El soldado raso que dej¨® la diplomacia de EE UU al desnudo
Washington cree que Bradley Manning, detenido en mayo por filtrar a Wikileaks un v¨ªdeo sobre Irak, es la ¨²nica fuente de la organizaci¨®n
"Hillary Clinton y varios miles de diplom¨¢ticos de todo el mundo van a tener un ataque al coraz¨®n cuando se despierten un d¨ªa y encuentren un cat¨¢logo de documentos clasificados disponibles al p¨²blico en formato de b¨²squeda online". De ese modo, el pasado mes de mayo, el soldado Bradley Manning, de 22 a?os, le confesaba a un completo desconocido, el reputado hacker norteamericano Adrian Lamo, que hab¨ªa robado todo un arsenal de informaci¨®n clasificada que hab¨ªa puesto en manos de Julian Assange y Wikileaks. Manning busc¨® a Lamo por su fama. Era un pirata inform¨¢tico que en 2002 se hab¨ªa infiltrado en la p¨¢gina de The New York Times y Yahoo, entre otras respetables empresas. Finalmente, se entreg¨® al FBI y fue condenado a seis meses de arresto domiciliario y dos a?os de libertad condicional. Para Manning, un modelo a seguir.
El soldado Manning aspiraba a hacer algo semejante, algo por lo que se hablara de ¨¦l. Anhelaba dejar de ser un soldado raso aislado en medio del desierto, en Irak, y ganar notoriedad internacional. El 21 de mayo contact¨® en un chat con Lamo, y le dijo: "Si tuvieras acceso sin precedentes a redes clasificadas durante 14 horas al d¨ªa, siete d¨ªas a la semana, durante m¨¢s de ocho meses, ?qu¨¦ har¨ªas?". Al d¨ªa siguiente le confes¨® lo que hab¨ªa hecho: descargarse cientos de miles de documentos de las redes secretas del Pent¨¢gono conocidas como SIPRNet y JWCIS, incluidos los cables de la diplomacia estadounidense. Alarde¨® de la informaci¨®n que hab¨ªa recabado de instituciones como "la Santa Sede y su posici¨®n sobre los esc¨¢ndalos sexuales del Vaticano". "Es imposible para un ser humano leer un cuarto de mill¨®n de documentos y no sentirse desbordado, tal vez desensibilizado", a?adi¨®.
Todas estas conversaciones provienen del ordenador de Adrian Lamo, que registr¨® sus interacciones con Manning y posteriormente le delat¨®, al considerar que era un inconsciente que estaba poniendo en riesgo la seguridad nacional de su pa¨ªs. Lamo defiende, y as¨ª se lo ha explicado a EL PA?S, que Manning actuaba al dictado de Assange, y que es la fuente principal de todas las filtraciones recientes de EE UU: los informes de las guerras de Afganist¨¢n e Irak, publicados en verano, y los cables del Departamento de Estado, publicados el domingo pasado. Ten¨ªa entonces una prueba: un cable de la embajada norteamericana en Rejkiavik, en el que se relata una reuni¨®n con dirigentes islandeses y con un asesor del embajador brit¨¢nico. En el cable se dec¨ªa: "Despu¨¦s de expresar pesimismo sobre el futuro de Islandia, los dos oficiales pidieron ayuda a EE UU". Fue publicado por Wikileaks el 18 de febrero.
Aquello fue un aperitivo, una prueba. En una conversaci¨®n difundida por Lamo, correspondiente al d¨ªa 22 de mayo, Manning le dec¨ªa: "Tengo contacto con Assange, pero no s¨¦ nada m¨¢s de lo que ¨¦l me cuenta, que es muy poco". En aquel entonces, Manning sab¨ªa que a Assange le pisaba los talones el Departamento de Estado. "Trataban de saber c¨®mo hab¨ªa conseguido el cable de la embajada islandesa", dijo el soldado. Entonces Washington no se imaginaba que un topo del Ej¨¦rcito hab¨ªa desviado no s¨®lo uno, sino 250.000, tan reveladores o m¨¢s que aquel.
Cuatro d¨ªas despu¨¦s, Manning fue arrestado en Irak. Lamo hab¨ªa informado de sus conversaciones a la Divisi¨®n de Inteligencia del Pent¨¢gono, temeroso de que las filtraciones pudieran afectar a la seguridad de las tropas en los frentes de guerra y pudieran ofrecer a grupos terroristas informaci¨®n cr¨ªtica sobre EE UU. Nacido en 1987 en Oklahoma, de padre norteamericano y madre brit¨¢nica, el soldado Manning dividi¨® su infancia entre ambos pa¨ªses, antes de alistarse en el Ej¨¦rcito a los 18 a?os. Recibi¨® adiestramiento como analista militar de inteligencia en Arizona. Pronto recibi¨® destino: la Segunda Brigada de la 10? Divisi¨®n de Monta?a, en Fort Drum, Nueva York. De all¨ª fue enviado al frente de guerra, en Irak.
En sus conversaciones con Lamo, se muestra frustrado, desenga?ado, resentido con el Ej¨¦rcito, su pa¨ªs, la religi¨®n. "He estado aislado demasiado tiempo", dice. "Tomo pastillas como un loco". "Siento que abusan de m¨ª como de una mula de carga". "Quiero que la gente vea la verdad". "Ya no creo que haya gente buena y mala. Hay una serie de pa¨ªses que act¨²an siempre a favor de su propio inter¨¦s". No da una raz¨®n espec¨ªfica para filtrar toda la informaci¨®n que tiene a su alcance. "Era informaci¨®n muy vulnerable. Y, bueno, se la mand¨¦ a Wikileaks. Dios sabe lo que suceder¨¢ a partir de ahora. Espero que haya una gran discusi¨®n mundial, debates, reformas. Si no es as¨ª, estamos condenados como especie".
A d¨ªa de hoy, Manning se halla aislado en una celda en la base de los Marines en Quantico, Virginia, sometido a una evaluaci¨®n mental y a la espera de juicio. El Ej¨¦rcito s¨®lo ha presentado cargos por el robo de dos v¨ªdeos de guerra y la filtraci¨®n de 50 cables del Departamento de Estado, aunque se espera que ampl¨ªe las acusaciones en las pr¨®ximas semanas. Jeff Paterson, que ha creado una organizaci¨®n con la que paga sus gastos jur¨ªdicos y el desplazamiento de su familia para las visitas en la c¨¢rcel, se ha intercambiado mensajes con ¨¦l. "Le animan las muestras de solidaridad que recibimos, los mensajes que nos mandan personas de todo el mundo, que consideran que lo que ha hecho es trabajar por la transparencia", asegura en conversaci¨®n telef¨®nica desde Oakland, en California.
Paterson estima, despu¨¦s de hablar con diversos abogados, que la pena m¨¢xima que pende sobre Manning es la cadena perpetua y que el juicio tendr¨¢ lugar en la primavera del a?o que viene. A ¨¦l, como a los activistas que est¨¢n ayudando a Manning, no le queda ninguna duda de que el Gobierno cree que el soldado es la ¨²nica fuente de las filtraciones de informes de las guerras y del Departamento de Estado. "Bradley no est¨¢ colaborando con los fiscales del Ej¨¦rcito. El Gobierno deber¨¢ demostrar con todas las pruebas a su alcance que Bradley es culpable. A ¨¦l le queda una dura batalla por librar, nadie ha dicho que vaya a ser f¨¢cil", dice. "Pero el trabajo del Pent¨¢gono es demostrar que tiene raz¨®n".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.