La principal tribu apoya la lucha contra el dictador libio

Libia est¨¢ viviendo un dram¨¢tico enfrentamiento civil. ?Qui¨¦n est¨¢ en cada bando?

La respuesta a esa pregunta es complicada por las dificultades para acceder al pa¨ªs y por la compleja vertebraci¨®n tribal de la sociedad libia, pero es sin embargo posible esbozar los rasgos fundamentales de la pugna: en el bando del dictador permanecen su tribu, los Gaddadfa; y otro importante clan con puestos clave en las Fuerzas Armadas, los Magarha: servicios secretos, algunos sectores militares y grupos de mercenarios.

Frente a Gadafi, se alza un amplio, heterodoxo y desorganizado frente social, respaldado por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, harta de la opresi¨®n. Este frente tiene el apoyo -junto a muchas otras- de la mayor tribu del pa¨ªs, los Warfallah, que cuenta con un mill¨®n de miembros en un pa¨ªs con seis millones de habitantes, de los cuales cerca de dos son extranjeros. En las filas de este bando luchan fundamentalmente j¨®venes y miembros rebeldes de las Fuerzas Armadas. Esta es la reconstrucci¨®n que ofrece Alia Brahimi, investigadora de la London School of Economics especializada en Libia.

"Creo que para entender lo que ocurre es necesario fijarse sobre todo en qui¨¦n es todav¨ªa fiel a Gadafi: se trata de un bando reducido", comenta Brahimi. "Frente a ¨¦l, se yergue una rebeli¨®n con una base social muy amplia. Apoyados por esa base, quienes luchan contra el r¨¦gimen son sobre todo j¨®venes, armados a menudo con material de sectores militares rebeldes o desertores. M¨¢s all¨¢ de los enfrentamientos de estos d¨ªas, es significativo notar que la mecha de la revuelta prendi¨® sustancialmente en Bengasi, en el este del pa¨ªs, en una zona tradicionalmente hostil al r¨¦gimen, con unas protestas organizadas por juristas y algunos intelectuales para denunciar la detenci¨®n de un abogado", dice la investigadora.

A principios de esta semana, el frente rebelde sum¨® a sus filas un aliado fundamental. "Representantes de la tribu Warfallah se pronunciaron p¨²blicamente contra el r¨¦gimen, del que era aliada, condenando el uso de la violencia contra el pueblo como inmoral y antiisl¨¢mico", dice Brahimi en conversaci¨®n telef¨®nica. Los l¨ªderes del grupo llamaron expl¨ªcitamente a Gadafi a abandonar el pa¨ªs.

Adem¨¢s del peso demogr¨¢fico, la adhesi¨®n de los Warfallah es fundamental porque la tribu est¨¢ arraigada en Tripolitania, regi¨®n del oeste del pa¨ªs, la zona en la que el r¨¦gimen ejerc¨ªa un control m¨¢s estricto.

El equilibrio tribal es de gran importancia estrat¨¦gica en Libia, pa¨ªs pr¨¢cticamente sin sociedad civil e instituciones estatales. Gadafi consolid¨® su poder con un inteligente juego de alianzas. El peso de los equilibrios tribales llegaba hasta el punto de nombrar en las Fuerzas Armadas a coroneles de una tribu responsables de una secci¨®n de artiller¨ªa, sin darles la competencia sobre la gesti¨®n de las municiones, asignada a otro responsable de otra tribu, seg¨²n relatan fuentes diplom¨¢ticas europeas. "Pero ser¨ªa un error interpretar todos los acontecimientos en clave tribal", advierte Brahimi. Estos fluyen en una din¨¢mica que no se puede interpretar con categor¨ªas fijas.

Muchos interrogantes quedan abiertos. Destacan, entre ellos, la exacta situaci¨®n de las Fuerzas Armadas (?qu¨¦ sectores siguen fieles?) o el papel que puedan estar desempe?ando organizaciones islamistas, que en los noventa llegaron a representar un serio desaf¨ªo al r¨¦gimen antes de ser aplastadas.

"Lo que est¨¢ claro es que la actual estrategia de represi¨®n violenta de Gadafi ha tenido como resultado sumar nuevas adhesiones a la rebeli¨®n, que cuenta ahora con un gran respaldo popular", dice Brahimi.