Agua de borrajas
Daniel Ortega se queja constantemente en su discurso de las acechanzas del imperialismo que busca echar al traste su Gobierno. Pero obras son amores, y no malas razones. Lo que consta en los cables que la embajada de Estados Unidos despacha al Departamento de Estado, seg¨²n queda revelado en la documentaci¨®n de WikLeaks concerniente a Nicaragua que publica EL PA?S, no afecta para nada la decisi¨®n de la Casa Blanca de no agitar las aguas en lo que a Ortega se refiere y dejarlo navegar tranquilo hacia su reelecci¨®n indefinida, atropellando de paso las instituciones y sometiendo a las que a¨²n no se somet¨ªan, como est¨¢ ocurriendo ya con el Ej¨¦rcito.
Los cables secretos revelan que el dinero del petr¨®leo de Ch¨¢vez fluye a raudales hacia las manos de Ortega. Fluye, sin pasar por el control del presupuesto nacional, pero eso lo consiente de buen grado el Fondo Monetario Internacional, y ya sabemos que el Fondo no es ajeno a los dictados de Estados Unidos. El FMI, tan denostado por el propio Ortega, labios hacia afuera, acaba de certificar su buena conducta.
Esta excelente "buena conducta" la certifican tambi¨¦n los propios Estados Unidos, que le otorgan al Gobierno de Ortega el waiver anual necesario para que funcione el Tratado de Libre Comercio bilateral, y hace poco sus portavoces han declarado que es de nuevo "elegible" para el programa de cooperaci¨®n Reto del Milenio, suspendido a ra¨ªz del fraude electoral masivo del a?o 2008, a pesar de que estamos a las puertas de un nuevo fraude electoral para las elecciones presidenciales del a?o que viene, en las que sin duda se reelegir¨¢ Ortega, porque ¨¦l mismo contar¨¢ los votos.
Ante la publicaci¨®n de los cables, veremos a Ortega amenazar indignado a los imperialistas de Washington, y a lo mejor se le ocurre convocar a sus partidarios para sitiar la embajada de Estados Unidos entre estallidos de morteros caseros, pero no duden que todo se ir¨¢ en agua de borrajas. El imperialismo a que Ortega se refiere, poniendo el grito en el cielo, es s¨®lo un cuento de camino que le conviene repetir. Y un ruidoso pretexto.
Sergio Ram¨ªrez es escritor y ex vicepresidente de Nicaragua.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.