Lidia Gueiler, un par¨¦ntesis democr¨¢tico en Bolivia

Durante un breve y convulso periodo de ocho meses, flanqueado por sangrientos golpes de Estado, Lidia Gueiler Tejada (Cochabamba, 1921) se convirti¨® en noviembre de 1979 en presidenta interina de Bolivia y, as¨ª, en la segunda mujer en asumir la jefatura de Estado en Latinoam¨¦rica despu¨¦s de la argentina Mar¨ªa Estela Mart¨ªnez de Per¨®n. Tras ser derrocada en septiembre de 1980, Gueiler abandon¨® el pa¨ªs y estuvo exiliada primero en Lima y m¨¢s tarde en Par¨ªs durante m¨¢s de dos a?os. Regres¨® a Bolivia en 1983.

Retirada de la vida pol¨ªtica, muri¨® el lunes en La Paz. Ten¨ªa 89 a?os. Pol¨ªtica progresista, Gueiler luch¨® en la revoluci¨®n de 1952 que permiti¨® la nacionalizaci¨®n de las minas, la reforma agraria y el sufragio universal en Bolivia. Fue la primera mujer boliviana en ocupar la secretar¨ªa general de un partido pol¨ªtico (el Frente Revolucionario de Izquierda), la presidencia de la C¨¢mara de Diputados, la presidencia del Congreso y la presidencia de la Rep¨²blica. "En mi vida pol¨ªtica siempre he actuado como un hombre", contaba en una entrevista publicada en El Pa¨ªs Semanal en diciembre de 1980, reci¨¦n exiliada en Par¨ªs.

Gueiler lleg¨® a la presidencia de Bolivia en un periodo particularmente convulso. El 1 de noviembre de 1979, un golpe de Estado liderado por el general Alberto Natusch desencaden¨® sangrientos enfrentamientos entre militares y obreros. Pese a la represi¨®n desatada (m¨¢s de 100 personas fueron asesinadas en un solo d¨ªa en lo que se recuerda como la Masacre de Todos Los Santos), la presi¨®n popular consigui¨® que Natusch devolviera el poder. El Congreso boliviano nombr¨® presidenta interina a Gueiler el 16 de noviembre de ese a?o.

La nueva mandataria ten¨ªa 58 a?os y era madre de una hija, abuela de dos nietos y hab¨ªa estado casada tres veces. Su misi¨®n: convocar elecciones generales el 29 de junio y entregar el poder al ganador el 6 de agosto de 1980. No lleg¨® a la meta. Los militares asestaron un nuevo golpe militar el 17 de julio de ese a?o. Le faltaron 18 d¨ªas. "Lo ¨²nico que ten¨ªa en la mente era aquel d¨ªa que entregar¨ªa el poder y quedar¨ªa consolidada la democracia. Estaba obsesionada, miraba el calendario todos los d¨ªas", recordaba en la entrevista de El Pa¨ªs Semanal.

En los meses que ocup¨® el cargo, Gueiler escap¨® a un rocambolesco intento de asesinato protagonizado por un coronel borracho que ejerc¨ªa como su jefe de seguridad. Gueiler amenaz¨® con suicidarse con una c¨¢psula de cianuro si las Fuerzas Armadas de su pa¨ªs imped¨ªan las elecciones de junio. Sus opositores la criticaban por ir a la peluquer¨ªa o por la afirmaci¨®n (falsa) de que usaba pesta?as postizas. "Un hombre no tiene este problema", aseguraba. Tras volver del exilio, Gueiler fue nombrada embajadora en Colombia, recibi¨® una veintena de condecoraciones, lider¨® numerosas organizaciones feministas y public¨® dos libros. El Gobierno de Evo Morales ha declarado un mes de luto por su muerte.