Asesinado a tiros el ministro de minor¨ªas de Pakist¨¢n
Shahbaz Bhatti se hab¨ªa mostrado contrario a la pol¨¦mica ley contra la blasfemia.- En el lugar del asesinato se encontraron panfletos de talibanes que defienden esa legislaci¨®n
El ministro de minor¨ªas de Pakist¨¢n, Shahbaz Bhatti, el ¨²nico ministro cristiano, sab¨ªa que pod¨ªa ser asesinado en cualquier momento. "Soy objetivo n¨²mero uno de los talibanes por (querer cambiar) la ley de la blasfemia. Recibo todo tipo de amenazas, pero estoy comprometido con la causa. S¨¦ que pueden matarme", hab¨ªa asegurado por tel¨¦fono a EL PA?S hace apenas un par de semanas. Esta ma?ana, ha sido asesinado por varios hombres armados que interceptaron el coche en que apenas hab¨ªa dejado su casa en Islamabad en camino a una reuni¨®n de ministros en compa?¨ªa de su sobrina. Ocho tiros alcanzaron el cuerpo de Bhatti, seg¨²n los reportes de la polic¨ªa. El ministro fue llevado en el mismo coche a un hospital cercano, donde lleg¨® muerto. Los atacantes lograron huir.
En el lugar del crimen se encontraron panfletos a favor de la ley de la blasfemia firmados por grupos afines a Tehrrek-e-Taliban (o Pakistani Taliban), por lo que su muerte ha sido inmediatamente relacionada con su lucha contra esta ley. "La ley de la blasfemia debe ser cambiada porque los extremistas la est¨¢n usando como un arma de victimizaci¨®n", dijo a este diario. Bhatti aseguraba que era amenazado constantemente por cartas, por llamadas telef¨®nicas y que incluso ten¨ªa cinco fetuas en su contra.
La ley de la blasfemia fue impuesta en Pakist¨¢n junto a una serie de medidas de islamizar el Estado impuestas por el dictador militar Zia ul-Haq en los ochenta y ha saltado al debate tras de que en noviembre pasado fuera condenada la cristiana Asia Bibi a la horca.
Bhatti era el principal protector de Asia Bibi, asegur¨® a este diario que apoyaba econ¨®micamente a la familia de la mujer, que huye de los extremistas. "En mi opini¨®n Bibi es inocente y se trata de un caso de problemas religiosos y personales". Otros activistas defienden que esta ley es mal utilizada para venganzas y especialmente contra las minor¨ªas, que son los objetivos m¨¢s d¨¦biles. Hace dos meses, el 4 de enero pasado, fue asesinado tambi¨¦n el gobernador del Punjab, Salman Taseer, por su propio guardaespaldas que lo acus¨® de blasfemo por calificar a la ley como "negra".
Al momento del asesinato, Bhatti no ten¨ªa los dos veh¨ªculos escolta que en teor¨ªa deb¨ªan acompa?arle todo el tiempo por estar bajo amenazas. Seg¨²n la polic¨ªa estos escoltas hab¨ªan sido ordenados esta ma?ana a esperar por ¨¦l en su oficina. Tras el asesinato, el primer minstro Yusuf Raza Gilani se apresur¨® al hospital donde Bhatti fue llevado.
"Es una situaci¨®n de gran terror para todo Pakist¨¢n. La gente en el Gobierno que quiere cambiar la ley de la blasfemia est¨¢ siendo asesinada", asegura el representante para Pakist¨¢n de Human Rights Watch, Ali Dayan Hasan. Seg¨²n esta organizaci¨®n "El asesinato de Bhatti es un grave retraso por la lucha por la tolerancia, pluralismo y respeto de los derechos humanos en el pa¨ªs".
Como otros activistas y organizaciones pro derechos humanos piden que se atrapen y juzguen a los asesinos y a los que incitan a la violencia y que se asegure la protecci¨®n para otros que hablan a favor de cambiar la ley est¨¢n tambi¨¦n amenazados por los extremistas, como la parlamentaria Sherry Rehman.
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