EE UU investiga a la CIA por la muerte de dos presos

El Departamento de Justicia ha decidido cerrar m¨¢s de 100 investigaciones que ten¨ªa abiertas sobre los supuestos abusos cometidos por la CIA en el interrogatorio de detenidos bajo su custodia tras los ataques terroristas del 11-S y ha dejado abiertos solo dos. Seg¨²n el fiscal general del Estado, Eric Holder, las pesquisas llevadas a cabo por el fiscal especial John Durham durante dos a?os han concluido y no son necesarias m¨¢s investigaciones. Sin embargo, las indagaciones que se hagan sobre los otros dos casos que permanecen activos podr¨ªan resultar en cargos criminales contra agentes de la Agencia de Inteligencia.

"Durham me inform¨® de los resultados de su investigaci¨®n y acept¨¦ su recomendaci¨®n de s¨®lo llevar a cabo una investigaci¨®n criminal sobre la muerte de dos individuos", ha se?alado Holder. "No se justifica ninguna investigaci¨®n sobre el resto de los casos".

El Departamento de Justicia no ha identificado por su nombre los dos casos que son ahora objeto de una investigaci¨®n criminal pero seg¨²n informa hoy el diario The New York Times, citando fuentes que han preferido guardar el anonimato, se tratar¨ªa de Manadel al-Jamadi y Gul Rahman. Al Jamadi muri¨® en 2003 en la prisi¨®n de Abu Ghraib (Irak) que alcanz¨® triste fama mundial tras conocerse las torturas a las que fueron sometidos los presos. De hecho, Al Jamadi es conocido como Iceman (hombre de hielo), despu¨¦s de que su cuerpo cubierto de hielo y envuelto en pl¨¢stico fuera fotografiado por soldados norteamericanos que sonre¨ªan a la c¨¢mara posando con su presa. Rahman muri¨® en 2002 esposado a un muro de una c¨¢rcel secreta de la CIA conocida como Salt Pit.

Durante la Administraci¨®n de George W. Bush, el Departamento de Justicia emiti¨® una serie de memorandos que autorizaban a los agentes de espionaje a usar duras t¨¢cticas de interrogatorio sobre los sospechosos de terrorismo. Entre estas t¨¦cnicas se encontraba la privaci¨®n de sue?o o el waterboarding o asfixia simulada para obtener informaci¨®n sobre Al Qaeda. Holder insisti¨® ayer durante su comparecencia que aquellos agentes que hubieran actuado de "buena fe" al seguir las recomendaciones efectuadas por la CIA no enfrentar¨ªan cargos.

Sin embargo, como era de esperar, organizaciones de defensa de los derechos civiles como ACLU (American Civil Liberties Union) han manifestado su descontento. En un comunicado, ACLU declaraba que "con el visto bueno de la gran mayor¨ªa de los altos cargos de la Administraci¨®n Bush, la CIA puso en marcha un programa de interrogatorios que someti¨® a los prisioneros a una crueldad inimaginable y viol¨® tanto la ley nacional como la internacional".

Para la organizaci¨®n, la decisi¨®n de Holder deja mucho que desear y no es "proporcional a la escala y alcance de los terribles hechos".

Para el director saliente de la CIA, Leon Panetta, que hoy ha tomado posesi¨®n de su nuevo cargo de secretario de Defensa, la decisi¨®n de Holder supone "cerrar un cap¨ªtulo de nuestra historia". Los dos casos que permanecen abiertos quedan ya en manos del nuevo director de la Agencia, el general David Petraeus.