Las autoridades confirman la muerte de 1.596 personas pero temen que la cifra llegue a 10.000
El Gobierno de Tokio lucha contra la devastaci¨®n con un enorme dispositivo de rescate que ha desplegado a 100.000 soldados, 300 aviones y 40 barcos.- En la provincia de Miyagi siguen poder ser localizados los 9.500 habitantes de la localidad de Minamisanriku
Jap¨®n sigue en estado de shock por el devastador terremoto que ha dejado por el momento 1.596 muertos, seg¨²n el ¨²ltimo balance oficial de las autoridades, 300.000 desplazados y miles de desaparecidos. Estas cifras son provisionales y podr¨ªan incrementarse de forma significativa en las pr¨®ximas horas ya que las autoridades temen que solo en la provincia de Miyagi, la m¨¢s afectada por el terremoto del viernes en Jap¨®n, la cifra de v¨ªctimas mortales supere los 10.000. En las ¨²ltimas horas, un total de 643 muertes han sido confirmadas en esa provincia, seg¨²n la televisi¨®n NHK. En Miyagi contin¨²an sin localizar unos 9.000 habitantes de Minamisanriku, un pueblo que fue pr¨¢cticamente arrasado por el tsunami que produjo el terremoto .
El Gobierno ha puesto en marcha un enorme dispositivo de salvamento, con el despliegue de 100.000 soldados, 300 aviones y alrededor de 40 barcos. Los supervivientes en las zonas devastadas se api?an en los refugios y hacen alimentos ante la incertidumbre sobre lo que tardar¨¢n en llegar nuevos v¨ªveres, mientras los equipos de rescate siguen buscando gente entre las casas sumergidas, los coches reventados y los barcos arrastrados por las aguas.
En las ¨²ltimas horas se han resgistrado 15 r¨¦plicas del devastador terremoto del viernes, tres de ellas de 6. Las autoridades siguen pidiendo precauci¨®n a las poblaciones de la costa ante la posibilidad de que se vuelvan a repetir los tsunamis, como efecto de estas r¨¦plicas.
Situaci¨®n ca¨®tica
M¨¢s de un mill¨®n de hogares carecen de agua potable desde el viernes y m¨¢s de 2 millones de viviendas est¨¢n a oscuras en Aomori, Iwate, Miyagi y Fukushima. Tambi¨¦n se est¨¢ racionando el combustible en las gasolineras en esas provincias golpeadas por el se¨ªsmo, el mayor que ha sufrido Jap¨®n desde que comenz¨® a registrar datos hace 140 a?os.
Ante la gravedad de la situaci¨®n, este lunes se suspender¨¢n los trabajos en instituciones como el Parlamento de Jap¨®n, algo inusual en una de las naciones m¨¢s avanzadas del mundo. Tampoco abrir¨¢n sus puertas las plantas de los gigantes de la industria automovil¨ªstica nipona Honda, Nissan, Mitsubishi, Suzuki o Toyota, l¨ªder mundial del motor. Algunas de estas grandes empresas aseguraron que es muy dif¨ªcil continuar operando sin recibir las piezas de repuesto que necesitan y el Ejecutivo les pidi¨® que conserven energ¨ªa para evitar m¨¢s cortes de suministro en los pr¨®ximos d¨ªas.
Las im¨¢genes a¨¦reas siguen mostrando edificios arrancados de cuajo y coches y trenes desparramados como si fueran juguetes de pl¨¢stico por la fuerza de las olas en los alrededores de la ciudad de Sendai, situada unos 300 kil¨®metros al norte de Tokio y a solo 130 kil¨®metros del epicentro. En Sendai, que tiene alrededor de un mill¨®n de habitantes, han sido encontrados alrededor de 300 cad¨¢veres. El barrio de Wakabayashi, que da al mar, qued¨® convertido en un pantanal. La mayor¨ªa de sus casas resultaron barridas. El mar arroj¨® dos kil¨®metros tierra adentro contenedores del puerto, transformados en arietes mortales.
El primer ministro, Naoto Kan, que recorri¨® el domingo por la ma?ana la regi¨®n en helic¨®ptero, dijo que se trata de un "desastre nacional sin precedentes". "El da?o es enorme. Lo que eran hasta ahora zonas residenciales han sido barridas en su mayor¨ªa en muchas ¨¢reas costeras y los fuegos siguen ardiendo", dijo. Estados Unidos, que tiene 50.000 soldados en Jap¨®n, orden¨® a su flota, incluidos dos portaaviones, que suministre ayuda.
Las continuas r¨¦plicas han provocado el p¨¢nico en muchos ciudadanos y turistas. Como Jayce Ong, un ingeniero singapure?o de 35 a?os que se encontraba de viaje en Tokio. "Cuando se produjo el terremoto, estaba en un caf¨¦. Todo comenz¨® a temblar. No es que sintiera el terremoto, sino que estaba dentro de ¨¦l. No tuve miedo sino terror. No sab¨ªa d¨®nde meterme. Pens¨¦ que la tierra se iba a abrir y me iba a tragar", contaba en el aeropuerto de Haneda, uno de los dos de la capital, mientras hac¨ªa cola para sacar la tarjeta de embarque.
A Katy Hamm, una estadounidense de 29 a?os que vive en Washington, el temblor la sorprendi¨® en el aire. "Se produjo cuando ¨ªbamos a aterrizar en Tokio. El avi¨®n volvi¨® a remontar el vuelo y estuvimos una hora y media dando vueltas. Iba a hacer una escala de algo m¨¢s de una hora antes de continuar hacia Bangkok, y llevo m¨¢s de 30 horas aqu¨ª", dice Hamm, que se dirig¨ªa a Tailandia en viaje de turismo.
Jap¨®n est¨¢ asentado en el llamado Anillo de Fuego del Pac¨ªfico, una zona de gran actividad volc¨¢nica y tel¨²rica, y Tokio se encuentra en uno de los lugares m¨¢s peligrosos, donde tres placas continentales se est¨¢n frotando unas con otras, lo que genera una enorme presi¨®n s¨ªsmica.
El Gobierno ha advertido desde hace tiempo de la posibilidad de que se produzca un terremoto de magnitud 8 antes de 30 a?os en la zona urbana de la capital.
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