Irak y Bosnia, los dos antecedentes de las zonas de exclusi¨®n a¨¦rea

Junto a las sanciones diplom¨¢ticas impuestas en los ¨²ltimos d¨ªas contra el r¨¦gimen de Muamar Gadafi, Estados Unidos y sus aliados parecen dispuestos a incrementar la presi¨®n sobre Libia con una zona de exclusi¨®n a¨¦rea. Esta medida est¨¢ destinada a impedir el uso de aviones y helic¨®pteros militares por parte de los leales al coronel contra los rebeldes, un arma fundamental que estos no pueden contrarrestar.

EE UU est¨¢ actuando para hacerlo viable tanto en el frente diplom¨¢tico como en el militar, pero en ambos resulta bastante dif¨ªcil. En el diplom¨¢tico porque se requiere un acuerdo previo de los socios de la OTAN y de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. En el ¨¢mbito militar las dificultades son a¨²n mayores. Como advirti¨® ayer el general James Mattis, jefe de las fuerzas norteamericanas en Oriente Pr¨®ximo, el establecimiento de una zona de exclusi¨®n a¨¦rea sobre ese pa¨ªs es una operaci¨®n "de gran complejidad", que exige un "considerable movimiento de recursos militares y, probablemente, el uso de la fuerza".

El Pent¨¢gono explic¨® ayer que se va a requerir el desplazamiento hasta las costas libias de, al menos, un portaaviones, un portahelic¨®pteros y dos buques anfibios con marines a bordo. El general Mattis explic¨® que para poder vigilar y controlar en condiciones de seguridad el espacio a¨¦reo de Libia ser¨ªa preciso anular sus defensas antia¨¦reas, y esto requerir¨ªa acciones militares de cierta envergadura como la destrucci¨®n de algunos radares y de las bater¨ªas de misiles.

Los dos precedentes de un r¨¦gimen de exclusi¨®n a¨¦rea tuvieron lugar en los conflictos de Irak y Bosnia, en los a?os 90. En el caso de Irak, las zonas de exclusi¨®n a¨¦rea no se fundamentaron en ninguna resoluci¨®n de la ONU, sino fueron decididas por Estados Unidos, Reino Unido y Francia tras la guerra del Golfo para proteger a las poblaciones kurda y chi¨ª que se sublevaron contra el r¨¦gimen de Sadam Hussein despu¨¦s del conflicto (enero-febrero de 1991). Cuando en abril de 1991, despu¨¦s de que Irak firmara su rendici¨®n, la poblaci¨®n kurda se sublev¨® en las regiones del norte del pa¨ªs, el Consejo de Seguridad de la ONU aprob¨® una resoluci¨®n de condena (la 688) que sirvi¨® de base para legitimar la injerencia humanitaria internacional en esa zona.

A esta medida, los Gobiernos de Washington, Londres y Par¨ªs a?adieron la prohibici¨®n de sobrevuelo al norte del paralelo 36 a la aviaci¨®n iraqu¨ª, ya que la resoluci¨®n de las Naciones Unidas no conten¨ªa ninguna autorizaci¨®n expl¨ªcita a una zona de exclusi¨®n a¨¦rea. El Secretario General de la ONU en el momento de la resoluci¨®n, Butros Butros-Ghali, consider¨® las zonas de exclusi¨®n a¨¦rea "ilegales". Mientras tanto, aviones estadounidenses, brit¨¢nicos y franceses, realizaron miles de vuelos de vigilancia sobre territorio iraqu¨ª con ataques que causaron decenas de v¨ªctimas civiles.

Una medida cuestionada

En agosto de 1992, los mismos aliados, con la intenci¨®n declarada de proteger a la poblaci¨®n chi¨ª de los bombardeos de la aviaci¨®n iraqu¨ª, fijaron una nueva no-fly zone al sur del paralelo 32. La medida no impidi¨® que las fuerzas de Sadam Hussein utilizaran entonces helic¨®pteros para reprimir con violencia las protestas de los chi¨ªes. En 1996, EE UU extendi¨® la zona de exclusi¨®n hasta el paralelo 33, a pocas decenas de kil¨®metros al sur de Bagdad. Adem¨¢s de su eficacia para evitar las masacres contra la poblaci¨®n civil, su legitimidad se vio crecientemente cuestionada a ra¨ªz de la retirada de Francia de esas misiones desde 1996. El mantenimiento de la zona de exclusi¨®n a¨¦rea al norte del paralelo 36 finaliz¨® en 1996, mientras la que prohib¨ªa al sur del paralelo 33 se mantuvo hasta 2003.

En el caso de en Bosnia-Herzegovina, el Consejo de Seguridad aprob¨® a finales de 1992 por unanimidad una resoluci¨®n para imponer la prohibici¨®n de todo tipo de vuelos sobre el pa¨ªs. Las matanzas en la guerra de los Balcanes llevaron a la OTAN a poner en marcha la zona de exclusi¨®n a¨¦rea en los cielos de Bosnia-Herzegovina en el a?o 1993, ante los ataques indiscriminados de la aviaci¨®n serbia contra poblaci¨®n civil. Poco a poco, la operaci¨®n fue ampli¨¢ndose, conforme los norteamericanos se involucraban en la guerra, hasta llegar a la campa?a de bombardeos de la OTAN contra posiciones serbias. La zona de exclusi¨®n a¨¦rea se mantuvo hasta 1995.

Como en el caso de Irak, la eficacia de la medida fue muy discutida. La OTAN la justificaba con la necesidad de anular la fuerza a¨¦rea serbias en Bosnia y porque presionaba militarmente para una finalizaci¨®n m¨¢s r¨¢pida del conflicto. Pero los cr¨ªticos sostienen que esta medida no sirvi¨® para evitar los peores abusos del conflicto, como el asedio de Sarajevo y la masacre de Srebrenica en julio de 1995, cuando los militares serbios mataron a 7.000 civiles bosnios.

Irak y Bosnia-Herzegovina representan dos modelos estrat¨¦gicos e hist¨®ricos distintos. El primer caso era la consecuencia como operaci¨®n final de una guerra anterior, mientras el segundo era s¨®lo el inicio de una progresiva intervenci¨®n militar y para la OTAN represent¨® la antesala de otro conflicto a m¨¢s amplia escala contra el r¨¦gimen de Slobodan Milosevic.