Berlusconi anuncia que no se presentar¨¢ a las pr¨®ximas elecciones de 2013

Silvio Berlusconi est¨¢ harto de gobernar Italia. Tiene ganas de "abandonar", y se declara "cansado". Dice que, si pudiera, "lo dejar¨ªa ya ahora", pero luego se recupera, a?ade que agotar¨¢ la legislatura y que entonces, en 2013, ya no ser¨¢ candidato a la reelecci¨®n. Lo descarta "absolutamente": "A los 77 a?os no podr¨¦ seguir siendo el jefe de Gobierno", afirma en una entrevista-desahogo con La Repubblica, en la que el primer ministro reitera, como ya avanz¨® hace unos meses a un grupo de corresponsales extranjeros, que el candidato de su partido ser¨¢ Angelino Alfano, actual ministro de Justicia y secretario general del Pueblo de la Libertad.

Por lo dem¨¢s, es el Berlusconi habitual, genio y figura, aunque se le nota m¨¢s tocado, en un declive evidente incluso para ¨¦l mismo, y cada vez m¨¢s aislado y d¨¦bil: por los continuos esc¨¢ndalos judiciales (la Logia P4, el caso Ruby, la norma salva Fininvest incluida en el ajuste econ¨®mico que debi¨® retirar ante el clamor suscitado), y sobre todo por el creciente malestar de la Liga Norte tras las dos derrotas en las urnas, las municipales y los referendos.

Como suele hacer, se defiende atacando: ataca a la prensa que le critica, ataca a los jueces que le procesan ("pura envidia social", dice), ataca a la oposici¨®n que no coopera, y ataca a su ex aliado Gianfranco Fini y a los democristianos: "Todos los que se separan de m¨ª sufren un final muy feo. Los finianos son inexistentes, y su proyecto pol¨ªtico es la nada. Era yo solo su objetivo", afirma.

La gran novedad es que por primera vez ataca en p¨²blico tambi¨¦n a su ministro de Econom¨ªa, Giulio Tremonti, al que despacha con una cr¨ªtica feroz: "?l piensa que es un genio y cree que todos los dem¨¢s son unos cretinos. Le soporto porque le conozco de tiempo y hay que aceptarlo as¨ª. Pero es el ¨²nico que no hace juego de equipo". Preguntado por los insultos que Tremonti lanz¨® contra su colega de Gabinete Renato Brunetta, Berlusconi apostilla: "Brunetta habla a los electores; Tremonti solo habla a los mercados. Y recuerdo que en pol¨ªtica la facturaci¨®n se hace con apoyos y votos. A ¨¦l no le interesa el consenso popular, a m¨ª s¨ª".

Las diferencias entre ambos parecen realmente insanables, porque Berlusconi afirma que es Tremonti quien meti¨® en el ajuste fiscal la norma a medida sobre Fininvest, quit¨¢ndose as¨ª una culpa evidente, ya que al mismo tiempo anuncia que presentar¨¢ de nuevo esa ley favorable a su empresa en el Parlamento.

Berlusconi desprecia ol¨ªmpicamente las ambiciones de Tremonti a sucederle ("la Liga ya se ha distanciado de ¨¦l"), y sabe que aspira, si ¨¦l se hiciera a un lado antes de 2013, a liderar un posible Gobierno t¨¦cnico de transici¨®n. "Es totalmente imposible que nazca un ejecutivo de ese g¨¦nero. Incluso por los de la Liga ?d¨®nde quiere que vayan?", pregunta.

Adem¨¢s, el superministro se ha negado a rebajar impuestos como ped¨ªan Berlusconi y el l¨ªder de la Liga, Umberto Bossi, y el ajuste econ¨®mico, al rev¨¦s, los aumentar¨¢ al recuperar el copago sanitario, castigar el ahorro privado con una tasa sobre los dep¨®sitos de t¨ªtulos de Estado, y reducir el gasto p¨²blico de regiones y ayuntamientos.

Berlusconi niega de nuevo que su objetivo sea convertirse en presidente de la Rep¨²blica ("eso no es para m¨ª, el candidato bueno es Gianni Letta, que lograr¨ªa votos del centroizquierda") , y admite que las nuevas generaciones de la Liga del Norte ven que su pacto de acero con Bossi est¨¢ cerca del final: "Se est¨¢n preparando para elegir nuevo l¨ªder, pero a diferencia de nosotros, ellos aun no lo han encontrado".