Argentina libera a un piloto de 'vuelos de la muerte' que extradit¨® Espa?a
A Poch, de 57 a?os, se le implica en la desaparici¨®n de una ciudadana sueca, dos religiosas francesas y el escritor Rodolfo Walsh
Un tribunal argentino orden¨® ayer la puesta en libertad del ex piloto argentino-holand¨¦s Julio Alberto Poch, sospechoso de haber participado en vuelos de la muerte durante la dictadura militar en Argentina (1976-83), por falta de avances en el proceso.
Poch, piloto de la compa?¨ªa a¨¦rea holandesa de bajo coste Transavia, filial de Air France y KLM, hab¨ªa sido detenido en septiembre de 2009 en Espa?a a petici¨®n de Buenos Aires, y extraditado el pasado mayo a Argentina.
A Poch, de 57 a?os, se le implica en la desaparici¨®n de una ciudadana sueca y dos religiosas francesas, as¨ª como en la del periodista y escritor argentino Rodolfo Walsh. Durante la dictadura fue piloto de avi¨®n en la base de la Escuela Superior de Mec¨¢nica de la Armada (ESMA), uno de los principales centros de tortura de la Junta Militar.
La justicia espa?ola estim¨® en enero, cuando aprob¨® su extradici¨®n, que exist¨ªan "indicios" de su participaci¨®n en vuelos de la muerte de aviones militares, desde los que los opositores eran arrojados al mar.
Procesos a la dictadura
La semana pasada, el dictador Jorge Videla (1976-1981) fue condenado, a sus 85 a?os, a prisi¨®n perpetua por el asesinato de 31 presos en una c¨¢rcel de C¨®rdoba. Esta ha sido la segunda vez que el cabecilla del golpe militar de 1976 ha recibido una condena por los cr¨ªmenes del r¨¦gimen que hizo desaparecer a 30.000 personas. La primera fue en el juicio a las Juntas Militares, en 1985, por la responsabilidad en la mayor¨ªa de los actos de terrorismo de Estado de su r¨¦gimen. En 1990, el entonces presidente argentino, Carlos Menem, lo indult¨®, pero 16 a?os despu¨¦s la Corte Suprema declar¨® la inconstitucionalidad de esa amnist¨ªa. Videla se est¨¢ enfrentando ahora a varias causas por los delitos cometidos en cada uno de los centros clandestinos de detenci¨®n. Pr¨®ximamente deber¨¢ afrontar otro juicio por un homicidio precedido de secuestro y tortura.
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