B¨¦lgica: "?Me das un Gobierno?"
El pa¨ªs contin¨²a embarullado con los resultados de las elecciones del pasado 13 de junio y el viernes batir¨¢ el r¨¦cord europeo de d¨ªas sin Ejecutivo
Batidos el d¨ªa de Navidad todos los r¨¦cords (nacionales) de jornadas (195) con Gobierno en funciones, cruzado el pasado d¨ªa 30 el cabo de los 200 d¨ªas sin Ejecutivo, B¨¦lgica despierta a 2011 con los ojos puestos en este lunes, cuando el senador socialista flamenco Johan VandeLanotte debe presentar su plan para salir del marasmo institucional a los siete partidos que negocian el futuro del pa¨ªs. Dos d¨ªas m¨¢s tarde, el mi¨¦rcoles, se sabr¨¢ si el documento es admitido por todos como base de discusi¨®n para formar Gobierno (proceso que durar¨¢ semanas) o si la clase pol¨ªtica se engolfa de nuevo en el ombliguismo a costa de B¨¦lgica. Sea lo que sea, el pr¨®ximo viernes B¨¦lgica superar¨¢ la plusmarca continental holandesa de 208 d¨ªas sin Gobierno, vigente desde 1977.
La presidencia belga de la Uni¨®n Europea del segundo semestre de 2010 concluy¨® sin que la ausencia de un Gobierno con plenos poderes afectara lo m¨¢s m¨ªnimo a la gesti¨®n de los Veintisiete, que ha funcionado como la seda. Pero la presi¨®n crece sobre un pa¨ªs al que la agencia de cr¨¦dito Standard & Poor's amenaz¨® hace unos d¨ªas con una degradaci¨®n de su solvencia. El actual Gobierno en funciones, con las manos constitucionalmente atadas, no puede legislar ni adoptar medidas de calado socioecon¨®mico ni poner en marcha planes para reabsorber el d¨¦ficit de 25.000 millones de euros de aqu¨ª a 2015.
Los belgas est¨¢n cansados del juego de los pol¨ªticos y el rey Alberto II lo hizo notar en su alocuci¨®n de Nochebuena. "Me parece que hemos olvidado un poco en los ¨²ltimos a?os el arte del compromiso", apunt¨® el soberano. "Ha llegado la hora en que el aut¨¦ntico valor consiste en buscar decididamente el compromiso que une y no exacerbar las diferencias". Acto seguido, Alberto llam¨® solemnemente "a todos (...) a ser los artesanos de la paz".
En el peculiar sistema pol¨ªtico belga, Vande Lanotte es el tercer emisario real que busca un acuerdo para reunir las piezas que saltaron por los aires con las elecciones anticipadas del 13 de junio, comicios que convirtieron a la conservadora y secesionista Nueva Alianza Flamenca (N-VA) en el partido m¨¢s votado del pa¨ªs. Su aplastante irrupci¨®n, su programa basado en el victimismo de la cartera ("los valones se quedan con nuestro dinero") y sus ambiciones a largo plazo desestabilizaron el siempre precario equilibrio pol¨ªtico belga. Primero el socialista val¨®n (franc¨®fono) Elio di Rupo y luego el propio l¨ªder de la N-VA, Bart De Wever, fracasaron en su misi¨®n de mediadores reales para consensuar la hoja de ruta con que emprender la sexta reforma institucional belga (en cada oportunidad hacia una mayor descentralizaci¨®n) desde 1970.
Fracasados Di Rupo y De Wever en sus tanteos, desde finales de octubre asume el empe?o Vande Lanotte, quien ha de presentar ma?ana una voluminosa "propuesta de compromiso global" a los siete partidos (socialistas, democristianos y verdes de cada lado de la frontera ling¨¹¨ªstica belga m¨¢s la N-VA, que no tiene contrapartida en el sur; los liberales flamencos y franc¨®fonos no participan en las negociaciones) de la que ya hace unos d¨ªas les hizo un adelanto. Las primeras reacciones no fueron negativas, pero todo es posible antes de que los siete decidan el mi¨¦rcoles si es lo suficientemente plausible como para negociar a partir de ella los futuros contornos del Estado y, en consecuencia, pensar ya en la formaci¨®n de un nuevo Gobierno.
Porque el tiempo corre. El vicepresidente y ministro de Finanzas del Ejecutivo en funciones, Didier Reynders (liberal, ajeno a las negociaciones), advert¨ªa a finales de diciembre que "de aqu¨ª a tres meses" B¨¦lgica deber¨¢ tomar econ¨®micas para no ser carne de ca?¨®n de los mercados a la griega o a la irlandesa.
Las ideas de Vande Lanotte son detalladas y cubren un amplio abanico de medidas, alguna tan singular como que las regiones apliquen a su gusto el c¨®digo de circulaci¨®n y tengan autonom¨ªa para imponer multas (los flamencos se quejan de que sus carreteras tienen m¨¢s radares que las del sur y que el Gobierno central les sangra a multas). Empleo, Justicia, Ayudas familiares, Sanidad, Juventud son otros renglones a debate que culminan en la clave del arco, la Ley de Financiaci¨®n (que otorga a las regiones una autonom¨ªa fiscal todav¨ªa por definir en sus detalles) y el modo de plantear el futuro de la periferia bruselense franc¨®fona, esos ayuntamientos de la corona de la capital que constituyen unas problem¨¢ticas excepciones en un pa¨ªs cuyo r¨¦gimen constitucional quiere que en Flandes -en donde est¨¢n enclavadas Bruselas (que es 'de jure' biling¨¹e y 'de facto' franc¨®fona al 95%) y su corona ling¨¹¨ªsticamente mestiza- la lengua oficial sea el neerland¨¦s.
Nada est¨¢ hecho y cualquier cosa puede ocurrir. Si hay acuerdo, B¨¦lgica deber¨ªa salir del t¨²nel institucional en cuesti¨®n de semanas. Si no lo hay, pueden plantearse tres opciones: un Gobierno con poderes especiales y funciones limitadas con apoyo parlamentario externo para responder a los desaf¨ªos m¨¢s urgentes; un cambio (de personalidades o de familias pol¨ªticas) en las negociaciones, o la convocatoria de nuevas elecciones, que crispar¨ªa m¨¢s los ¨¢nimos sin ofrecer resultados esencialmente diferentes a los de junio. Esas tres... o cualquier otra, que para complicaciones nada supera al delirante r¨¦gimen pol¨ªtico-institucional belga. El r¨¦cord mundial de 289 d¨ªas sin Gobierno lo ostenta Irak. Alcanzarlo le supondr¨ªa a B¨¦lgica arrastrar sus penalidades hasta el pr¨®ximo 30 de marzo, un lujo que no puede permitirse. El rey Alberto, Reynders y Standard & Poor's lo han dicho.
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