Arabia Saud¨ª env¨ªa tropas a Bahr¨¦in
La monarqu¨ªa bahrein¨ª solicita ayuda a sus vecinos del golfo P¨¦rsico para aplacar la protesta - Ir¨¢n asegura que no ser¨¢ indiferente a la represi¨®n contra los chi¨ªes
Tropas de Arabia Saud¨ª cruzaron ayer el puente que une ese pa¨ªs con la isla-Estado de Bahr¨¦in, donde las protestas contra la monarqu¨ªa gobernante se est¨¢n transformando en un movimiento de desobediencia civil. La medida, que los partidos opositores calificaron de "ocupaci¨®n", corre el riesgo de internacionalizar lo que hasta ahora ha sido un conflicto interno. Ir¨¢n advirti¨® que no va a permanecer de brazos cruzados ante la intervenci¨®n saud¨ª. En medio de ese ruido, pas¨® desapercibido que la oposici¨®n se reuni¨® con el pr¨ªncipe heredero para sentar las bases del di¨¢logo nacional.
Coches policiales bloquean todas las salidas de la autov¨ªa en direcci¨®n al centro financiero de Manama y la plaza de la Perla, donde los antigubernamentales se han hecho fuertes. Dentro de ese per¨ªmetro, no hay rastro de las fuerzas de seguridad. Los sublevados, muchos con la cara tapada, han levantado barricadas en las que controlan quien cruza y se ocupan de mantener el orden. Bahr¨¦in ha quedado dividido en dos. Al cumplirse un mes de su inicio resulta evidente que la mayor¨ªa de los manifestantes son chi¨ªes, una comunidad que supone dos tercios de la poblaci¨®n y que se queja de discriminaci¨®n por parte de los gobernantes sun¨ªes.
"Riad no puede permitir que caiga el rey de Bahr¨¦in", dice un exministro
La oposici¨®n del peque?o reino denuncia una "ocupaci¨®n" militar
Ese peligroso factor se ha visto reforzado con la llegada de los soldados saud¨ªes, el grueso de una fuerza de entre 1.000 y 2.000 hombres, bajo el paraguas del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (CCG). La decisi¨®n subraya el temor de los l¨ªderes de ese club de monarqu¨ªas petroleras a que la inestabilidad en Bahr¨¦in d¨¦ pie a la penetraci¨®n de su archirrival Ir¨¢n (una teocracia de credo chi¨ª). Adem¨¢s de Arabia Saud¨ª, el socio de mayor peso, forman el CCG Emiratos ?rabes Unidos y Kuwait (que tambi¨¦n han enviado tropas), Catar, Om¨¢n y Bahr¨¦in. Tanto Arabia Saud¨ª como Kuwait tienen importantes minor¨ªas chi¨ªes.
"Arabia Saud¨ª no puede permitir que caiga el rey de Bahr¨¦in", aseguraba el pasado s¨¢bado a esta corresponsal un ex ministro saud¨ª. La fuente se mostraba sin embargo convencida de que la decisi¨®n de enviar fuerzas s¨®lo se tomar¨ªa "como ¨²ltimo recurso", en caso de que hubiera pruebas de una intervenci¨®n iran¨ª.
Apenas 48 horas despu¨¦s, las tropas saud¨ªes han llegado a la isla y sublevado a¨²n m¨¢s los ¨¢nimos. Los manifestantes que cada tarde confluyen en la plaza de la Perla para apoyar a los acampados, quisieron ir a hacerlas frente. Solo retrocedieron cuando supieron que el convoy militar se dirig¨ªa directamente a Riffa, la localidad del sur de la capital donde vive la familia real.
"Cualquier fuerza o equipo militar que cruce las fronteras de Bahr¨¦in -por tierra, mar o aires- es una ocupaci¨®n y una conspiraci¨®n contra sus habitantes", afirma el comunicado difundido por los partidos de la oposici¨®n. En su opini¨®n, ese paso pone al pa¨ªs al borde de la guerra. Sin embargo, para el jeque Abdel Latif Mahmud, jefe de la Agrupaci¨®n por la Unidad Nacional, evita la imposici¨®n de la ley marcial. La han pedido varios diputados, seg¨²n los cuales "los extremistas est¨¢n empujando el pa¨ªs a un conflicto sectario".
Ir¨¢n se apresur¨® a dejar claro que est¨¢ al acecho. Su ministro de Exteriores dijo que esperaba que el Gobierno bahrein¨ª respetara a los manifestantes y que su pa¨ªs no se quedar¨¢ de brazos cruzados ante los esfuerzos saud¨ªes para "exterminar" a los chi¨ªes de Bahr¨¦in, seg¨²n la cadena iran¨ª en ¨¢rabe Al Alam.
Anoche, los soldados permanec¨ªan acantonados. Los activistas, por su parte, se afanaban en reforzar las barricadas en la autov¨ªa y levantar otras nuevas, convencidos de que la llegada de los saud¨ªes s¨®lo pod¨ªa significar un nuevo ataque contra el campamento, como el que el 17 de febrero cost¨® la vida a cuatro personas, elevando a siete el total de muertos desde el d¨ªa a 14.
El aumento de la tensi¨®n va paralelo a la creciente radicalizaci¨®n de las protestas. Frente a la inicial petici¨®n de reformas democr¨¢ticas y una monarqu¨ªa constitucional, algunos grupos llaman a derrocar la monarqu¨ªa, algo que atemoriza a los sun¨ªes.
"?Qu¨¦ m¨¢s quieren si el rey ya ha accedido a todas sus exigencias?", se pregunta un vecino de la plaza de la Perla a quien la acampada dificulta entrar y salir de casa. El domingo, el pr¨ªncipe heredero, Salman al Jalifa, se comprometi¨® a abordar todas las exigencias de la oposici¨®n, incluidos el traspaso del poder legislativo al Parlamento y reformas de los distritos electorales (que discriminan a los chi¨ªes). El gesto sirvi¨® para que la oposici¨®n aceptar¨¢ reunirse finalmente ayer con Salman para establecer las bases de un di¨¢logo nacional.
Tercer despliegue de la fuerza regional
Las tropas enviadas a Bahr¨¦in por sus socios en el Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (CCG) forman parte de la fuerza Escudo de la Pen¨ªnsula. Se trata de una unidad conjunta que los seis miembros de esa organizaci¨®n regional establecieron en 1984 con el objetivo de "disuadir y responder a una eventual agresi¨®n militar" contra cualquiera de ellos. Adem¨¢s de Bahr¨¦in, los integrantes del CCG son Arabia Saud¨ª, Emiratos ?rabes Unidos (EAU), Kuwait, Catar y Om¨¢n.
Hasta ahora sus efectivos solo se hab¨ªan desplegado en Kuwait. La primera vez en 1991, tras la invasi¨®n iraqu¨ª de ese emirato, como parte (simb¨®lica) de la campa?a que EE UU dirigi¨® para desalojar a los soldados de Sadam Husein. Y de nuevo, en 2003, antes de la invasi¨®n anglo-estadounidense de Irak.
El Escudo de la Pen¨ªnsula est¨¢ basado en Arabia Saud¨ª, en la ciudad militar Rey Jaled, en Hafar al Batin, muy cerca de las fronteras de Irak y Kuwait. Cuenta con infanter¨ªa, artiller¨ªa, blindados y el apoyo de elementos de combate de cada uno de los pa¨ªses miembros. Dispone de entre 7.000 y 10.000 hombres a las ¨®rdenes de un general saud¨ª.
De acuerdo con las normas establecidas a su creaci¨®n, las fuerzas enviadas a un pa¨ªs miembro pasan a estar bajo su autoridad. Corresponde por tanto a Bahr¨¦in decidir la tarea que va a encomendarle. Seg¨²n la informaci¨®n difundida, Riad ha enviado un millar de soldados y EAU 500 polic¨ªas. En un comunicado, el Gobierno de Manama asegura que ha pedido su asistencia para "ayudar a proteger a los ciudadanos y residentes y las infraestructuras esenciales".
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