Cambio, s¨ª, pero con periodismo
Expertos periodistas analizan en el CaixaForum la revelaci¨®n de los m¨¢s de 250.000 papeles del Departamento de Estado de EE UU
Como el cambio nunca viene solo, esta vez le acompa?¨® el periodismo. Y tambi¨¦n Wikileaks. Cambio y periodismo fueron las dos palabras m¨¢s expresadas en el debate organizado en el CaixaForum de Madrid sobre la revelaci¨®n de los m¨¢s de 250.000 papeles del Departamento de Estado estadounidense por cinco medios de comunicaci¨®n, entre ellos, EL PA?S. Cambio en el periodismo, en la forma de recibirlo, hacerlo y tambi¨¦n en los sujetos fuentes de la informaci¨®n. El periodista Javier Bauluz, Premio Pulitzer y responsable en la actualidad del diario digital Periodismo Humano sintetiz¨® en una frase el cruce de caminos al que llegaron los seis invitados a la charla: "Estamos en nuevo ecosistema de la informaci¨®n en el que Wikileaks es la bomba que lo cambia todo". Un artefacto que ha hecho estallar el periodismo y que, en palabras del director de EL PA?S, Javier Moreno, llega para quedarse: "Wikileaks no es algo anecd¨®tico, ha cambiado el panorama de una forma radical".
Junto a Moreno y Bauluz, y frente a un recinto abarrotado -alrededor de 750 personas llenaron cuatro salas del centro cultural- se sentaron la directora de Informe Semanal, Alicia G. Montano, el subdirector de Abc, Borja Bergareche y el corresponsal en Madrid de The Guardian, Gilles Tremlett. En el centro y de moderador, el bloguero y columnista del peri¨®dico P¨²blico, Ignacio Escolar, quien al inicio record¨® una de las conclusiones a las que lleg¨® Julian Assange tras percibir el impacto de sus filtraciones: "Esto demuestra el estado lamentable de los medios de comunicaci¨®n".
"Assange -retom¨® para matizar Javier Moreno a trav¨¦s de la experiencia del contacto que EL PA?S ha tenido con el australiano previo a la ¨²ltima revelaci¨®n masiva- valora el papel de los peri¨®dicos bastante m¨¢s. Y ha elegido entregar el material a cinco diarios por evitar las presiones para no publicar el material". Presiones que, en opini¨®n de Moreno, "ser¨ªan brutales si Wikileaks hubiera sido su ¨²nico depositario".
Ah¨ª es precisamente donde Alicia G. Montano situ¨® el punto de inicio del periodismo que ha acompa?ado a los documentos filtrados por Wikileaks. "De este modo", manifest¨® en relaci¨®n con la cesi¨®n que la web ha hecho hacia cinco cabeceras "evitamos el peligro de convertirnos los periodistas en correveidiles". Pero el cambio no solo llega al periodismo a trav¨¦s del c¨®mo, sino tambi¨¦n del qui¨¦n. Gilles Tremlet, cuyo diario, The Guardian, tambi¨¦n ha contado con los cables diplom¨¢ticos, quiso escapar de cualquier triunfalismo y aport¨® la otra cara de la moneda: "Somos cinco grandes medios que dependemos de poca gente" alert¨® en referencia al equipo que forma Wikileaks. "Ellos son los que proporcionan los datos y los medios y eso implica que tienen cierto poder sobre nosotros".
En esa misma l¨ªnea, Borja Bergareche, de Abc, destac¨® que los medios de comunicaci¨®n tradicionales "ya no son los ¨²nicos actores" en la difusi¨®n de la informaci¨®n. La llegada de Wikileaks, continu¨®, "no supone un salto cualitativo, sino una aceleraci¨®n. El volumen de material es brutal y, por tanto, el cambio es cuantitativo". Y ante la cantidad, ante "papeles, papelillos y papelotes", que siempre ha habido, como aclar¨® Alicia G. Montano a un auditorio lleno de periodistas y no periodistas, j¨®venes y mayores, internautas y amantes de la informaci¨®n sin m¨¢s, lo que hace falta es periodismo. "No hay que ser codiciosos y tener prisa por publicar, hay que seguir comprobando". Montano, muy cr¨ªtica con algunas formas actuales de periodismo enlatado, dej¨® una advertencia: "Tenemos que estar alerta y saber que no hemos encontrado el manantial de la juventud". Esa fuente de vida eterna la tiene m¨¢s bien la pr¨¢ctica del periodismo. Javier Moreno, director de EL PA?S, ante las preguntas llegadas de la Red a trav¨¦s de Twitter, dio una pincelada de c¨®mo fue el trabajo con los cables de la diplomacia estadounidense: "Lo que he visto es hacer periodismo al modo de siempre. Hace 20 a?os, la gente llegaba a la redacci¨®n con el sumario debajo del brazo, ahora tambi¨¦n llega, pero con un disco. El trabajo es el mismo, sentarse para desbrozar la informaci¨®n relevante".
Otro debate, aunque su magnetismo tambi¨¦n pudo con la sala del CaixaForum, es el que gira en torno a Julian Assange y la causa abierta contra ¨¦l en Suecia. El reportero de The Guardian Gilles Tremlett quiso rebajar la intensidad del ruido que ocasiona esta intromisi¨®n: "No hay que mezclar temas, ¨¦l [Julian Assange] tiene un problema en Suecia que no tiene nada que ver con los papeles". En una vuelta m¨¢s de tuerca, Javier Bauluz insisti¨® en su sorpresa ante el caso abierto contra el ex hacker australiano y la repercusi¨®n de sus revelaciones. "Hay una ola de indignaci¨®n ante la impunidad" declar¨® el reportero gr¨¢fico. "No est¨¢ pasando nada con los l¨ªderes mencionados en los cables". A esos pol¨ªticos, al menos a los de Espa?a, Bergareche les recomend¨® que "se emancipen de los peri¨®dicos, de los que son adictos".
Cambio y periodismo. ?Dejar¨¢n que siga funcionando Wikileaks? Ese es el reto marcado por los seis asistentes al debate. "Va a haber intentos de restringir la informaci¨®n", reconoci¨® Javier Moreno. "No es nuevo, ha pasado siempre y ah¨ª est¨¢ la capacidad de la ciudadan¨ªa para resistir los intentos".
El periodismo, sus fuentes y algo m¨¢s
A tenor de la cola de gente que pocos minutos antes de las 20.30 de ayer rodeaba la manzana hacia la calle Atocha y junto al edificio del CaixaForum de Madrid, la revelaci¨®n de los papeles del Departamento de Estado norteamericano por Wikileaks ha revolucionado a la ciudadan¨ªa. Alrededor de 750 personas accedieron al centro cultural -muchas tiraron la toalla a la hora fijada para el debate- para seguir la charla. Seg¨²n fuentes del CaixaForum, la expectaci¨®n y la riada de personas que acudieron al acto ha superado cualquier evento de estas caracter¨ªsticas organizado antes. Tanto es as¨ª que, junto al sal¨®n habilitado a los seis periodistas que desgajaron los recovecos de la filtraci¨®n, CaixaForum dispuso de otras tres salas con tres pantallas gigantes a trav¨¦s de la que los asistentes pudieron seguir el debate.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.