"Gadafi no sufre ning¨²n trastorno mental. Sabe muy bien lo que hace"
Expertos analizan la personalidad y los elementos propagand¨ªsticos en los discursos del dictador libio
El Lun¨¢tico de Libia: as¨ª se refer¨ªa a Muamar Gadafi el entonces presidente egipcio Anuar El Sadat en los primeros a?os del coronel en el poder. Un t¨ªtulo que ha mantenido hasta ahora, y que muchos han recordado nada m¨¢s escuchar sus encendidos discursos de los ¨²ltimos d¨ªas. Sin embargo, el dictador libio no aparenta sufrir ninguna enfermedad mental.
"Asociamos siempre el comportamiento de los dictadores a una enfermedad psiqui¨¢trica cuando no estamos ante una persona que sufra ning¨²n trastorno mental", dice el Doctor Jer¨®nimo Saiz, presidente de la Sociedad Espa?ola de Psquiatr¨ªa. "Gadafi sabe bien lo que hace y distingue perfectamente entre el bien y el mal", asegura Saiz.
"Estamos ante la t¨ªpica personalidad y perfil psicol¨®gico de un dictador: hipertrofia en el uso del yo, un narcisismo extremo, es egoc¨¦ntrico, megal¨®mano, tiene una baja tolerancia a la cr¨ªtica y una ausencia total de autocr¨ªtica", enumera Saiz. "Los dictadores est¨¢n convencidos de que son personas singulares, que se creen que tiene un peso hist¨®rico y que su juicio es inmejorable, aunque caiga en la arbitrariedad", recalca.
Si alg¨²n d¨ªa Gadafi se enfrenta a un tribunal, no podr¨ªa alegar ning¨²n trastorno mental. "Gadafi es responsable de todos sus actos", recuerda Saiz. "Diciendo que Gadafi est¨¢ loco se estigmatiza la enfermedad mental, cuando nada tiene que ver con un cuadro psiqui¨¢trico", insiste.
"Gadafi no est¨¢ loco. Gadafi es un fan¨¢tico", analiza la Doctora Lola Mor¨®n, del departamento de psiquiatr¨ªa del Hospital Cl¨ªnico de Madrid. "Como casi todos los dictadores, recurren al fanatismo, que a la gente cuesta distinguir de la locura", se?ala Mor¨®n. "El fan¨¢tico defiende sus ideas con absoluta dedicaci¨®n, adhesi¨®n exagerada, incluso recurren al enfrentamiento violento para su defensa", describe.
En cuanto a su personalidad, "los fan¨¢ticos suelen ser r¨ªgidos, maniqueos, intolerantes, intransigentes, obcecados, dogm¨¢ticos, dicot¨®micos", dice Mor¨®n. "patriota o traidor, en el caso de Gadafi".
Muamar Gadafi tambi¨¦n est¨¢ obsesionado por su vestimenta y por la est¨¦tica, tal y c¨®mo se?alaban los cables de Wikileaks. "Es un rasgo claro del narcicismo", se?ala la Doctora Mor¨®n. "Busca siempre querer distinguirse de los dem¨¢s, llamar la atenci¨®n", concluye.
Gadafi, "acorralado"
"Su discurso es propio del que est¨¢ acorralado", dice Alejandro Pizarroso, Catedr¨¢tico de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid y experto en propaganda.
"Gadafi es uno de los primeros l¨ªderes que introduce el Islam en su discurso pol¨ªtico, en un momento en el que el panarabismo est¨¢ en auge", analiza Pizarroso. "Pero poco a poco se ha ido desprendiendo de eso, sobre todo a partir del 11-S y su reconciliaci¨®n con Occidente . Ahora, porque le conviene, dice que detr¨¢s de las revueltas est¨¢ Al Qaeda, recurriendo al miedo al que pueda tener Occidente y mostr¨¢ndose como un efectivo freno a Bin Laden".
El presidente libio ha elegido para sus dos discursos televisados dos escenarios con una gran carga simb¨®lica. En el discurso del lunes eligi¨® el palacio bombardeado por EE UU en 1986, con esa estatua en la que un pu?o aplasta un avi¨®n. "Quiere recurrir a las haza?as anteriores, a la resistencia, para exhibir su capacidad de vencer", cuenta Pizarroso.
Este escenario derruido por las bombas, encaja adem¨¢s con el recurso al enemigo externo, "algo que usan todos los l¨ªderes en momentos extremos, porque que suele funcionar muy bien", se?ala Pizarroso. "En el caso Libio funciona a¨²n mejor, dentro de una sociedad con una marcada educaci¨®n nacionalista", apunta.
Hoy, Gadafi ha dirigido su discurso a un gent¨ªo que le aclamaba desde la Plaza Verde de Tripol¨ª , donde el 17 de febrero se reprimi¨® duramente a los opositores. Con estas apariciones p¨²blicas - y como hiciera Sadam Hussein d¨ªas antes de la invasi¨®n de Irak - el dictador quiere acallar los rumores de que se encuentra fuera del pa¨ªs y sobre todo aparentar que cuenta con apoyo. "El mensaje es claro: 'Estoy aqu¨ª, con mi pueblo, que me apoya, los otros son unos traidores que responden a los designios de agentes extranjeros' ".
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