Un Ej¨¦rcito marginado e ineficaz
El Departamento de Estado cree que el rey Mohamed VI de Marruecos ve todav¨ªa a los militares como la mayor amenaza para el trono
Las Fuerzas Armadas de Marruecos "siguen estando plagadas de corrupci¨®n, ineficiencia burocr¨¢tica, bajos niveles de educaci¨®n, algunos de sus soldados est¨¢n en peligro de caer en el radicalismo, est¨¢n pol¨ªticamente marginadas y el grueso de sus efectivos est¨¢n desplegados en el S¨¢hara Occidental". "Se modernizan, pero siguen estando lastradas por problemas antiguos".
El embajador de EE UU en Marruecos, Thomas Riley, elabor¨® en agosto de 2008 un exhaustivo informe confidencial de nueve folios sobre los Ej¨¦rcitos marroqu¨ªes con la colaboraci¨®n de sus consejeros de Defensa y de Seguridad. En total, los tres Ej¨¦rcitos cuentan con 218.000 hombres -10.000 menos que los de Espa?a-, de los que entre el 50% y el 70% est¨¢n en el S¨¢hara. Solo el 40%, un porcentaje bajo, de las unidades desplegadas en esa antigua colonia espa?ola est¨¢n operativas.
Los j¨®venes que se alistan como soldados cobran unos 2.000 dirhams mensuales (180 euros), mientras que los oficiales que empiezan su carrera ganan unos 6.000 (540 euros). A eso hay que a?adir un alojamiento gratuito, lo que les coloca en una situaci¨®n "razonablemente c¨®moda en el contexto marroqu¨ª".
Fuerte vigilancia
Protagonistas de dos fallidos golpes de Estado en los a?os setenta, las Fuerzas Armadas siguen estando estrechamente vigiladas. "Creemos que la Monarqu¨ªa sigue estimando que los militares representan la mayor amenaza potencial para la Corona". "En consecuencia, sus oficiales contin¨²an estando apartados de la toma de decisiones pol¨ªticas y se restringe su participaci¨®n en discusiones sobre la fuerza militar de Marruecos", as¨ª como sus relaciones con oficiales de los Ej¨¦rcitos extranjeros incluidos los agregados militares norteamericanos. De ah¨ª que, a veces, la calidad de la informaci¨®n sobre las Fuerzas Armadas "falle".
Como consecuencia de esta desconfianza, "no hay movimientos de tropas, ni maniobras o ni siquiera viajes de oficiales dentro o fuera del pa¨ªs sin la aprobaci¨®n del rey". En Marruecos no existe un Ministerio de Defensa sino una peque?a Administraci¨®n civil que depende del primer ministro. De la participaci¨®n marroqu¨ª en las operaciones de mantenimiento de la paz se encarga el Ministerio de Asuntos Exteriores. "Todos los dem¨¢s asuntos relacionados con la defensa se deciden en el Palacio Real".
Riley opina, no obstante, que "hay algunos s¨ªntomas de que la confianza del rey en las Fuerzas Armadas aumenta". Prueba de ello es el "significativo incremento del gasto militar" con la compra, por ejemplo, a EE UU de 24 aviones cazabombarderos F-16. "Recientemente, el rey autoriz¨® los vuelos militares al norte de Ben Guerir [la mayor base militar marroqu¨ª, a unos 200 kil¨®metros al sur de Rabat], algo que no estaba permitido en el pasado porque el monarca deseaba mantener a los militares alejados del palacio de Rabat".
Problemas de corrupci¨®n y de penetraci¨®n islamista
El principal desaf¨ªo con el que se enfrentan las Fuerzas Armadas es la corrupci¨®n, seg¨²n Riley. Afecta, sobre todo, a los m¨¢s altos niveles de la jerarqu¨ªa militar. Tiene un origen hist¨®rico porque tras las dos fallidas intentonas, Hassan II dijo a los militares: "Sed leales y podr¨¦is sacar provecho". "Informes cre¨ªbles indican que el teniente general Benanni aprovecha su posici¨®n de comandante en jefe del sector sur para sacar dinero de los contratos militares e influir sobre las decisiones empresariales". "Un rumor muy extendido indica que posee una buena porci¨®n de las pesquer¨ªas en el S¨¢hara Occidental". "Como otros muchos veteranos oficiales, Benanni tiene una fastuosa casa familiar que fue probablemente construida con el dinero recaudado con los sobornos".
"Una posici¨®n de liderazgo en una regi¨®n es una fuente significativa de ingresos no legales para la jerarqu¨ªa militar", sostiene el embajador. "Hay incluso informes sobre los alumnos de la academia militar marroqu¨ª que pagan para mejorar su clasificaci¨®n escolar y obtener as¨ª destinos militares lucrativos". "Mandos en el sector sur, es decir, en el S¨¢hara Occidental, son considerados como los m¨¢s lucrativos dada la concentraci¨®n all¨ª de la actividad militar (...)". "El Gobierno de Marruecos parece buscar f¨®rmulas para parar la corrupci¨®n en las filas de los militares que se est¨¢n formando de coronel para abajo (...)".
Un problema menor, comparado con la corrupci¨®n, es la penetraci¨®n islamista en los Ej¨¦rcitos. Hay informaciones que "sugieren que un peque?o n¨²mero de soldados son susceptibles de caer en el islamismo radical". Tras los atentados de 2003 en Casablanca, que se saldaron con 45 muertos, los investigadores "identificaron a militares" entre los conspiradores. M¨¢s tarde fueron apresados "varios militares y gendarmes pertenecientes a otras c¨¦lulas terroristas, una de las cuales rob¨® armas en una base para actividades terroristas".
Entre las medidas preventivas tomadas para evitar la propagaci¨®n del islamismo radical en los Ej¨¦rcitos figuran "la supresi¨®n de todas las mezquitas de las bases (...) y el despliegue de la contrainteligencia militar, el llamado Cinqui¨¨me Bureau, con agentes secretos para vigilar las actividades radicales en mezquitas" pr¨®ximas a los cuarteles.
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