Obama ofrece recortar el gasto p¨²blico de forma "equilibrada"
El presidente estadounidense presenta un plan alternativo al de los republicanos para reducir el d¨¦ficit en cuatro billones de d¨®lares
Arriesgando una mayor ruptura con la izquierda de su propio partido, Barack Obama se ha sumado a los que creen necesario recortar el gasto p¨²blico con un plan que prev¨¦ la reducci¨®n del d¨¦ficit presupuestario en cuatro billones de d¨®lares en los pr¨®ximos 12 a?os. Propone hacerlo de forma "equilibrada", con la eliminaci¨®n de importantes beneficios, pero sin privatizar los principales programas sociales, como quieren los republicanos, y con subidas de impuestos a los ingresos m¨¢s altos.
"Tenemos que vivir de acuerdo a nuestras posibilidades, reducir nuestro d¨¦ficit y volver a un camino que nos permita pagar nuestras deudas, y tenemos que hacerlo de forma que se protejan la recuperaci¨®n econ¨®mica y las inversiones que necesitamos para crecer, crear empleo y ganar el futuro", dijo este mi¨¦rcoles el presidente norteamericano en un discurso en el que ofreci¨® un programa alternativo al que tienen previsto aprobar los republicanos en la C¨¢mara de Representantes.
Ya hay, pues, en juego dos visiones opuestas sobre el futuro de este pa¨ªs. La de los republicanos, dijo Obama, "no pretende tanto atajar el d¨¦ficit como cambiar el tejido social b¨¢sico de EE UU". La de Obama pretende ser realista, impone sacrificios y conserva los pilares del bienestar social, pero quiz¨¢ no va tan lejos como es necesario en la eliminaci¨®n de la losa de la deuda.
Se abre ahora una gran batalla pol¨ªtica de incierto ganador, pero el solo hecho de que Obama pronunciase este discurso representa una cierta victoria del Partido Republicano. Es la confirmaci¨®n de que la oposici¨®n est¨¢ marcando la agenda y que su insistencia en reducir el tama?o del Estado se ha convertido en una prioridad nacional y, probablemente, en el eje de la inminente campa?a para las presidenciales de 2012.
Obama podr¨ªa, como pide la izquierda, haberse opuesto a cualquier recorte de gastos con el argumento de que la prioridad sigue siendo la creaci¨®n de empleo y que el Gobierno deber¨ªa invertir en esa direcci¨®n. Eso hubiera creado un choque con el Partido Republicano y una par¨¢lisis pol¨ªtica hasta noviembre de 2012.
En lugar de eso, Obama ha preferido presentar su propio camino para la reducci¨®n del d¨¦ficit, lo que quiz¨¢ no evite el conflicto con la oposici¨®n, pero le permite conectar con una buena porci¨®n de ciudadanos que coinciden en el peligro del gasto excesivo y la deuda y buscan soluciones prudentes. En t¨¦rminos pol¨ªticos, con este movimiento, el presidente trata de dominar el centro.
Dos modelos de pa¨ªs
Los norteamericanos tienen ante s¨ª dos modelos de pa¨ªs. El de los republicanos marca objetivos de recorte m¨¢s ambiciosos -cerca de seis billones-, afecta a diferentes ¨¢reas y no incluye el aumento de impuestos. Probablemente ninguna de estas dos propuestas tendr¨¢ votos suficientes como para convertirse en ley, pero el debate servir¨¢ para exponer las posiciones de cada uno de cara a las elecciones. Ese debate incluye muchos aspectos controvertidos, desde el aborto al gasto militar, pero hay dos que resultan particularmente dif¨ªciles: el gasto social y los impuestos.
Empezando por este ¨²ltimo, Obama pretende acabar con el recorte de impuestos que George Bush aplic¨® para los ingresos superiores a los 250.000 d¨®lares anuales. Es decir, intenta volver a los mismos impuestos vigentes durante la presidencia de Bill Clinton, que concluy¨® con super¨¢vit. Los republicanos quieren, en cambio, hacer ese descuento permanente. "Los impuestos no est¨¢n sobre la mesa porque no tenemos un problema de ingresos; tenemos un problema de gasto", declar¨® el l¨ªder republicano en el Senado, Mitch McConnell.
A¨²n m¨¢s pol¨¦mico resulta el recorte del gasto social. Los tres principales programas en este cap¨ªtulo -Medicare (ayudas a la atenci¨®n sanitaria de los mayores de 65 a?os), Medicaid (ayudas sanitarias a los pobres) y Seguridad Social (pensiones)- representan cerca de dos terceras partes del presupuesto federal y crecen exponencialmente. Es dif¨ªcil atajar el d¨¦ficit sin abordar ese cap¨ªtulo.
Obama propuso reducciones en el gasto sin cambiar el modelo, haci¨¦ndolo "m¨¢s flexible" para incrementar su eficacia y evitar abusos. De esa manera, se puede recortar, seg¨²n ¨¦l, 340.000 millones de d¨®lares para 2021. Los republicanos quieren privatizar o evitar la obligatoriedad del programa m¨¢s costoso, Medicare, aunque el plan presentado ahora se limita a anunciar ahorros de cerca de tres billones de d¨®lares gracias a la derogaci¨®n de la ley sanitaria aprobada el a?o pasado y a la eliminaci¨®n de programas sanitarios que no creen necesarios.
Estas dos visiones se van a ver las caras muy pronto. En las pr¨®ximas semanas, el Congreso debe autorizar al Gobierno a extender el l¨ªmite de su deuda para solicitar nuevos cr¨¦ditos. Sin eso, EE UU podr¨ªa entrar t¨¦cnicamente en suspensi¨®n de pagos. Para respaldar esa autorizaci¨®n, los republicanos, que controlan la C¨¢mara de Representantes, exigen un acuerdo de recorte del gasto.
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