Zona de exclusi¨®n a¨¦rea, una decisi¨®n dif¨ªcil aprobada en el ¨²ltimo minuto
Cualquier intervenci¨®n sin el acuerdo del Consejo de Seguridad de la ONU habr¨ªa estado fuera de la legalidad internacional.- Rusia y China, que se mostraban contrarios, se han abstenido finalmente junto a Alemania, India y Brasil
Desde principios de marzo la comunidad internacional ha debatido sobre la necesidad de establecer o no una zona de exclusi¨®n a¨¦rea sobre Libia, como la ¨²nica opci¨®n para frenar la masacre que Gadafi estaba cometiendo contra su propio pueblo. Y sobre la forma que deb¨ªa tomar esta resoluci¨®n. Lo que todo el mundo parec¨ªa tener claro es que nadie deb¨ªa intervenir en Libia unilateralmente sin un acuerdo en el Consejo de Seguridad de la ONU, y que cualquier medida deb¨ªa tener el respaldo de los pa¨ªses ¨¢rabes y africanos. La opini¨®n reticente de Rusia y China, con derecho a voto, hac¨ªa pensar que no se conseguir¨ªa el consenso necesario. El acoso de Muamar el Gadafi contra los rebeldes, que ten¨ªan las horas contadas en su basti¨®n en Bengasi, y el impulso de la Liga ?rabe ha acelerado finalmente la decisi¨®n, con la abstenci¨®n, que no veto, de Rusia, China, Alemania, India y Brasil.
"Llamemos a las cosas por su nombre. Una zona de exclusi¨®n a¨¦rea comienza con un ataque a Libia para destruir sus defensas a¨¦reas". Robert Gates, secretario de Defensa estadounidense, explic¨® el 2 de marzo que esta era la premisa b¨¢sica para establecer una medida excepcional -con antecedentes en las guerras de Irak y de Bosnia- para acabar con los ataques a¨¦reos sobre Libia.
Algunos analistas militares no estaban de acuerdo con que la necesidad de comenzar atacando y defend¨ªan que bastar¨ªa con impedir que ning¨²n avi¨®n sobrevuele el espacio a¨¦reo libio, pero sin una gran campa?a preliminar. Mientras se debat¨ªan estas cuestiones durante semanas, los Estados Mayores de algunos pa¨ªses occidentales ya estaban planificando y haciendo preparativos -desplegando aviones y acercando buques a la costa libia- a la espera de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara esta noche la resoluci¨®n. Esta finalmente incluye el ataque como primer paso en el establecimiento de una zona de exclusion a¨¦rea, una medida promovida principalmente por Londres y Par¨ªs.
Enrique Ayala, general de Brigada en la reserva, est¨¢ de acuerdo con la resoluci¨®n aprobada por Naciones Unidas. Seg¨²n explic¨® a este peri¨®dico, "no se puede hacer una zona de exclusi¨®n a¨¦rea sin asegurarse de que no hay defensas que puedan contraatacar". Lo primero, para la comunidad internacional, es proteger a sus propias tropas. Por tanto, es imprescindible destruir antes de nada el armamento de defensa ¨¢rea y los radares libios.
Gates, ante el Congreso de su pa¨ªs, tambi¨¦n advirti¨® de que la operaci¨®n ser¨ªa a gran escala, dada la gran superficie que ocupa Libia. La mayor parte de la poblaci¨®n se concentra sin embargo en el norte, en la costa del Mediterr¨¢neo, lo que permitir¨ªa implementar la operaci¨®n en una franja concreta, y no necesariamente en todo el territorio, explic¨® Ayala.
Complejidad diplom¨¢tica
T¨¦cnicamente la medida es viable. El ataque podr¨ªa comenzar en unas horas, y en pocos d¨ªas podr¨ªa concluir. Se requerir¨ªa, seg¨²n expertos, un portaaviones, unos 400 cazabombarderos (una cantidad f¨¢cil de obtener en el seno de la OTAN), y la posibilidad de utilizar las bases terrestres del Mediterr¨¢neo, como las de Italia, Chipre, Espa?a y Turqu¨ªa. Hab¨ªa dudas sobre Italia, porque el tratado de amistad con Tr¨ªpoli, firmado en 2008 y que sigue vigente, proh¨ªbe a Roma ceder sus bases para un ataque contra el r¨¦gimen de Gadafi. Pero Italia ha comunicado finalmente que est¨¢ dispuesta a ceder el uso de sus bases militares para apoyar las acciones derivadas de la decisi¨®n del Consejo de Seguridad. "S¨ª, hemos dicho que estamos preparados para hacer eso", ha dicho un informante. Hace unos d¨ªas Franco Frattini, ministro de Exteriores de Italia, aseguraba que el tratado estaba "suspendido de hecho", pero que le resultaba "dif¨ªcil imaginar" que aviones italianos participasen en un ataque a Libia. No se negaba, sin embargo, a ceder el uso de sus bases "siempre que haya un cuadro de legitimidad internacional, una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU y de la OTAN", como finalmente ha ocurrido.
China y Rusia, dos de los miembros con derecho a veto del Consejo de Seguridad de la ONU, se opon¨ªan a una intervenci¨®n extranjera en los asuntos internos de Libia. Se trataba de respetar su "legitimidad" sobre su territorio y de evitar una intervenci¨®n de occidente. El apoyo de los pa¨ªses ¨¢rabes y africanos al ataque a Gadafi ha hecho cambiar de opini¨®n a China, como ha explicado, y ha decidido absternerse en la votaci¨®n, junto al resto de pa¨ªses reticentes.
Seg¨²n el art¨ªculo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, ning¨²n estado miembro puede atacar a otro si no es en leg¨ªtima defensa. Por lo tanto, si el Consejo de Seguridad no hubiese aprobado la resoluci¨®n, cualquier iniciativa habr¨ªa estado fuera de la legalidad internacional. La OTAN ya hab¨ªa dicho que estaba preparada para atacar, pero que no lo har¨ªa sin el consenso de la ONU.
Legitimidad de la Liga ?rabe
El mejor escenario posible, como insist¨ªa buena parte de la comunidad internacional, era que la zona de no vuelo contase con el apoyo oficial de la Liga ?rabe y la Uni¨®n Africana, porque cualquier ataque en el seno del mundo ¨¢rabe ser¨ªa sin duda observado como una injerencia de Occidente. El s¨¢bado 12 de marzo, como inform¨® Enric Gonz¨¢lez, la Liga ?raberespald¨® la medida"con el acuerdo de todos los pa¨ªses miembros presentes en la reuni¨®n de El Cairo", seg¨²n declar¨® el ministro de Exteriores de Om¨¢n, Youssef bin Alawi bin Abdullah. Antes, sin embargo, hab¨ªa trascendido que dos de los pa¨ªses de la organizaci¨®n, Siria y Argelia -que seg¨²n los rebeldes, aportan aviones y armamento al dictador libio-, hab¨ªan votado en contra.
Adem¨¢s de apoyar la resoluci¨®n, ser¨ªa muy buena se?al que pa¨ªses ¨¢rabes participen en la operaci¨®n militar, seg¨²n la opini¨®n de Ayala. De momento, Catar y Emiratos ?rabes ya han anunciado que brindan su apoyo militar para la operaci¨®n.
Los objetivos de los ataques ser¨¢n militares, lo cual reduce, pero no elimina, el riesgo de provocar v¨ªctimas civiles (raz¨®n por la que Alemania ha decidido no apoyar la resoluci¨®n). El movimiento popular rebelde, maltrecho en las ¨²ltimas semanas, est¨¢ celebrando la intervenci¨®n militar porque ahora tiene muchas m¨¢s posibilidades de ganar su revoluci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.