Holanda podr¨¢ impedir la entrada de extranjeros en los 'coffeshops' donde el consumo de hach¨ªs es legal

Las autoridades holandesas podr¨¢n impedir la entrada de extranjeros en los famosos coffeshops nacionales donde el consumo de hach¨ªs es legal. As¨ª lo ha decidido el Tribunal Europeo de Justicia, con sede en Luxemburgo, en un fallo que permitir¨¢ a las autoridades holandesas frenar el turismo de la droga. De momento, los carn¨¦s podr¨¢n imponerse en la ciudad de Maastricht, que ya los introdujo en 2005 para evitar disturbios callejeros. Situada al sur del pa¨ªs, la mayor¨ªa de los clientes de sus coffeshops proceden de B¨¦lgica, Francia y Alemania.

Lo mismo ocurre con cerca de un 70% de los casi cuatro millones de visitantes de los 700 locales similares abiertos en el resto de Holanda. En su fallo, los jueces de la UE han subrayado la obligaci¨®n de mantener el orden p¨²blico, y la protecci¨®n de la salud. Tambi¨¦n han aludido a los beneficios de estos pas¨ªes en la lucha contra el tr¨¢fico de drogas. A la vista de la sentencia, el Gobierno holand¨¦s no descarta implantar los carn¨¦s en el resto del pa¨ªs.

Aunque el cultivo de marihuana est¨¢ prohibido en Holanda, los due?os de los coffeshops tienen licencia para almacenar hasta medio kilo. Cada cliente puede consumir, en su interior, un m¨¢ximo de cinco gramos de hach¨ªs. Hasta la fecha, la nacionalidad del comprador no importaba. Es m¨¢s, era habitual ver gentes de todo el mundo. Incluso estadounidenses asombrados de fumar legalmente una sustancia que en su tierra les llevar¨ªa a la c¨¢rcel. En la pr¨¢ctica, el flujo de curiosos, turistas y consumidores habituales era tal, que el ayuntamiento de Maastricht decidi¨® ponerle coto hace cinco a?os. Cuando el due?o de uno de los caf¨¦s denunci¨® los carn¨¦s, por discriminatorios, se puso en marcha a maquinaria legal del Tribunal Europeo de Justicia.

Los cr¨ªticos se?alan que el vac¨ªo legal que permite vender y tomar droga blanda, pero no cultivarla, supone un problema mayor. Fomenta las redes criminales de producci¨®n y el tr¨¢fico consiguiente de droga. De momento, el Gobierno no ha encontrado una soluci¨®n al dilema, pero la actual coalici¨®n de centro espera poder convertir todos los coffeshops en clubes solo para socios.