Viernes de revueltas: un repaso al estado de la cuesti¨®n en los pa¨ªses ¨¢rabes
El pasado 5 de enero el joven Mohamed Bouazizi mor¨ªa, d¨ªas despu¨¦s de quemarse vivo en la ciudad tunecina de Sidi Bouzid. Se convert¨ªa en la mecha que prendi¨® la llama, en todo un s¨ªmbolo para millones de ¨¢rabes descontentos con sus Gobiernos y ansiosos de cambios que han ido levantando sus voces en varios pa¨ªses.
Primero cay¨® Ben Ali en T¨²nez, tras 23 a?os en el poder, y luego le sigui¨® Mubarak en Egipto. Semanas despu¨¦s, la comunidad internacional se uni¨® para poner fin al r¨¦gimen de Gadafi en Libia. Dos presidentes ca¨ªdos, una guerra y muchos conflictos con decenas de muertos en varios pa¨ªses ¨¢rabes. As¨ª est¨¢ la situaci¨®n a d¨ªa de hoy, viernes de la ira para unos, de la dignidad para otros o de la despedida.
Siria en el D¨ªa de la Dignidad
Hace una semana, el pasado viernes 18, en Siria se declaraba otro D¨ªa de la Ira. Miles de ciudadanos protestaban por sexto d¨ªa consecutivo contra el r¨¦gimen de los Asad -en 2000 Bachar el Asad "hered¨®" la presidencia de su padre-, pidiendo pan y libertad. En las jornadas previas hab¨ªan muerto seis personas, en unas marchas in¨¦ditas en Siria, el pa¨ªs ¨¢rabe donde la represi¨®n es m¨¢s f¨¦rrea. El pasado viernes murieron cuatro manifestantes a manos de la polic¨ªa en Deraa (suroeste del pa¨ªs). Pero entre el martes por la noche y el jueves por la ma?ana la ciudad se convirti¨® en un polvor¨ªn y 57 manifestantes -la agencia France Presse elev¨® la cifra a 100- murieron a causa de los disparos de fuerzas de ¨¦lite que intentaron acallar la protesta.
El Gobierno respondi¨® ayer a las sangrientas manifestaciones con la promesa de reformas. Subir¨¢ los sueldos de los funcionarios, mejorar¨¢ el sistema de toma de decisiones del Gobierno y estudiar¨¢ la anulaci¨®n de la ley de emergencia, vigente desde hace 48 a?os y que da manos libres a las fuerzas de seguridad.
Pero de poco han servido las promesas. Hoy, en el llamado D¨ªa de la Dignidad, Siria se prepara para nuevas protestas pol¨ªticas convocadas por grupos de la oposici¨®n en distintos puntos del pa¨ªs, para presionar en favor de reformas pol¨ªticas. Se espera que, una vez m¨¢s, el foco m¨¢s conflictivo sea la ciudad de Deraa.
Yemen en el D¨ªa de la Despedida
En plena plaza de San¨¢, ciudad que desde enero pasado est¨¢ siendo escenario de manifestaciones que piden el final de su r¨¦gimen yemen¨ª y profundas reformas pol¨ªticas, el presidente Ali Abdal¨¢ Saleh ha pedido hoy a "resistir todos los desaf¨ªos" y "garantizar la seguridad" de Yemen para evitar "el caos y el derramamiento de sangre". Mientras, en la plaza de la Universidad, el lugar en donde el pasado d¨ªa 19 mor¨ªan 52 personas en un tiroteo, presuntamente a manos de la polic¨ªa, grupos de la oposici¨®n manten¨ªan las protestas pol¨ªticas que estallaron al calor de las revueltas populares de T¨²nez y Egipto. Tras la matanza, el presidente declar¨® el estado de emergencia y horas despu¨¦s destituy¨® el Gobierno en pleno, despu¨¦s de que tres ministros y otros altos funcionarios dimitieran por las medidas represivas.
En el d¨ªa de ayer, un nuevo enfrentamiento entre soldados partidarios y contrarios al presidente se produc¨ªa y subrayaba la urgencia de encontrar una salida pol¨ªtica a la crisis que ha puesto a Yemen al borde de la guerra civil. El incidente, el segundo que se produce esta semana, volvi¨® a registrarse en Mukalla, al sureste del pa¨ªs, y se sald¨® con tres heridos.
Ante las protestas, el pasado mi¨¦rcoles Saleh anunciaba que iba a convocar elecciones presidenciales para enero de 2012, en vez de en septiembre de 2013, cuando concluye su mandato. Pero los miles de j¨®venes acampados en la plaza de la Universidad de San¨¢ exigen su salida inmediata. Por eso hoy, un nuevo d¨ªa de protestas, ha sido bautizado como el D¨ªa de la Despedida.
Bahr¨¦in en el D¨ªa de la Ira
Un descomunal despliegue de seguridad se encarg¨® este viernes de silenciar los intentos de protesta en Bahr¨¦in. Antidisturbios, respaldados por carros de combate del Ej¨¦rcito, bloquearon todos los accesos a las localidades chi¨ªes para impedir que sus habitantes respondieran a una convocatoria a desafiar el estado de emergencia declarado por la monarqu¨ªa sun¨ª.
A¨²n as¨ª en Diraz, Beni Jamra, Jidhafs, Sanabis y otras poblaciones, cientos de j¨®venes trataron de agruparse y marchar hasta la autov¨ªa que las conecta con la capital, Manama. La polic¨ªa respondi¨® disparando gases lacrim¨®genos, bolas de goma y, en algunos casos como Demistan, munici¨®n real, seg¨²n denunci¨® la Asociaci¨®n Juvenil por los Derechos Humanos (BYSHR). En Maameer, el uso intensivo de ese gas caus¨® la muerte de Isa Mohammed Ali, de 71 a?os, seg¨²n BYSHR. El Ministerio del Interior neg¨® m¨¢s tarde ese extremo. "Su familia llam¨® al hospital de Salmaniya, pero no recibi¨® respuesta", relat¨® a este diario Matar Matar, un ex diputado de Wefaq.
Pero la mayor¨ªa de los heridos en las protestas evitan los hospitales. "A mi hijo le sacamos ante el temor de que se lo llevaran los militares", cuenta Jalil Ibrahim Set en Khamis. Sus recelos se sustentan en el triste destino de Hani Abdulaziz Abdal¨¢ Yuma, el hombre que est¨¢n a punto de enterrar. Una ambulancia militar le sac¨® de la cl¨ªnica donde le hab¨ªan ingresado, pero el hospital militar neg¨® haberle recibido. Cinco d¨ªas despu¨¦s su familia recibi¨® una llamada para que recogiera el cad¨¢ver. Human Rights Watch ha documentado su caso.
Libia y su guerra empantanada
El pasado 17 de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobaba una zona de exclusi¨®n a¨¦rea en Libia y daba permiso a los pa¨ªses aliados a intervenir en el pa¨ªs, pero s¨®lo desde el aire. Aunque Gadafi promet¨ªa primero un "ba?o de sangre", horas despu¨¦s anunciaba un alto el fuego, que no cumpli¨® ya que, como los rebeldes denunciaron, los ataques continuaron. Dos d¨ªas despu¨¦s, pol¨ªticos de la Uni¨®n Europea y de la Liga ?rabe se reunieron en Par¨ªs para discutir sobre el procedimiento a seguir. Poco despu¨¦s, Estados Unidos, Francia y Reino Unido iniciaban los primeros ataques militares a Libia.
El pasado lunes los aliados impon¨ªan la exclusi¨®n a¨¦rea, mientras que los embajadores de la OTAN discut¨ªan los ¨²ltimos detalles de la planificaci¨®n militar realizada para imponer un embargo de armas al r¨¦gimen de Gadafi. Ayer, los pa¨ªses aliados pactaban con la OTAN que el organismo internacional se convierta en el director de la operaci¨®n a¨¦rea. La Alianza asumir¨¢ el mando sobre la zona de exclusi¨®n en un par de d¨ªas.
Mientras, la guerra sigue empantanada, sin significativos avances ni de los rebeldes apoyados por los bombardeos de la coalici¨®n ni de las tropas de Gadafi. Hoy se han vuelto a repetir los ataques aliados y las arremetidas gadafistas en Ajdabiya, que los insurrectos tratan de recuperar, y Misrata, que tratan de no perder.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.