El Gobierno descalific¨® a l¨ªderes latinoamericanos
El Gobierno dio a EE UU su cruda opini¨®n sobre l¨ªderes latinoamericanos.- La actual ministra de Exteriores, Trinidad Jim¨¦nez, entre las m¨¢s elocuentes
Hugo Ch¨¢vez es un payaso. Daniel Ortega es un loco. Evo Morales es un ignorante, pero no es un caso perdido. Los miembros del Gobierno y altos cargos espa?oles que pasaron por la Embajada de Estados Unidos en Madrid no se mord¨ªan la lengua. Convencidos de que sus palabras no iban a trascender, realizaron declaraciones sobre los dirigentes de algunos pa¨ªses latinoamericanos que pueden resultar embarazosas al hacerse p¨²blicas.
Seg¨²n las comunicaciones enviadas por la Embajada al Departamento de Estado, la actual ministra de Exteriores, Trinidad Jim¨¦nez, por entonces secretaria de Estado para Iberoam¨¦rica, era una de las m¨¢s locuaces. Describi¨® en noviembre de 2007 al presidente de Venezuela, Hugo Ch¨¢vez, como "un payaso" al recordar el incidente en que el Rey le dijo el famoso "?por qu¨¦ no te callas?". No es la ¨²nica invectiva de Jim¨¦nez contra Ch¨¢vez. Otro documento de la embajada pone en su boca la idea de que Ch¨¢vez est¨¢ "en otro mundo" , y un tercero asegura que Jim¨¦nez dijo que Ch¨¢vez es "un bestia, pero no un est¨²pido" .
La actual ministra no es la ¨²nica que hablaba mal de Ch¨¢vez. Seg¨²n afirm¨® en junio de 2006 Rafael Dezcallar, por entonces director general de Pol¨ªtica Exterior del Ministerio de Exteriores, Ch¨¢vez era ¨¦l mismo su peor enemigo. Seg¨²n la embajada, Dezcallar dijo que nadie le presta atenci¨®n a la ret¨®rica de Ch¨¢vez, pero que "no tiene est¨®mago para ser un dictador". Rafael Estrella, portavoz de Exteriores de los socialistas en el Congreso, opinaba que Ch¨¢vez era un populista dem¨®crata, pero que si los precios del petr¨®leo ca¨ªan pod¨ªa convertirse en un "populista totalitario".
Tanto Zapatero como Rajoy y Moratinos estaban de acuerdo: Venezuela es un "desastre". Los tres lo dijeron en diferentes momentos a diplom¨¢ticos de Estados Unidos, seg¨²n los papeles de la embajada.
Pese a esa mala opini¨®n, Ch¨¢vez visit¨® dos veces Espa?a. La primera, en 2005, fue invitado tras una fuerte insistencia por su parte, seg¨²n relataron a la embajada varias fuentes espa?olas. La segunda, en septiembre de 2009, directamente "se autoinvit¨®", seg¨²n entrecomillan as¨ª, en espa?ol, los papeles de la embajada atribuyendo la cita a Javier Triana, subdirector general para Asuntos Andinos.
"Un desastre de pa¨ªs"
Zapatero hac¨ªa una reflexi¨®n m¨¢s amplia. En una visita a La Moncloa del vicesecretario de Estado, Robert Zoellick, en abril de 2005, Zapatero dijo que "Venezuela es un desastre de pa¨ªs", seg¨²n el resumen de la reuni¨®n hecho por la embajada, "con enormes recursos naturales despilfarrados por d¨¦cadas de pobre liderazgo" y que es imposible explicar el fen¨®meno de Ch¨¢vez sin la "debacle" econ¨®mica y social de los a?os previos. Zapatero le cont¨® a Zoellick que el consejo de varios l¨ªderes regionales hab¨ªa sido no aislar a Ch¨¢vez. El presidente, no obstante, subray¨® ante el n¨²mero dos de Condoleezza Rice que en su visita a Caracas se hab¨ªa reunido con los movimientos de oposici¨®n que le hab¨ªa recomendado el Gobierno de EE UU. Zapatero culp¨® a la oposici¨®n venezolana de haber llevado el enfrentamiento con Ch¨¢vez demasiado lejos y pronostic¨® que Ch¨¢vez a¨²n podr¨ªa ganar tres elecciones seguidas gracias a las pol¨ªticas sociales financiadas con dinero del petr¨®leo.
La mala opini¨®n sobre Ch¨¢vez traspasaba fronteras. El uruguayo Enrique Iglesias, secretario general iberoamericano, se?alaba a la Embajada de EE UU en Madrid que "todos en Latinoam¨¦rica est¨¢n preocupados por la conducta de Hugo Ch¨¢vez, que se est¨¢ haciendo cada vez m¨¢s megalomaniaco", seg¨²n otro de los documentos secretos . Iglesias ve¨ªa c¨®mo con el tiempo hab¨ªan crecido "los errores y la incompetencia" de Ch¨¢vez.
El entonces ministro de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, consideraba a Venezuela y Cuba los dos "agujeros negros" de la regi¨®n, seg¨²n una comunicaci¨®n a Washington fechada en abril de 2005. "Espa?a cree que Ch¨¢vez va camino de convertirse en otro Castro, mientras EE UU cree que ya es otro Castro", dec¨ªa Javier Sandomingo, director general de Exteriores para Latinoam¨¦rica en febrero de 2005. Pero, curiosamente, hacia Castro hay pocas declaraciones altisonantes. Un documento s¨ª se?ala que Zapatero mostr¨® en abril de 2004 "desd¨¦n por Castro y la Cuba que dirige" y que "pese a muchas s¨²plicas de Castro, Zapatero no le ha respondido y no quiere ninguna relaci¨®n con ¨¦l". En julio de 2005, Zapatero lamentaba la falsa percepci¨®n de parte del exilio cubano de que ¨¦l es pro-Castro.
El otro presidente con el que Zapatero no ha aceptado reunirse, explicaba este mismo a?o Bernardino Le¨®n, es el de Nicaragua, Daniel Ortega, calificado como "err¨¢tico e imprevisible", o cosas peores. El director general para M¨¦xico, Centroam¨¦rica y el Caribe, Jorge Romeu, dijo en septiembre de 2008 que era un "loco". La actual ministra de Exteriores, Trinidad Jim¨¦nez, asegur¨® en enero de 2009 que Ortega era "el peor de todos los l¨ªderes con quien ella trabaja", seg¨²n la transcripci¨®n de la embajada. Y Le¨®n concluy¨® que Ortega era "una causa perdida".
M¨¢s razonable en privado
El que no era "una causa perdida", al menos en octubre de 2005, era Evo Morales, seg¨²n Javier Sandomingo. "No es peor que varios otros l¨ªderes latinoamericanos con que hemos tratado en el pasado o ahora", se?al¨®, seg¨²n los papeles de la embajada. Y a?adi¨® que se mostraba m¨¢s razonable en sus reuniones privadas que en los actos p¨²blicos. Seg¨²n la actual ministra de Exteriores, Morales parec¨ªa estar buscando en 2008 enemigos externos para distraer de sus problemas internos. Zapatero reflexionaba en 2009 ante la secretaria de Seguridad de EE UU, Janet Napolitano, que el "mesianismo populista de Ch¨¢vez y Morales era popular entre sus ciudadanos, lo que complicaba el escenario", seg¨²n otro de los documentos.
Moratinos destac¨® ante el embajador Eduardo Aguirre en 2006 que los puntos fuertes del ya presidente de Bolivia eran "su honestidad y su conciencia". Sin embargo, seg¨²n el resumen de la embajada , Moratinos tambi¨¦n le describi¨® como "ignorante e inexperto". Moratinos se mostr¨® preocupado por el riesgo de que Morales cayera en el "abrazo del oso" de Ch¨¢vez y Castro. Con todo, seg¨²n Moratinos, Morales no controlaba del todo el poder en Bolivia y "dec¨ªa una cosa y hac¨ªa otra". Quiz¨¢ eso ocurr¨ªa porque Morales, seg¨²n Ram¨®n Santos, subdirector general para Asuntos Andinos, no pod¨ªa "controlar sus palabras", se dice en otro documento de 2007.
Los diplom¨¢ticos espa?oles tampoco parec¨ªan controlarse mucho al hablar de los l¨ªderes latinoamericanos. Bernardino Le¨®n se lamentaba en enero de 2009 de la propensi¨®n del presidente de Ecuador, Rafael Correa, a decir "barbaridades". Otro documento de la Embajada de EE UU asegura que Espa?a ha visto "un mont¨®n de dinero fluyendo desde Venezuela hacia la campa?a de Correa".
L¨ªderes naturales de la regi¨®n
Los que salen mejor parados en las declaraciones de los diplom¨¢ticos y altos cargos espa?oles son los presidentes de M¨¦xico, Felipe Calder¨®n, y de Brasil, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, que seg¨²n Trinidad Jim¨¦nez deb¨ªan ejercer el papel de l¨ªderes naturales de la regi¨®n. Jim¨¦nez se declaraba una "gran admiradora" de Calder¨®n, "el mejor del actual grupo de j¨®venes l¨ªderes de Latinoam¨¦rica", mientras que Lula estaba haciendo las cosas bien, seg¨²n dijo Jim¨¦nez en 2007.
Los Kirchner no reciben tantas flores. Seg¨²n Trinidad Jim¨¦nez, parte del problema era la excesiva dependencia de Cristina Fern¨¢ndez de su marido, el anterior presidente, N¨¦stor Kirchner. El ex presidente del Gobierno Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar lo dec¨ªa m¨¢s crudamente: aunque hab¨ªa esperado una pol¨ªtica exterior m¨¢s sofisticada, al final parec¨ªa ser "una marioneta de su marido", se?al¨® en mayo de 2008, seg¨²n los papeles de la embajada .
Sandomingo aseguraba que Cristina Fern¨¢ndez "podr¨ªa incluso ser m¨¢s inconsistente y temperamental que su marido, N¨¦stor, que ya es decir", seg¨²n reflejan los documentos. Y Le¨®n coincid¨ªa en enero del a?o pasado en que el equipo de Kirchner era "lamentable". Trinidad Jim¨¦nez, por su lado, cre¨ªa que la mezcla de populismo y temperamento de los Kirchner dar¨ªa lugar a "d¨ªas buenos y d¨ªas malos", pero que la direcci¨®n era la correcta.
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