Exsoldados israel¨ªes narran las humillaciones a las que son sometidos los palestinos
La ONG Rompiendo el Silencio publica una docena de testimonios en los que por primera vez los protagonistas muestran el rostro
Shovrim Shtika, m¨¢s conocida internacionalmente como Breaking the Silence (Rompiendo el Silencio), ha publicado ya varios centenares de testimonios de soldados y exsoldados israel¨ªes. Hasta ahora, an¨®nimos. Desde este fin de semana presenta varias docenas de relatos personales en los que los propios protagonistas, con rostro y nombre, cuentan c¨®mo y cu¨¢ndo dejaron de comportarse como soldados y asumieron la tarea de hostigar y humillar en un territorio ocupado. Aqu¨ª ofrecemos tres de esos relatos.
El objetivo de Breaking the Silence, una ONG financiada por organizaciones jud¨ªas y ¨¢rabes y por varios gobiernos europeos, entre ellos el espa?ol, consiste en explicar a sus conciudadanos y al resto del mundo que la ocupaci¨®n de los territorios palestinos no s¨®lo degrada a los ocupados, sino tambi¨¦n a los ocupantes.
El actual Gobierno de Israel y los mandos militares hacen lo posible para que el silencio no sea roto. Acusan a Breaking the Silence de tener objetivos pol¨ªticos y, sobre todo, de basar sus denuncias en testimonios an¨®nimos, lo que, dicen, impide investigar los hechos denunciados. Desde su fundaci¨®n por tres soldados reci¨¦n licenciados, en 2004, la ONG ha encubierto las identidades de quienes revelan sus experiencias militares para protegerles frente a posibles acciones legales. Ahora, sin embargo, medio centenar de exsoldados han decidido ofrecer su rostro y su nombre para que no quepa duda de que lo que cuentan es cierto.
Lo que se aprende en las exposiciones fotogr¨¢ficas (con im¨¢genes tomadas por los soldados), en los libros (incluyendo la reveladora colecci¨®n de testimonios sobre la Operaci¨®n Plomo Fundido contra Gaza) y en los documentales de Breaking the Silence es muy poco edificante. Pero s¨ª es edificante que exista una organizaci¨®n que se imponga una tarea como esta. Tambi¨¦n lo es que cientos de ciudadanos israel¨ªes decidan denunciar lo que ellos mismos, o sus compa?eros, hicieron en el Ej¨¦rcito. Y lo es que el Gobierno de Israel, pese a sus intentos por impedir el trabajo de Breaking the Silence, tenga que reconocer que la ONG es "legal y leg¨ªtima": pocos gobiernos, no ya en Oriente Pr¨®ximo sino en Europa, soportar¨ªan esta cr¨ªtica minuciosa y desde dentro a lo que hacen sus tropas en el exterior.
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