Carrera en el hielo
Guido Westerwelle se ha propuesto asegurar la libertad de movimientos de los cient¨ªficos alemanes en el ?rtico. Pero tambi¨¦n busca el acceso a materias primas y rutas mar¨ªtimas
Como jefa del prestigioso Instituto Alfred-Wegener de Investigaci¨®n Marina y Polar, Karin Lochte siempre tiene un elegante avi¨®n a mano. El Polar 5, un DC-3 reformado, est¨¢ abarrotado de dispositivos de medici¨®n de alta tecnolog¨ªa. Puede aterrizar sobre esqu¨ªes y es capaz de hacer frente a las condiciones m¨¢s glaciales. Sin embargo, amplias superficies del ?rtico son zona tab¨² para los pilotos polares de Lochte. "Para documentar los cambios del espesor del hielo tenemos que sobrevolar toda la regi¨®n norte", explica Lochte, "pero hasta ahora no hemos recibido ninguna autorizaci¨®n para las ¨¢reas marinas de Siberia pr¨®ximas a la costa". Los rusos tienen reparos de ¨ªndole militar.
Lo que ocurra en el ?rtico en los pr¨®ximos a?os y d¨¦cadas afectar¨¢ a todos los seres humanos. La zona m¨¢s septentrional de la Tierra influye de manera decisiva en el clima de todo el planeta. Este se est¨¢ calentando con una intensidad por encima de la media, con consecuencias importantes para el ser humano y el medio ambiente, incluso en lugares muy alejados del ?rtico. Y para entender estos cambios, hacen falta urgentemente los datos de los investigadores alemanes. "Por eso necesitamos que los cient¨ªficos tengan libertad de movimientos y de trabajo en todo el ?rtico", exige la investigadora polar Lochte.
Pues bien, su exigencia cuenta ahora con un respaldo importante. El ministro de Asuntos Exteriores Guido Westerwelle (FDP) organiza esta semana en Berl¨ªn una conferencia internacional sobre el ?rtico en la que se abordar¨¢ fundamentalmente la cuesti¨®n de la futura investigaci¨®n polar. Los expertos de Westerwelle apremian para que se llegue a un acuerdo que beneficiar¨¢ a todos los cient¨ªficos y no s¨®lo a los alemanes. Pero la libertad de investigaci¨®n no es el ¨²nico objetivo que Alemania persigue en el ?rtico.
Ya se trate de pescado, materias primas o rutas de navegaci¨®n, la regi¨®n es de gran inter¨¦s para Alemania, comentan en el Ministerio de Exteriores. A los diplom¨¢ticos les preocupa seriamente que los cinco grandes vecinos del ?rtico - Rusia, Canad¨¢, Estados Unidos, Noruega y Dinamarca - pretendan repartirse entre ellos este oc¨¦ano hasta ahora cubierto por los hielos. Existe el riesgo de que el ?rtico se nacionalice por completo cuando el hielo marino se derrita permitiendo el acceso al fondo del mar. Parece ser que estos pa¨ªses vecinos ya han presentado a la ONU las correspondientes reivindicaciones territoriales. Pero Alemania aboga por la idea de que esta regi¨®n siga siendo considerada en el futuro "patrimonio com¨²n de la humanidad".
Por el contrario, los cinco grandes vecinos del ?rtico creen que Alemania no debe inmiscuirse en sus asuntos. "Nadie, salvo los Estados costeros, debe ocuparse de la cuesti¨®n de las reivindicaciones territoriales solapadas en el ?rtico", afirma Rolf Einar Fife, director del departamento de derecho internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores noruego.
Para los daneses, la cohesi¨®n de la UE termina en el c¨ªrculo polar. Pa¨ªses como Alemania ser¨ªan aceptados, todo lo m¨¢s, en calidad de "invitados", aclaran los estrategas polares daneses. Y el pol¨ªtico ruso Artur Chilingarov, que est¨¢ previsto que d¨¦ un discurso de bienvenida en la conferencia de Westerwelle, hizo que en 2007 un robot clavara la bandera rusa en el fondo marino ¨¢rtico.
Pero el Ministerio de Exteriores alem¨¢n no vacila ante este tipo de actitudes. Por supuesto, respeta las atribuciones directas de los Estados vecinos y el derecho mar¨ªtimo, explican. Pero Alemania y otros Estados tambi¨¦n deber¨ªan tener voz en este asunto. Las materias primas a las que se podr¨ªa acceder a gran escala como consecuencia del derretimiento del hielo ¨¢rtico son de m¨¢xima importancia para un pa¨ªs productor de alta tecnolog¨ªa. Y lo mismo ocurre con la posibilidad de transportar en el futuro mercanc¨ªas alemanas rumbo a Asia por el Paso del Noroeste y la Ruta Mar¨ªtima del Norte frente a la costa rusa.
Si la cosa sale como quiere Alemania, los cinco Estados vecinos deber¨¢n reconocer que tambi¨¦n hay otros pa¨ªses interesados en aprovechar el ?rtico. Por eso se ha invitado a la conferencia a un representante de China, pa¨ªs que tiene intereses similares a los de Alemania.
Pero los expertos se muestran esc¨¦pticos en lo que respecta a un posible cambio de actitud de los pa¨ªses del ?rtico. R¨¹diger Wolfrum, especialista en derecho internacional y juez del Tribunal Mar¨ªtimo Internacional de Hamburgo, contempla la tendencia imperante con preocupaci¨®n: "Si la cosa sigue as¨ª, el fondo del mar acabar¨¢ nacionalizado en su mayor parte salvo peque?as excepciones", advierte.
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