Un grupo de sicarios mata a 20 personas en un bar de Monterrey
M¨¦xico vive una jornada sangrienta con el hallazgo de decenas de decapitados en varios puntos del pa¨ªs
Los sicarios, unos 15, aparecieron en tres camionetas. Se apearon delante de un bar de mala nota llamado Sabino Gordo, en pleno centro de Monterrey, y anunciaron su llegada con r¨¢fagas de fusiles AR-15 y AK-47. El portero y un vendedor de perritos calientes fueron los primeros en caer. Ya dentro del local, los sicarios, al parecer pertenecientes al cartel del Golfo, estuvieron de 15 a 20 minutos seleccionando a sus v¨ªctimas, busc¨¢ndolas incluso dentro de los ba?os. Al final, asesinaron a 20 j¨®venes y se llevaron secuestrados a otros ocho. Todo esto sucedi¨® a las 22.30 del viernes, en el coraz¨®n de una de las ciudades m¨¢s vigiladas de M¨¦xico. Pero la polic¨ªa y los militares solo llegaron a tiempo de contar los muertos.
Lo mismo sucedi¨® en el Valle de Chalco, Estado de M¨¦xico, donde fueron hallados 11 j¨®venes decapitados. O en Torre¨®n, Estado de Coahuila, donde al amanecer del s¨¢bado fueron apareciendo cabezas humanas desperdigadas hasta un total de 10. O en el Estado de Michoac¨¢n, donde un nuevo cartel llamado Los Caballeros Templarios -escisi¨®n de La Familia- se dedica desde hace 48 horas a sembrar el terror entre la poblaci¨®n colocando veh¨ªculos ardiendo en las carreteras y asesinando con la mayor impunidad. Si a los fallecidos en esas cuatro matanzas se a?aden los 12 que cayeron en Sinaloa -entre ellos un ni?o de seis a?os-, los nueve de Chihuahua y los cuatro de Zacatecas, el reguero de sangre resulta sencillamente insoportable.
Tan insoportable como la impunidad con que, cinco a?os y 40.000 muertos despu¨¦s de que el presidente Felipe Calder¨®n iniciara su guerra contra el crimen organizado, siguen actuando los criminales. Tras hacerse p¨²blico que, en las ¨²ltimas 24 horas, casi un centenar de personas hab¨ªan sido asesinadas a lo largo y ancho de la Rep¨²blica, el portavoz del Gobierno para asuntos de Seguridad, Alejandro Poir¨¦, convoc¨® una rueda de prensa para explicar, una vez m¨¢s, que las matanzas se producen por la lucha entre los carteles por el control de las plazas y para asegurar, tambi¨¦n una vez m¨¢s, que el Ejecutivo no cejar¨¢ en su empe?o de "debilitar" a las organizaciones criminales. La impresi¨®n, sin embargo, es que los carteles son cada vez m¨¢s potentes y act¨²an c¨®mo, cu¨¢ndo y d¨®nde quieren.
El ejemplo m¨¢s frustrante sigue siendo Monterrey. La joya empresarial de M¨¦xico empez¨® a registrar en la primavera de 2010 un incremento de la violencia como resultado de la lucha entre el cartel del Golfo y el de Los Zetas. Tanto el Gobierno federal como los poderosos empresarios de Nuevo Le¨®n se confabularon para que la ciudad no cayera en manos de los criminales. De tal manera que obligaron al Gobierno del Estado -en manos del PRI- a comprometerse en la lucha contra el crimen. La consigna era: "Si se pierde Monterrey, se pierde M¨¦xico. No vamos a permitir que eso suceda". Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos, los resultados son los siguientes: en 2009 se registraron 267 asesinatos; en 2010, ya fueron 828; y en los primeros seis meses de 2011 la cifra ya alcanza los 770... Los criminales demuestran su poder¨ªo colgando a sus v¨ªctimas de los puentes m¨¢s transitados de la ciudad o, como el viernes por la noche, permiti¨¦ndose llegar al centro a bordo de lujosas camionetas, pertrechados con armas de alto poder y disponiendo de todo el tiempo del mundo para elegir a sus v¨ªctimas y matarlas o secuestrarlas a su antojo.
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