Argentina condena a siete criminales de la dictadura
Entre sus v¨ªctimas hab¨ªa dos espa?oles, una alemana, cuyo pa¨ªs se person¨® en el juicio, y reconocidos artistas argentinos
Un tribunal federal de Buenos Aires conden¨® ayer a siete responsables del centro clandestino de detenci¨®n El Vesubio, que funcion¨® en las afueras de la capital de Argentina en la ¨²ltima dictadura de este pa¨ªs (1976-1983). Los jueces condenaron a penas de prisi¨®n perpetua a dos exmilitares y a entre 18 y 22 a?os de reclusi¨®n a otros cinco excarceleros por 175 cr¨ªmenes de lesa humanidad, incluidos secuestros ilegales, torturas y homicidios.
Entre las v¨ªctimas figuraba un matrimonio espa?ol, cuya mujer estaba embarazada de ocho meses y perdi¨® el beb¨¦ por las torturas a las que fue sometida. Tambi¨¦n all¨ª fue recluida y asesinada una joven alemana, raz¨®n por la cual su pa¨ªs se person¨® como querellante en el juicio. Se trat¨® del primer estado europeo que se presenta como demandante en los procesos contra el terrorismo de la dictadura argentina.
El Vesubio era un complejo recreativo del Servicio Penitenciario Federal y comenz¨® a usarse como centro de detenci¨®n ilegal en los ¨²ltimos seis meses del Gobierno de Isabel Per¨®n, cuando comenz¨® la represi¨®n ilegal bajo en tiempos democr¨¢ticos y antes del golpe de Estado que encabez¨® el general Jorge Videla. A su vez, esta finca situada en el municipio de La Matanza, cerca de la autopista que une Buenos Aires con el aeropuerto internacional de Ezeiza, fue desactivado a finales de 1978, antes de la primera misi¨®n que hizo la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para recoger denuncias contra el r¨¦gimen.
En El Vesubio estuvieron detenidos los espa?oles Luis Miguel D¨ªaz Salazar, de 24 a?os y oriundo de Ayamonte (Huelva), y Esther Gersberg, de 23 y nacida en Montevideo. La familia de D¨ªaz Salazar se hab¨ªa mudado en 1971 a Lomas del Mirador, un suburbio de Buenos Aires, cuando ¨¦l ten¨ªa 17 a?os. Buscaban una vida mejor que la que ten¨ªan en Espa?a. ?l se emple¨® como obrero en una f¨¢brica y estudiaba en la universidad para ser aparejador. Se cas¨® con Gersberg, compa?era de trabajo, y juntos militaban en Vanguardia Comunista, grupo de ra¨ªz mao¨ªsta que admit¨ªa el uso de las armas para su defensa, aunque no para la toma del poder. Ambos fueron secuestrados en su casa, cuando estaban pint¨¢ndola para recibir al beb¨¦ que Esher llevaba en su vientre. El ni?o termin¨® naciendo muerto despu¨¦s de los golpes que recibi¨® Gersberg en El Vesubio.
All¨ª tambi¨¦n acab¨® en 1977 la soci¨®loga alemana Elisabeth K?semann, de 30 a?os. Esta hija del reconocido pastor evang¨¦lico Ernst K?semann se estableci¨® en Latinoam¨¦rica en 1968. En Buenos Aires se comprometi¨® pronto con las causas sociales y se enrol¨® en el grupo trotskista Poder Obrero. Elisabeth termin¨® abrazando la lucha armada, pero curiosamente se negaba a matar. Fue secuestrada por los militares y no se supo nada de ella durante ocho semanas hasta que el r¨¦gimen la dio por muerta en un supuesto enfrentamiento. Pero la autopsia demostr¨® que muri¨® por tiros a corta distancia en la espalda.
Querella de Alemania por los desaparecidos
El Estado alem¨¢n, que en 2001 hab¨ªa pedido la extradici¨®n del jefe de El Vesubio, el comandante Pedro Dur¨¢n S¨¢enz, por el secuestro y asesinato de Elisabeth, decidi¨® en 2007 personarse como querellante en el proceso judicial que comenz¨® ese a?o en Argentina. De este modo, la Rep¨²blica Federal de Alemania se convirti¨® en el segundo pa¨ªs que se presenta como demandante en los juicios contra la dictadura en Argentina. El primero hab¨ªa sido la Rep¨²blica de Chile, por el asesinato del general Carlos Prats y de su esposa, Sof¨ªa Cuthbert, en Buenos Aires en 1974, a manos de las fuerzas de inteligencia del dictador chileno Augusto Pinochet (1973-1990).
En El Vesubio tambi¨¦n permanecieron cautivos algunos artistas argentinos desaparecidos como el escritor Haroldo Conti, el historietista H¨¦ctor Oesterheld (creador del c¨®mic El Eternauta) y el cineasta Raymundo Gleyzer. En total, unas 2.500 personas padecieron en ese centro y la mayor¨ªa sigue desaparecida. Dur¨¢n S¨¢enz muri¨® a principios de junio, cuando esperaba en libertad el final del juicio.
Los siete condenados fueron el ex general de brigada H¨¦ctor Gamen y el ex coronel Hugo Pascarelli, ambos a cadena perpetua; y los ex agentes penitenciarios Diego Chemes (21 a?os y medio de prisi¨®n), Jos¨¦ Maidana (22 a?os y medio), Roberto Zeolitti (18 a?os), Ricardo Mart¨ªnez y Ram¨®n Erl¨¢n (ambos, a 20 a?os y seis meses). Unos 200 responsables de terrorismo de Estado han sido condenados desde que se reanudaron los juicios en 2006, tras las amnist¨ªas de 1986, 1987 y 1990, pero a¨²n est¨¢ en marcha un centenar de procesos.
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