Gadafi saca los bombarderos para reprimir la revuelta
Las protestas se enconan y el r¨¦gimen responde anunciando una "operaci¨®n antiterrorista".- El Ej¨¦rcito emplea artiller¨ªa pesada contra los manifestantes horas despu¨¦s de que el ministro de Justicia haya anunciado su dimisi¨®n por el "uso excesivo de la fuerza"
Las peores amenazas pronunciadas por el r¨¦gimen libio contra los manifestantes se cumplen. El Gobierno ha decidido responder al aumento de las protestas llevando su furia represora todav¨ªa m¨¢s lejos. Al tiempo que se anunciaba en la televisi¨®n una operaci¨®n contra "los terroristas", el Ej¨¦rcito ha iniciado un duro ataque en algunos barrios de Tr¨ªpoli, ciudad en la que hoy se hab¨ªan extendido las protestas contra Muamar el Gadafi, el dictador que dirige el pa¨ªs desde hace 42 a?os. En las calles de la capital hay cad¨¢veres tirados y se escuchan disparos de artiller¨ªa pesada, seg¨²n ha podido constatar Efe. Varios testigos han relatado la participaci¨®n en los ataques de la aviaci¨®n, que ha abierto fuego real contra la multitud. Saif el Islam el Gadafi, el hijo del l¨ªder Libio, neg¨® en un discurso televisado que la aviaci¨®n hubiese atacado zonas poblaadas. Seg¨²n ¨¦l, bombarde¨® ¨²nicamente dep¨®sitos de municiones en ¨¢reas des¨¦rticas.
La comunidad internacional, con Naciones Unidas al frente, ha pedido el cese de la violencia en el mismo d¨ªa en que varias empresas y pa¨ªses (EE UU, entre otros) han anunciado la evacuaci¨®n del personal no esencial. El Ministerio de Exteriores espa?ol urge a abandonar el pa¨ªs y desaconseja todo viaje a la rep¨²blica ¨¢rabe.
"Lo que estamos presenciando hoy es inimaginable. Aviones y helic¨®pteros militares est¨¢n bombardeando un barrio tras otro", ha asegurado Adel Mohamed Saleh, un hombre que se declara activista anti-Gadafi. Seg¨²n Saleh, contactado telef¨®nicamente por Reuters, los bombardeos se suceden "cada 20 minutos" y est¨¢n produciendo "much¨ªsimos muertos" (al menos han fallecido ya 250 personas, seg¨²n la cadena catar¨ª Al Yazira). Soula al Balaazi, otro activista opositor contactado por Reuters, ha asegurado que la aviaci¨®n ha bombardeado "algunas posiciones en Tr¨ªpoli". Seg¨²n testigos del grupo Feb17voices, un colectivo que est¨¢ haciendo llamadas a ciudadanos libios y colgando los audios en la Red para dar testimonio de lo que est¨¢ pasando, el caos afecta tambi¨¦n a algunos hospitales, donde los hombres del r¨¦gimen han atacado a los m¨¦dicos.
Aunque la impermeabilidad informativa del r¨¦gimen libio impide confirmar de manera independiente esas informaciones, el Comit¨¦ libio para la Verdad y la Justicia, una ONG con base en Suiza, ha asegurado que ten¨ªa informes provenientes de Libia en el mismo sentido e Italia ha puesto sus bases a¨¦reas en alerta m¨¢xima.
Dentro de la confusi¨®n que enmarca todo lo que est¨¢ pasando en Libia, uno de los reg¨ªmenes m¨¢s herm¨¦ticos del mundo ¨¢rabe, dos cazas del Ej¨¦rcito libio han aterrizado esta tarde en la capital de Malta (a unos 350 kil¨®metros de Tr¨ªpoli). El diario Times of Malta asegura que el aterrizaje de los dos Mirage monoplaza se ha producido despu¨¦s de que tomaran tierra, tambi¨¦n en La Valletta, dos helic¨®pteros civiles con siete personas a bordo que hab¨ªan salido de Libia "sin autorizaci¨®n oficial" y aseguraban ser franceses (aunque s¨®lo uno llevaba pasaporte). El Gobierno malt¨¦s ha se?alado que los pilotos de los dos cazas son coroneles que han pedido asilo pol¨ªtico. Han relatado que decidieron exiliarse tras recibir la orden de bombardear a los manifestantes. El Ministerio de Exteriores libio ha dicho que desconoc¨ªa por qu¨¦ dos aviones de sus Fuerzas Armadas estaban en La Valletta y ha aprovechado para desmentir los rumores que sit¨²an a Gadafi fuera de Libia. Horas antes, el ministro brit¨¢nico de Exteriores, William Hague, aseguraba tener informaciones de que el dictador libio podr¨ªa abandonar el pa¨ªs rumbo a Venezuela.
Dimisi¨®n del ministro de Justicia
Mientras, la crisis social que vive Libia cala por momentos en el aparato pol¨ªtico del cerrado r¨¦gimen. El ministro de Justicia, Mustaf¨¢ Abul Jalil, ha anunciado esta tarde su dimisi¨®n por su desacuerdo con la represi¨®n de los manifestantes. Aunque no se ha confirmado de manera oficial, el diario Quryna -que pertenece a un grupo medi¨¢tico propiedad de Saif el Islam, uno de los hijos del dictador- ha sacado en su edici¨®n digital la noticia. Aseguran que sus periodistas se han puesto en contacto telef¨®nico con el ministro de Justicia y que este les ha explicado su renuncia "para protestar por el uso excesivo de la fuerza", seg¨²n recogen varias agencias de informaci¨®n.
No ha sido la ¨²nica dimisi¨®n. El ministro de Estado responsable de Emigraci¨®n ha anunciado en Boston (EE UU), donde se encuentra de viaje, que deja el cargo. Ali Errichi ha pedido adem¨¢s a Gadafi que abandone el poder y, en declaraciones a Al Yazira, ha solicitado a los diplom¨¢ticos libios que sigan su ejemplo y renuncien. Seg¨²n la televisi¨®n catar¨ª, un n¨²mero indeterminado de personal consular libio ha secundado su propuesta. Los m¨¢s estridentes han sido los miembros de la misi¨®n libia ante la ONU, quienes han anunciado mediante su portavoz que su lealtad est¨¢ "con el pueblo libio y con nadie m¨¢s" y han condenado "el genocidio que se ha puesto en marcha".
Las amenazas vertidas precisamente por Saif el Islam contra la poblaci¨®n en un mensaje televisado, en el que advert¨ªa del riesgo de una guerra civil si continuaban las protestas, no han aplacado la ira de los manifestantes que reclaman reformas democr¨¢ticas en el pa¨ªs ¨¢rabe. La revuelta se ha enconado este lunes en Bengasi, la segunda ciudad del pa¨ªs, y se ha extendido a Tr¨ªpoli, basti¨®n hasta ahora de los partidarios de Gadafi.
Varias agencias informan de que algunos edificios gubernamentales de la capital libia han sido pasto de las llamas esta ma?ana y que las sedes de la televisi¨®n y la radio p¨²blicas han sido saqueadas y quemadas por una turbamulta enfurecida esta pasada madrugada. "La Casa del Pueblo (Parlamento) est¨¢ en llamas; los bomberos tratan de apagar el fuego", ha explicado un testigo citado por Reuters. Al Yazira informa de que la sede central del Gobierno libio y el edificio que alberga el Ministerio de Justicia en Tr¨ªpoli tambi¨¦n han sido incendiados. Mientras, las fuerzas del orden se retiraban pr¨¢cticamente de las calles de la capital, seg¨²n relata Reuters, que asegura que una comisar¨ªa de un barrio del este de la ciudad ha sido asaltada y calcinada.
En Bengasi, las principales arterias de la ciudad est¨¢n bajo control de los manifestantes seg¨²n el relato de testigos locales citados por Reuters. Cuentan con el apoyo de algunos militares, seg¨²n esas mismas fuentes. Un diplom¨¢tico libio ha asegurado a Al Yazira que algunos "oficiales" han retirado su apoyo a Gadafi y se han puesto de parte del pueblo. Seg¨²n la Federaci¨®n Internacional de Derechos Humanos (FIDH), que agrupa a 164 organizaciones y tiene su base en Par¨ªs, esta situaci¨®n se ha extendido a otras localidades menores. Testimonios procedentes de los disidentes de Bengasi aseguran que los manifestantes tambi¨¦n han tomado tanques y grandes cantidades de armas y municiones del Ej¨¦rcito seg¨²n reconoci¨® a su modo el hijo de Gadafi en el discurso. "Los criminales circulan incluso a bordo de blindados", dijo.
Mientras la revuelta en las calles cobra vigor, las cr¨ªticas contra la represi¨®n ejercida por el r¨¦gimen van en aumento. Mohamed Bayou, que hasta hace un mes ejerc¨ªa de portavoz del Gobierno, ha dicho que el empleo de la violencia para frenar la revuelta es una decisi¨®n equivocada. En un comunicado que pone de relieve las primeras divergencias dentro de la ¨¦lite gobernante en Libia (previo a la dimisi¨®n del ministro de Justicia), Bayou ha reclamado a Saif al-Islam Gaddafi que abra un di¨¢logo con la oposici¨®n. "Espero que cambie su discurso y reconozca la existencia de una oposici¨®n interna. Que abra un di¨¢logo con ellos para lograr cambios en el sistema libio", ha explicado este ex responsable.
Centenares de muertos
Al discurso del hijo de Gadafi le siguieron anoche tiros y muestras de descontento en Tr¨ªpoli. La cadena BBC cita testigos en Tr¨ªpoli que relatan duros enfrentamientos esta madrugada entre manifestantes antiubernamentales y simpatizantes del dictador. Las organizaciones de derechos humanos Human Rights Watch y Amnist¨ªa Internacional est¨¢n actuando de portavoz de lo que ocurre en el pa¨ªs, bajo un r¨¦gimen dictatorial desde hace 42 a?os. HRW maneja la ¨²nica cifra con cierta vitola de oficialidad: 233 muertos y un millar de heridos. Pero la cifra podr¨ªa ser m¨¢s alta. Fuentes de un hospital de Bengasi han asegurado a Reuters que, s¨®lo en ese centro sanitario, son m¨¢s de 300 los fallecidos y la FIDH ha dicho que la cifra de muertos se sit¨²a entre los 300 y los 400.
Una revuelta contra Gadafi parec¨ªa imposible hace unos d¨ªas. M¨¢s a¨²n que esta alcanzara Tr¨ªpoli, el feudo absoluto del general. Sin embargo, se extiende la impresi¨®n de que los j¨®venes han comenzado a perder el miedo al r¨¦gimen y han salido a la calle. La llamada plaza Verde se ha convertido en el centro de las manifestaciones. Un millar de personas se ha reunido all¨ª y han sido disueltas a base de gases lacrim¨®genos.
El levantamiento contin¨²a sobre todo en el este del pa¨ªs, y Gadafi sigue reprimi¨¦ndolas con fuego de mortero y ametralladoras. Las primeras im¨¢genes que salen del pa¨ªs, v¨ªdeos caseros grabados por los propios manifestantes, muestran grupos armados persiguiendo a la gente y hombres cayendo por las balas. Ayer el descontento estall¨® en Musratha, (340.000 habitantes), la tercera ciudad despu¨¦s de Tr¨ªpoli y de Bengasi. Tambi¨¦n se contagi¨® a una importante tribu, Werfella, en un pa¨ªs en el que Gadafi gobierna desde hace cuatro d¨¦cadas gracias a sutiles alianzas tribales.
En las ciudades orientales Al Bayda, Darna y Ajdabiya, parte de las fuerzas de seguridad se han pasado al lado de los manifestantes. Los familiares de las v¨ªctimas mortales del mi¨¦rcoles y del jueves, pensaron que ellos tambi¨¦n pod¨ªan confraternizar con las fuerzas de seguridad. Su excesiva confianza propici¨® la peor matanza que se ha producido en Bengasi, narra un vecino de la ciudad que pide no difundir su identidad. Tras el entierro colectivo, los familiares de los muertos acudieron, el viernes al caer la noche, a la sede central de la polic¨ªa. "?Nosotros y las fuerzas del orden somos el mismo pueblo!", gritaban.
Un oficial de las fuerzas de seguridad sali¨® del edificio, recuerda el vecino, y les dijo que s¨ª, que "eran el mismo pueblo". Invit¨® a entrar a los que estaban en primera fila y cerr¨® las puertas. "Mataron a 23 hombres", asegura. "Los difuntos tienen heridas de bala en la cabeza y en el pecho".
Como sucedi¨® en El Cairo, en la plaza Tahrir, en Bengasi hay un lugar de protesta permanente. Es la plaza situada ante los juzgados, al norte de la ciudad. All¨ª llegaron a concentrarse hasta 30.000 personas, seg¨²n el vecino de citado, pese al temor de ser acribillados a balazos. Por la noche siempre permanece un ret¨¦n.
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