Las autoridades de Bahr¨¦in reciben ayuda militar del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo
Un millar de soldados saud¨ªes entran en suelo bahrein¨ª para proteger edificios oficiales de los manifestantes
Tropas de Arabia Saud¨ª cruzaron hoy el puente que une ese pa¨ªs con la isla-Estado de Bahr¨¦in, donde las protestas contra el poder absoluto de la monarqu¨ªa gobernante se est¨¢n transformado en un movimiento de desobediencia civil. Adem¨¢s, el ministro de Asuntos Exteriores de Emiratos Arabes Unidos, Abdul¨¢ bin Zayed al Nahayan, ha anunciado el env¨ªo de 500 polic¨ªas para sofocar las revueltas. La medida, que los partidos opositores calificaron de "ocupaci¨®n", corre el riesgo de internacionalizar lo que hasta ahora ha sido un conflicto interno. Ir¨¢n advirti¨® que no va a permanecer de brazos cruzados ante la intervenci¨®n saud¨ª. En medio de ese ruido, pas¨® desapercibido que, por primera vez despu¨¦s de un mes, la oposici¨®n se reuni¨® con el pr¨ªncipe heredero para sentar las bases de un di¨¢logo nacional.
Comercios cerrados a cal y canto, calles desiertas y contenedores de basura derribados para impedir el paso de los coches. Manama, la habitualmente animada capital de Bahr¨¦in, presentaba un aspecto desolador. La huelga general respond¨ªa a un llamamiento sindical para protestar por el trato de la polic¨ªa a los manifestantes el d¨ªa anterior. Decenas resultaron heridos cuando los antidisturbios intentaron dispersar a los miles de personas que se se hab¨ªan congregado ante las dos torres con forma de vela del Bahrain Financial Harbor, el centro financiero del reino.
Coches policiales bloquean todas las salidas de la autov¨ªa en direcci¨®n al centro financiero de Manama y la plaza de la Perla, donde los activistas antigubernamentales se han hecho fuertes. Dentro de ese per¨ªmetro, no hay rastro de las fuerzas de seguridad. Los sublevados, muchos con la cara tapada, han levantado barricadas en las que controlan la identidad de quienes las cruzan y se ocupan de mantener el orden. Bahr¨¦in ha quedado dividido en dos. Por m¨¢s esfuerzos que los convocantes de las protestas hayan hecho para evitar el sectarismo, al cumplirse un mes de su inicio resulta evidente que la mayor¨ªa de los manifestantes son chi¨ªes, una comunidad que supone dos tercios de la poblaci¨®n y que se queja de discriminaci¨®n por parte de los gobernantes sun¨ªes.
Ese peligroso factor se ha visto reforzado con la llegada al pa¨ªs de los soldados saud¨ªes, el grueso de una fuerza de entre 1.000 y 2.000 hombres, bajo el paraguas del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (CCG). La decisi¨®n, largamente rumoreada, subraya el temor de los l¨ªderes de ese club de monarqu¨ªas petroleras a que la inestabilidad en Bahr¨¦in d¨¦ pie a la penetraci¨®n de su archirrival Ir¨¢n (una teocracia de credo chi¨ª) y las consecuencias que tendr¨ªa sobre sus respectivos pa¨ªses. Adem¨¢s de Arabia Saud¨ª, el socio de mayor peso, forman el CCG Emiratos ?rabes Unidos y Kuwait (que tambi¨¦n han enviado tropas), Qatar, Om¨¢n y Bahr¨¦in. Tanto Arabia Saud¨ª como Kuwait tienen importantes minor¨ªas chi¨ªes y, salvo en Om¨¢n, todas las familias reales son sun¨ªes.
"Arabia Saud¨ª no puede permitir que caiga el rey de Bahr¨¦in", aseguraba el pasado s¨¢bado a esta corresponsal un ex ministro saud¨ª. La fuente se mostraba sin embargo convencida de que la decisi¨®n de enviar fuerzas solo se tomar¨ªa "como ¨²ltimo recurso", en caso de que hubiera pruebas de una intervenci¨®n iran¨ª. "Dar¨ªa muy mala imagen para nosotros y para ellos", conclu¨ªa.
Apenas 48 horas despu¨¦s, las tropas saud¨ªes han llegado a la isla y sublevado a¨²n m¨¢s los ¨¢nimos. Al conocer que estaban cruzando el puente, los manifestantes que cada tarde confluyen en la plaza de la Perla para apoyar a los activistas acampados, quisieron dirigirse para hacerles frente. Solo retrocedieron cuando uno de los coordinadores les inform¨® de que el convoy militar se dirig¨ªa directamente a Riffa, la localidad del sur de la capital donde vive la familia real, ostensiblemente para protegerla. Seg¨²n el diario Gulf Daily News, pr¨®ximo al primer ministro y t¨ªo del rey, su misi¨®n es salvaguardar las instalaciones estrat¨¦gicas como plantas petroleras y estaciones el¨¦ctricas.
"Consideramos que cualquier fuerza o equipo militar que cruce las fronteras de Bahr¨¦in -por tierra, mar o aire- es una ocupaci¨®n y una conspiraci¨®n contra sus habitantes", afirma el comunicado difundido por los partidos de la oposici¨®n. En su opini¨®n, ese paso pone al pa¨ªs al borde de la guerra. Sin embargo, para el jeque Abdel Latif Mahmud, jefe de la Agrupaci¨®n por la Unidad Nacional, se trata de evitar la imposici¨®n de la ley marcial, algo que han pedido varios diputados progubernamentales. Seg¨²n ellos, "los movimientos extremistas est¨¢n intentando paralizar el pa¨ªs y empujarlo hacia un conflicto sectario".
Ir¨¢n se apresur¨® a dejar claro que est¨¢ al acecho. Su ministro de Exteriores dijo que esperaba que el Gobierno bahrein¨ª respetara a los manifestantes y que su pa¨ªs no se quedar¨¢ de brazos cruzados ante los esfuerzos saud¨ªes para "exterminar" a los chi¨ªes de Bahr¨¦in, seg¨²n la cadena iran¨ª en ¨¢rabe Al Alam. A media tarde, la misma fuente difundi¨® tambi¨¦n el bulo de que las tropas saud¨ªes se dirig¨ªan a la plaza de la Perla.
Anoche, los soldados permanec¨ªan acantonados. Los activistas, por su parte, se afanaban en reforzar las barricadas en la autov¨ªa y levantar otras nuevas, convencidos de que la llegada de los saud¨ªes solo pod¨ªa significar un nuevo ataque contra el campamento, como el que el 17 de febrero cost¨® la vida a cuatro personas, elevando a siete el total de muertos desde el d¨ªa a 14.
El aumento de la tensi¨®n corresponde tambi¨¦n con una creciente radicalizaci¨®n de las protestas. Frente a la inicial petici¨®n de reformas democr¨¢ticas y una monarqu¨ªa constitucional, algunos grupos llaman a derrocar la monarqu¨ªa, algo que atemoriza a los sun¨ªes, convencidos de que solo puede beneficiar a Ir¨¢n.
"?Qu¨¦ m¨¢s quieren si el rey ya ha accedido a todas sus exigencias?", se pregunta un vecino de la plaza de la Perla a quien las protestas le dificultan salir de casa. El domingo, el pr¨ªncipe heredero, Salman al Jalifa, se comprometi¨® a abordar todas las exigencias de la oposici¨®n, incluidos el traspaso del poder legislativo al Parlamento, cambios en el Gobierno y reformas de los distritos electorales (que discriminan a los chi¨ªes). El gesto ha servido para que la oposici¨®n aceptara finalmente reunirse con Salman para establecer las bases de un di¨¢logo nacional. La familia real hab¨ªa expresado su frustraci¨®n porque todos sus ofrecimientos al di¨¢logo hab¨ªan quedado sin respuesta hasta ahora.
Fuerza Escudo de la Pen¨ªnsula
Las tropas enviadas a Bahr¨¦in por sus socios en el Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (CCG) forman parte de la fuerza Escudo de la Pen¨ªnsula. Se trata de una unidad conjunta que los seis miembros de esa organizaci¨®n regional establecieron en 1984 con el objetico de "disuadir y responder a una eventual agresi¨®n militar" contra cualquiera de ellos. Adem¨¢s de Bahr¨¦in, los integrantes del CCG son Arabia Saud¨ª, Emiratos ?rabes Unicos, Kuwait, Qatar y Om¨¢n.
Hasta ahora sus efectivos solo se hab¨ªan desplegado en Kuwait. La primera vez en 1991, tras la invasi¨®n iraqu¨ª de ese emirato, como parte (simb¨®lica) de la campa?a internacional que EEUU dirigi¨® para desalojar a los soldados de Sadam Husein. Y de nuevo, en 2003, antes de la invasi¨®n anglo estadounidense de Irak.
El Escudo de la Pen¨ªnsula est¨¢ basado en Arabia Saud¨ª, en la ciudad militar Rey Jaled, en Hafar al Batin, muy cerca de las fronteras de Irak y Kuwait. Cuenta con infanter¨ªa, artiller¨ªa, blindados y el apoyo de elementos de combate de cada uno de los pa¨ªses miembros. Y dispone de entre 7.000 y 10.000 hombres a las ¨®rdenes de un general saud¨ª.
De acuerdo con las normas establecidas a su creaci¨®n, las fuerzas enviadas a un pa¨ªs miembro pasan a estar bajo su autoridad. Corresponde por tanto a Bahr¨¦in decidir la tarea que va a encomendarle. Seg¨²n la informaci¨®n difundida, Arabia Saud¨ª ha enviado un millar de soldados y EAU 500 polic¨ªas. En un comunicado difundido anoche, el Gobierno de Manama asegura que ha pedido su asistencia para "ayudar a proteger la seguridad de los ciudadanos, los residentes y las infraestructuras esenciales".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.