El Parlamento italiano aplaza la decisi¨®n para autorizar el registro del contable de Berlusconi

La Junta para las Autorizaciones de la C¨¢mara de los Diputados italiana ha aplazado hasta el pr¨®ximo martes el debate sobre la solicitud presentada por la Fiscal¨ªa de Mil¨¢n para registrar la oficina del contable del primer ministro, Silvio Berlusconi, con motivo de las investigaciones por el caso Ruby.

En el despacho, que goza de inmunidad parlamentaria por ser parte de la secretar¨ªa pol¨ªtica de un aforado, los fiscales sospechan que podr¨ªan encontrarse pruebas sobre supuestos pagos a cambio de sexo a varias j¨®venes, algunas de ellas menores. La Junta para las Autorizaciones ha aplazado el examen a petici¨®n del relator del proceso, un diputado del Pueblo de la Libertad, el partido de Berlusconi.

El primer ministro se enfrenta a un momento de los m¨¢s espinosos de su carrera pol¨ªtica -y eso no es decir poco-, acosado una vez m¨¢s por la Justicia y pr¨¢cticamente condenado por la opini¨®n p¨²blica tras la revelaci¨®n de detalles de la investigaci¨®n del caso Ruby. La fiscal¨ªa de Mil¨¢n le envi¨® el viernes una invitaci¨®n para que comparezca entre los pr¨®ximos 22 y 24 y d¨¦ explicaciones sobre las acusaciones de prostituci¨®n de menores y abuso de poder por las que se le investiga. Berlusconi ya ha anunciado que no piensa comparecer; sus abogados, m¨¢s prudentes, a¨²n no han anunciado si lo har¨¢ o no, despu¨¦s de ver recientemente c¨®mo ca¨ªa su pen¨²ltimo escudo judicial cuando el Tribunal Constitucional invalid¨® los puntos clave de la ley del leg¨ªtimo impedimento, a la que el mandatario se hab¨ªa acogido para no acudir a declarar en los procesos.

Italia escruta cada movimiento de Berlusconi con la esperanza de ser capaz de adelantar cu¨¢l puede ser su pr¨®ximo paso ante una crisis moral y pol¨ªtica que mantiene el pa¨ªs tan desordenado como asqueado. De ah¨ª el inter¨¦s cuando el primer ministro acudi¨® a la sede de la presidencia de la Rep¨²blica, el Quirinal, para discutir con el Jefe de Estado, Giorgio Napolitano, los actos de organizaci¨®n del 150 aniversario de la unificaci¨®n de Italia. A la salida no quiso dar detalles de si habl¨® sobre el esc¨¢ndalo Ruby, despu¨¦s de que el presidente de la Rep¨²blica pidiera en un comunicado que se aclarara en los tribunales todo el asunto ante la "turbaci¨®n" que est¨¢ causando al pa¨ªs.

Burl¨¢ndose de cualquier ilusi¨®n de que pueda dar un paso al frente en la asunci¨®n de responsabilidades, Berlusconi insiste en hacer ver que el asunto no va con ¨¦l. "?Pero acaso est¨¢is locos?", respondi¨® a los periodistas que le preguntaron si ten¨ªa intenci¨®n de dimitir. El primer ministro entraba en ese momento en la C¨¢mara de Diputados, en donde hab¨ªa reunido a todos los diputados de su grupo con el t¨ªtulo de Derecho para invitarles a incorporarse al equipo legal que le ayudar¨¢ a defenderse en los tribunales. Los parlamentarios ya tienen en su poder un informe de los magistrados que afirma que existen pruebas de que "un n¨²mero considerable" de j¨®venes se prostituyeron en la mansi¨®n de Berlusconi. Un ej¨¦rcito de testigos presenci¨® los delitos que se le imputan. En respuesta, Il Cavaliere puso en pie la m¨¢quina de guerra contra sus odiados fiscales milaneses y asegur¨® que les arrancar¨¢ el caso de las manos para entreg¨¢rselo al Tribunal de Ministros [en Italia el primer ministro y los ministros pueden ser procesados sinautorizaci¨®n del Parlamento, pero si cometen un delito en el ejerciciode sus funciones decide un Tribunal de Ministros], "en donde se resolver¨¢ en un momento". "Estoy sereno", a?adi¨®, "me estoy divirtiendo".

"Tristeza y sordidez"

Editoriales de varios peri¨®dicos y la oposici¨®n en bloque piden en vano la dimisi¨®n del primer ministro. El sombr¨ªo relato de las noches de Arcore contenido en las 389 p¨¢ginas del sumario judicial del caso Ruby deja una sensaci¨®n de "tristeza y sordidez", analiza La Repubblica, y muestra a un hombre "vulnerable ante sus compa?eras ocasionales, chantajeado por menores, que miente y obliga a mentir a las muchachas y que declara la guerra a las escuchas telef¨®nicas y a los peri¨®dicos solo para defenderse del alud de esc¨¢ndalos".

En la Iglesia cat¨®lica, fiel aliada de Berlusconi, la reacci¨®n ha oscilado entre las cr¨ªticas del diario de los obispos, Avvenire, y el mudo estupor de L'Osservatore Romano, que se limita a reproducir la nota de Napolitano. Seg¨²n el vaticanista Filippo di Giacomo, el movimiento significa que "el Vaticano tiene muchas ganas de desembarazarse del problema pero no sabe c¨®mo hacerlo".

La tormenta sexual oscureci¨® ayer una noticia llegada de Florencia, donde un arrepentido de la mafia afirm¨® en el juicio que analiza los atentados contra bienes culturales de 1993 que fue "Berlusconi quien orden¨® los ataques".