Los partidarios de Gadafi hacen de 'escudos humanos'
La televisi¨®n libia informa de ataques del "enemigo cruzado" contra ¨¢reas civiles de Tr¨ªpoli y contra tanques de combustible en Misrata.- Gadafi se refugia en la propaganda
La tarde de ayer llegaron los aviones franceses a Bengasi, y Tr¨ªpoli se llen¨® de banderas verdes. Miles de partidarios del r¨¦gimen tomaron las calles de la capital y se concentraron junto a las zonas militares para convertirse en escudos humanos y tratar de impedir el ataque de las fuerzas extranjeras. "?Al¨¢, Muamar, Libia ubes! (Dios, Gadafi, Libia y nada m¨¢s)", gritaron los j¨®venes pro-Gadafi en Bab el Azziziya, el cuartel general y residencia del coronel Gadafi. Hubo disparos al aire, bocinazos de coches, derrapes y atascos kilom¨¦tricos que colapsaron los accesos a la vieja ciudad de Tr¨ªpoli. Hasta all¨ª acudi¨® Asha, la hija del dictador, que cruz¨® en coche la carretera saludando a una masa que hasta ayer no se hab¨ªa cre¨ªdo del todo la posibilidad real de ser atacada.
Ocurri¨® ya por la noche, mientras los partidarios de Gadafi inundaban el centro de la ciudad. "?Han llegado los p¨¢jaros", preguntaba uno de los trabajadores del Gobierno que deambulaban con preocupaci¨®n por el vest¨ªbulo del hotel Rixos, donde se alojan los periodistas. Poco despu¨¦s ¨¦l daba la respuesta. "Han atacado zonas militares a 30 kil¨®metros de aqu¨ª y en el distrito de Tajura", dec¨ªa. La televisi¨®n estatal libia inform¨® del ataque del "enemigo cruzado" contra zonas civiles de Tr¨ªpoli y contra tanques de combustible en Misrata, informa Reuters.
Pese a la euforia de los rostros durante la tarde en la calle, en otros puntos empez¨® a brotar el nerviosismo. En algunos supermercados pudo verse a familias haciendo acopio de v¨ªveres. Muchos contrarios al r¨¦gimen se encerraron en sus casas y siguieron por los medios disponibles el curso de los acontecimientos en una ciudad donde no hay Internet y algunos canales como Al Yazira no pueden verse f¨¢cilmente.
El due?o de un ultramarinos estuvo toda la ma?ana conectado al canal de televisi¨®n. "Gadafi tiene que irse ya", dijo. Horas despu¨¦s, ante la presencia de voluntarios del Gobierno, apag¨® la televisi¨®n, enmudeci¨® e hizo gestos de que no pod¨ªa hablar en presencia de ellos.
La alternativa a la informaci¨®n era la propaganda del r¨¦gimen. La televisi¨®n libia emiti¨® durante todo el d¨ªa im¨¢genes de maniobras militares, disparos de tanques en el desierto y desfiles para vender el poder¨ªo militar de su Ej¨¦rcito. En la pantalla, se repet¨ªan im¨¢genes de soldados estadounidenses en Irak. Uno de ellos era rodeado con un c¨ªrculo rojo para destacar su sonrisa mientras pateaba a un iraqu¨ª. "Esta es la democracia estadounidense. Pues no la queremos", dijo un funcionario del Ejecutivo.
En general, los disidentes, callados durante los ¨²ltimos d¨ªas, empiezan a expresarse con m¨¢s libertad. "Yo estuve en las revueltas. Quem¨¦ banderas verdes. Apoyo la revoluci¨®n y a la gente de Bengasi, pero no quiero que nadie de fuera me diga lo que tengo que hacer ni que bombardeen mi pa¨ªs", dijo un joven que conduc¨ªa su coche cerca de la plaza Verde, el lugar donde los partidarios del r¨¦gimen se manifiestan todos los d¨ªas.
El nerviosismo tambi¨¦n pareci¨® apoderarse del Gobierno libio. En una carrera a la desesperada para intentar evitar el inminente bombardeo de las tropas extranjeras, el r¨¦gimen del coronel Gadafi lanz¨® ayer varios mensajes contradictorios. Primero atac¨® Bengasi por tierra y aire. Luego neg¨® los hechos e insisti¨® en que estaba cumpliendo el alto el fuego prometido el d¨ªa antes. Luego dijo que todo hab¨ªa sido un teatro montado por los disidentes.
Con casi toda su capacidad de maniobra agotada, Gadafi envi¨® dos cartas a l¨ªderes de las potencias extranjeras. La primera, dirigida al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ten¨ªa un tono conciliador: "A nuestro hijo, su excelencia, el Sr. Barack Hussein Obama. Si Libia y los Estados Unidos de Am¨¦rica entran en guerra, Dios no lo quiera, siempre ser¨¢s nuestro hijo. Tu imagen no cambiar¨¢ para nosotros. Tengo a toda la gente de Libia conmigo y estoy preparado para morir. Al Qaeda es una organizaci¨®n que traspasa Argelia, Mauritania y Mali. ?Qu¨¦ har¨ªas t¨² si supieras que controlan Am¨¦rica con el poder de las armas? ?Qu¨¦ har¨ªas t¨²? D¨ªmelo para que pueda seguir tu ejemplo".
La segunda carta tuvo un tono m¨¢s agresivo. Estaba dirigida al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, al primer ministro de Reino Unido, David Cameron, y al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon. "Libia no es vuestra", escribi¨®, "Libia es para los libios. La resoluci¨®n del Consejo de Seguridad no es v¨¢lida porque interfiere en los asuntos internos del pa¨ªs. Se arrepentir¨¢n de haberse metido en nuestro pa¨ªs".
La esperanza para los contrarios a Gadafi es que los ataques les den fuerzas para salir de sus casas y del escenario de terror impuesto por la polic¨ªa del r¨¦gimen. Castigados durante las ¨²ltimas semanas con una severa represi¨®n en forma de disparos y botes de humo, los opositores conf¨ªan en encontrar valor para copar la ciudad en los pr¨®ximos d¨ªas. En Tr¨ªpoli, la ¨²ltima batalla podr¨ªa librarse en las calles.
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