reales (60 euros) y como indigentes a las que tienen menos de 70 reales (30 euros) al mes.
De 2001 a 2008, el n¨²mero de pobres e indigentes se redujo de un 33,3% de la poblaci¨®n a un 15,5% (Brasil tiene casi 192 millones de habitantes). Ayudaron a eliminar la miseria las fuertes pol¨ªticas sociales y la creaci¨®n, durante la Administraci¨®n de Lula, de 14 millones de empleos fijos.
Una promesa realista
Si el Ejecutivo de Rousseff consiguiera mantener ese ritmo tanto de ayuda social a las familias m¨¢s necesitadas como de creaci¨®n de puestos de trabajo -dos millones al a?o-, su promesa no ser¨ªa imposible de alcanzar, seg¨²n afirman los analistas econ¨®micos y sociales. El paso siguiente ser¨ªa ensanchar la clase media. Para ello hace falta, sobre todo, una revoluci¨®n en la educaci¨®n, que es una de las peor situadas en los ¨ªndices mundiales de la calidad de la ense?anza. Solo un sistema educativo renovado y un empe?o en profesionalizar a los hijos de los pobres podr¨¢n contribuir a que Brasil erradique la pobreza y vea crecer una clase media, con todo lo que ello conlleva respecto al aumento de renta y tambi¨¦n de conocimiento.
El soci¨®logo franc¨¦s Alain Touraine, en una conversaci¨®n publicada ayer en el rotativo O Globo, afirma que este pa¨ªs "posee todo lo necesario para que en ¨¦l surja una nueva sociedad" m¨¢s justa, y a?ade que no ve muchos otros pa¨ªses de tantas posibilidades de que eso se realice como Brasil.
El analista pol¨ªtico Fernando de Barros, haci¨¦ndose eco de esas palabras, recuerda que el Gobierno de Lula "entre tantos errores y aciertos, tuvo el gran acierto hist¨®rico de dar visibilidad a los pobres, haciendo que se viesen como portadores de derechos sociales y protagonistas de la pol¨ªtica". Y concluye, "a pesar de la parsimonia pol¨ªtica, algo se est¨¢ moviendo en el inicuo paisaje social brasile?o".
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