El Tribunal para la antigua Yugoslavia condena a 24 a?os de c¨¢rcel al croata Ante Gotovina
Los jueces consideran al exgeneral culpable de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad por la matanza de serbios en la regi¨®n de Krajina en 1995
Ante Gotovina, exgeneral croata de 56 a?os y acusado de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad cometidos en las guerras de los Balcanes, ha sido condenado a 24 a?os de c¨¢rcel por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). Los jueces han considerado probado que el militar, visto como un libertador en su tierra, permiti¨® el asesinato, persecuci¨®n y deportaci¨®n de civiles, adem¨¢s del saqueo de sus bienes, durante la ofensiva croata desatada en 1995 para expulsar a las fuerzas serbias de la regi¨®n de Krajina.
Los hechos tuvieron lugar durante la operaci¨®n militar Tormenta, liderada por el propio acusado. Aunque la cifra de muertos a¨²n var¨ªa, se calcula que hubo entre 700 y 1.900 v¨ªctimas serbias. Otras 200.000 personas perdieron su hogar. Adem¨¢s de la gravedad de los delitos, la sentencia ha tenido en cuenta la indefensi¨®n de las v¨ªctimas. La defensa de Gotovina, que se mostr¨® sorprendido y molesto, ha recurrido ya el fallo.
El TPIY tambi¨¦n ha condenado a otro general croata, Mladen Markac, que fuera comandante de polic¨ªa, por los mismos hechos. En su caso, la pena es de 18 a?os por "complicidad en la empresa criminal destinada a expulsar a la poblaci¨®n serbia de Krajina". Un tercer militar, Ivan Cermak, mando policial en su d¨ªa, ha sido absuelto. Los magistrados resolvieron que "no ten¨ªa posibilidades de saber lo que hac¨ªan sus subordinados, ni capacidad para controlarlos".
El fallo ha ca¨ªdo como un mazazo en Croacia, donde Gotovina es considerado un h¨¦roe de la guerra de independencia. Tanto la primera ministra, Jadranka Kosor, como la Conferencia Episcopal (Croacia es mayoritariamente cat¨®lica), pidieron calma a la ciudadan¨ªa. Para muchos ciudadanos, Gotovina simboliza a la naci¨®n croata. Por eso, un veredicto condenatorio ensombrece su lucha contra el agresor serbio.
Aunque la operaci¨®n Tormenta no fue el ¨²nico episodio de limpieza ¨¦tnica registrado en los Balcanes, s¨ª constituy¨® uno de los asaltos m¨¢s contundentes registrado desde la II Guerra Mundial en Europa. En cuatro d¨ªas escasos, las tropas de Gotovina recuperaron el control de las zonas de Croacia reclamadas por los separatistas serbios desde 1991. Seg¨²n el fallecido diplom¨¢tico estadounidense Richard Holbrooke, negociador en los acuerdos de paz de Dayton que pusieron fin a la guerra en Bosnia, "la ofensiva croata en Krajina dio un vuelco a la situaci¨®n y a los posteriores esfuerzos para parar la violencia balc¨¢nica". A lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada, los sucesivos Gobiernos croatas han sostenido que los civiles serbios escapados de Croacia eran evacuados por las autoridades de Belgrado. En todo caso, seg¨²n los mismos pol¨ªticos, las atrocidades fueron actos de indisciplina perpetrados de forma aislada.
Cuando Gotovina fue reclamado en 2001 por el TPIY, sus seguidores le ayudaron a escapar. Si bien la identidad de sus seguidores continua siendo una inc¨®gnita, no se descarta que el chivatazo procediera de los servicios secretos croatas. Desde ese momento y hasta su detenci¨®n en Tenerife en 2005, el ex general fue uno de los tres renegados m¨¢s famosos de la justicia internacional. Tambi¨¦n uno de los m¨¢s llamativos, con un pasado de legionario en ?frica y Am¨¦rica Latina, y una condena por robo e intimidaci¨®n. Todo antes de ascender al generalato en su tierra. Cuatro a?os despu¨¦s de su huida, la entonces fiscal jefe del tribunal, Carla del Ponte, asegur¨® que estaba oculto en un monasterio de Croacia. El Vaticano neg¨® cualquier apoyo, despu¨¦s de que la jurista denunciara falta de apoyo por parte de Roma. Luego la pista de Gotovina desapareci¨®. Al final, le encontraron cenando en un hotel tinerfe?o, una isla que le gustaba mucho.
Durante varios a?os, las reticencias de las autoridades croatas para entregarle paralizaron la candidatura de Zagreb a la Uni¨®n Europea. Lo mismo est¨¢ ocurriendo ahora con Serbia, a la que la UE sigue reclamando la entrega del general serbo bosnio Ratko Mladic. Acusado de genocidio por la muerte, en 1995, de 8.000 varones musulmanes en Srebrenica, su jefe pol¨ªtico, Radovan Karadzic, est¨¢ siendo juzgado en La Haya, sede del TPIY.
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