Gadafi intensifica su ofensiva y expulsa a los rebeldes de Ras Lanuf
Las tropas del r¨¦gimen se hacen con el control de la ciudad petrolera mientras las fuerzas insurgentes se repliegan en direcci¨®n a Bengasi, la capital rebelde
El avance de los mercenarios y soldados a la orden de Muamar el Gadafi hacia Bengasi, el basti¨®n de los rebeldes, parece imparable. Despu¨¦s de someter a un duro castigo por tierra mar y aire a Ras Lanuf, la estrat¨¦gica localidad ba?ada por el Mediterr¨¢neo que cuenta con importantes instalaciones petrol¨ªferas, los milicianos insurgentes se han visto obligados a abandonar este enclave y replegarse hacia otras localidades costeras m¨¢s al este del pa¨ªs, en el extremo occidental de Libia.
Cientos de combatientes han abandonado en las ¨²ltimas horas Ras Lanuf montados en coches y furgonetas y se han adentrado en la zona todav¨ªa controlada por los rebeldes, donde est¨¢n a salvo del acoso del Ej¨¦rcito. No obstante, la batalla no cesa. Un comandante rebelde ha asegurado que sus compa?eros de armas contin¨²an luchando en los alrededores de Ras Lanuf y que las tropas de Gadafi han irrumpido en la ciudad desde el mar. Al menos cuatro lanchas con medio centenar de soldados han desembarcado en el puerto, seg¨²n este miliciano. Adem¨¢s, otros 150 hombres flanqueados por tanques han entrado en el centro de la ciudad por carretera. Seg¨²n este comandante, los alzados todav¨ªa controlan barrios perif¨¦ricos de Ras Lanuf.
Los uniformados del tirano lanzaron ayer una intensa ofensiva con fuego de mortero, artiller¨ªa pesada y bombardeos a¨¦reos para asegurarse el control de Ras Lanuf. El ataque del r¨¦gimen ha dejado inutilizada una gran planta de gas (la gran riqueza del pa¨ªs junto al petr¨®leo) y ha obligado a evacuar el hospital de la ciudad, seg¨²n el relato de los rebeldes. Los combates m¨¢s cruentos se han trasladado ahora a Bin Yauad y Marsa el Brega.
Los SMS de Gadafi
Gadafi ha acelerado e intensificado su ofensiva despu¨¦s de dos semanas de batallas. Muchos hasta ahora se preguntaban por qu¨¦ el dictador no empleaba todo su poder¨ªo militar contra los sublevados. Quiz¨¢ por la presi¨®n internacional. Pero ahora que la imposici¨®n de una zona de exclusi¨®n a¨¦rea se demora, parece que ese interrogante se ha resuelto, seg¨²n apunta desde Ras Lanuf el corresponsal de Al Yazira. Este periodista cree que "la gran ofensiva que esper¨¢bamos est¨¢ teniendo lugar en estos momentos".
Como muestra del entusiasmo instalado en las filas del r¨¦gimen por las buenas noticias que llegan del frente es su ¨²ltima ocurrencia: enviar a m¨®viles mensajes en los que se anuncia una pr¨®xima victoria sobre los sublevados. Mensajes como estos: "Ciudad de Ajdabiya: estad felices porque el d¨ªa de la liberaci¨®n est¨¢ cerca" y "Masas de infelices en Bengasi: estad preparados para la felicidad porque el d¨ªa de la liberaci¨®n se acerca".
T¨¢ctica de tierra quemada
Los soldados a las ¨®rdenes del tirano -que ya hab¨ªan recuperado Zauiya en el oeste- avanzan hacia Bengasi, capital de la revuelta. Y si las palabras de su hijo Saif el Islam se cumplen, la guerra contra los sublevados del oriente se agravar¨¢ sin remedio: "Se acab¨® el tiempo. Les dimos dos semanas. Ahora es el momento de la acci¨®n", declar¨® a Reuters. A tenor de la ofensiva, la m¨¢s intensa desde el inicio de las batallas, el aut¨®crata parece dispuesto a echar el resto. "Est¨¢ practicando una t¨¢ctica de tierra quemada", resumi¨® Abdelhafiz Ghoga, vicepresidente del Consejo Nacional, el Gobierno de los rebeldes.
Las peque?as ciudades que salpican la carretera que bordea el mar -entre Sirte, un basti¨®n del dictador, y Bengasi- fueron atacadas, a lo largo de toda la jornada de ayer, con artiller¨ªa, desde buques y desde el aire.
Conforme llegaban las noticias del avance del Ej¨¦rcito y el retroceso de los milicianos, la inquietud se transformaba en miedo en Bengasi. El caos domina ya buena parte de la costa de este extenso pa¨ªs -casi cuatro veces la superficie de Espa?a-, donde vive la inmensa mayor¨ªa de sus seis millones de habitantes, sin duda menos ahora tras el ¨¦xodo masivo de los inmigrantes.
En el frente del oeste -entre Tr¨ªpoli y la frontera con T¨²nez-, en la ciudad de Zauiya, asediada desde hace d¨ªas, la situaci¨®n es catastr¨®fica despu¨¦s de varios de cruentos combates.
Incluso las comunicaciones telef¨®nicas -utilizadas por los alzados del oriente en el campo de batalla- se deterioraron dr¨¢sticamente. Era casi imposible recibir llamadas o mensajes. ?Se prepara Gadafi para una larga contienda? ?Trata de acelerar la ofensiva aprovechando que la comunidad internacional es m¨¢s que reacia a imponer la zona de exclusi¨®n a¨¦rea?
Imposible la reconciliaci¨®n, entre los insurgentes y Gadafi y su clan, todo apunta a que el r¨ªo de sangre aumentar¨¢ su caudal. "Si la comunidad internacional no implementa la zona de exclusi¨®n a¨¦rea, seguiremos peleando. No tenemos vuelta atr¨¢s. Hillary Clinton dice que teme a Al Qaeda y la guerra civil. Pero en Libia se trata de nosotros o la familia de Gadafi. No entiendo c¨®mo puede tener esa percepci¨®n", coment¨® indignada Iman Bugaigis, una portavoz del Consejo Nacional insurrecto.
Saif el Islam, sin embargo, sigue pensando -o eso dice- que el pueblo est¨¢ a su lado. Siempre puede superar el list¨®n en su actitud retadora, pero anoche dio a entender que la suerte est¨¢ echada. "Si los europeos quieren apoyar a los milicianos, que lo hagan. Pero les digo que perder¨¢n. No tenemos miedo a la flota de Estados Unidos, a la OTAN, a Francia ni a Europa. Este es nuestro pa¨ªs. Moriremos aqu¨ª".
El hijo de Gadafi y supuesto heredero a?adi¨®: "Libia estar¨¢ pacificada y ser¨¢ libre pronto". Ser¨ªa la paz de los cementerios.
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