Obama anuncia que la guerra de Afganist¨¢n entra en "una nueva fase"
Aumenta la presi¨®n sobre la Casa Blanca para acelerar la retirada
Tras la muerte de Bin Laden, "la guerra en Afganist¨¢n entra en una nueva fase", dijo el viernes Barack Obama en la primera de sus valoraciones sobre la repercusi¨®n que la desaparici¨®n del l¨ªder de Al Qaeda puede tener en los diferentes frentes en los que Estados Unidos libra su guerra contra el terrorismo. Es tambi¨¦n la primera respuesta del presidente a la presi¨®n creciente para acelerar la retirada de Afganist¨¢n.
Obama no abord¨® directamente los plazos sobre la guerra. Dijo que todav¨ªa quedan "tiempos dif¨ªciles por delante" y que se mantiene el proyecto de iniciar el repliegue paulatino este verano. No fue el discurso de "misi¨®n cumplida" que George Bush pronunci¨® precipitadamente tras el ¨¦xito inicial de la invasi¨®n de Irak. Pero, apoyado en el m¨¦rito de la eliminaci¨®n de Bin Laden, hizo un diagn¨®stico optimista sobre el estado de la guerra y destac¨®, sobre todo, los avances realizados en lo que defini¨® como el objetivo central: la derrota de Al Qaeda.
"Le hemos quitado la iniciativa a los talibanes y estamos haciendo progresos en nuestro objetivo central en Pakist¨¢n y Afganist¨¢n, que en ¨²ltima instancia es la derrota de Al Qaeda", manifest¨® el presidente en un cuartel de Kentucky ante un grupo de soldados reci¨¦n regresados de Afganist¨¢n. Previamente, se reuni¨® en privado, junto con el vicepresidente, Joe Biden, con los miembros del comando que el domingo pasado asalt¨® la residencia en Abbottabad, cuyos nombres, as¨ª como el del perro que les acompa?¨®, siguen siendo materia reservada.
"Nuestra estrategia est¨¢ funcionando", a?adi¨® Obama, "y no hay mayor prueba que el hecho de que finalmente se ha hecho justicia con Osama Bin Laden. Sigue siendo una lucha dif¨ªcil pero nos estamos moviendo hacia una nueva fase". El presidente no quiso hacer una relaci¨®n directa entre la ca¨ªda del l¨ªder de Al Qaeda y los plazos para salir de Afganist¨¢n, pero dibuj¨® un panorama en el que se puede divisar que Estados Unidos est¨¢ m¨¢s cerca de declarar cumplidos los objetivos que lo llevaron a ese pa¨ªs.
M¨¢s claro, el secretario de Defensa, Robert Gates, dijo, en otro encuentro con fuerzas militares en Carolina del Norte, que la muerte de Bin Laden "podr¨ªa ser un factor modificador del juego" en Afganist¨¢n. Gates aludi¨® a la profunda relaci¨®n existente entre Bin Laden y el l¨ªder talib¨¢n huido Mullah Omar, y dej¨® entender que la desaparici¨®n del primero provocar¨¢ alguna reacci¨®n de parte de quienes combaten contra las tropas norteamericanas en Afganist¨¢n.
Algunos analistas creen ver ahora una oportunidad de oro para intentar negociaciones con los talibanes para poner fin a la guerra mediante una soluci¨®n pol¨ªtica que cuente con el respaldo de los afganos. Ciertos movimientos en esa direcci¨®n han sido sugeridos en las ¨²ltimas horas entre c¨ªrculos del Congreso.
La guerra m¨¢s larga
La guerra de Afganist¨¢n es ya la m¨¢s larga de la historia de Estados Unidos y representa una sangr¨ªa econ¨®mica que este pa¨ªs no puede permitirse sin poderosas razones para hacerlo. A medida que esas razones van desapareciendo, la presi¨®n sobre la Casa Blanca para que ponga fin a esa misi¨®n va a ir creciendo de forma imparable.
El senador Dick Durbin, el n¨²mero dos del Partido Dem¨®crata en la c¨¢mara alta, declar¨® ayer que era necesario acabar con esa guerra "pronto". "Tenemos que dejar Afganist¨¢n en manos de los afganos, no podemos ser la polic¨ªa del mundo, en alg¨²n momento habr¨¢ que volver a casa", manifest¨® este influyente congresista, recogiendo un esp¨ªritu que se va haciendo dominante y que seguramente aumentar¨¢ a medida que se aproxime la fecha de las pr¨®ximas elecciones.
Al mismo tiempo, tambi¨¦n la presi¨®n de los aliados de la OTAN puede crecer ahora, y Obama quiz¨¢ empiece a sentirla seriamente en la reuni¨®n del G-8 que se celebrar¨¢ en Francia a finales de este mes. Al fin y al cabo, la misi¨®n de la OTAN est¨¢ basada en una resoluci¨®n de la ONU que permite perseguir a Al Qaeda. El final de esta organizaci¨®n quitar¨ªa validez a esa autorizaci¨®n.
Al Qaeda no ha desaparecido todav¨ªa, ni siquiera se puede dar por hecho que vaya a ocurrir. Pero la muerte de Bin Laden, no s¨®lo le ha dado a Estados Unidos un fuerte respaldo moral, sino que le ha permitido acceso a informaci¨®n que parece ser valiosa y que puede conducir a la captura de otros dirigentes terroristas y a la desarticulaci¨®n definitiva de esa red.
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