Ortega utiliza la celebraci¨®n de la revoluci¨®n sandinista para apuntalar su candidatura
El FSLN prepar¨® una estrategia electoral en la que ordena usar los recursos del Estado para instar a los nicarag¨¹enses a votar por Ortega.- La cooperaci¨®n de Ch¨¢vez clave para mantener el modelo populista del sandinismo
La celebraci¨®n del 32 aniversario de la revoluci¨®n sandinista que derroc¨® la dictadura somocista en Nicaragua se ha convertido en un gran mitin pol¨ªtico en el que el presidente Daniel Ortega ha oficializado su candidatura a la reelecci¨®n, prohibida por la Constituci¨®n de este pa¨ªs. "Habr¨¢ Frente Sandinista para siempre", ha dicho Ortega, arropado por la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Mench¨², y enviados especiales de los gobiernos de Cuba y Venezuela, aliados del sandinista.
Ortega lanza de esta forma una controvertida candidatura apoyada por una estrategia electoral en la que el FSLN ordena usar los recursos de este pobre Estado centroamericano de cara a un triunfo electoral en las elecciones de noviembre, en las que adem¨¢s el oficialismo pretende arrasar con los esca?os en la Asamblea Nacional. En el acto Ortegaha hechosuyo el m¨ªtico pasado de la revoluci¨®n y del Frente Sandinista de Liberaci¨®n Nacional (FSLN), cuyas principales figuras ahora son cr¨ªticas del mandatario nicarag¨¹ense. Para ellos, Ortega secuestr¨® al Frente y lo convirti¨® en una organizaci¨®n pol¨ªtica familiar con ¨¦l como caudillo. Un proceso que para la excomandante de la revoluci¨®n y diputada independiente, M¨®nica Baltodano, comenz¨® a mediados de los noventa, cuando "Ortega empez¨® a trabajar con una l¨®gica de caudillismo, es decir, a fortalecer su mando dentro de las estructuras del FSLN. ?l empez¨® a hacer el an¨¢lisis de la cultura pol¨ªtica del caudillo, por primera vez se da cuenta de la importancia del control del aparato", explic¨® Baltodano.
Ese control qued¨® claro hace una semana, cuando se filtr¨® a los medios de comunicaci¨®n la estrategia electoral del Frente, preparada por la primera dama y mano derecha de Ortega, Rosario Murillo. Esta estrategia cuenta con un marcado discurso religioso, basado en pasajes b¨ªblicos y citas de las ense?anzas de Jesucristo. En ella, Murillo ordena a los miembros del Frente Sandinista a desarrollar una gran campa?a electoral enfocada en los estratos m¨¢s pobres de la poblaci¨®n nicarag¨¹ense. "Esta es la Campa?a del Bien Com¨²n. La campa?a de la multiplicaci¨®n de los panes, donde Dios obra milagros, para que el bien se establezca", se lee en uno de los documentos oficiales.
El FSLN pretende un "triunfo holgado" en las elecciones de noviembre, y el control de la Asamblea Nacional, lo que le permitir¨ªa al oficialismo dictar leyes sin contrapeso, incluida una reforma constitucional que le garantice a Ortega la permanencia en el poder. Para ello, Murillo incluy¨® en su Consejo Nacional Electoral a ministros, directores de instituciones p¨²blicas, alcaldes y concejales del FSLN, a quienes orden¨® centrarse en los logros sociales del Gobierno en su trabajo en los barrios y comunidades, llevando lo que ella llam¨® "un mensaje esperanzador" a la poblaci¨®n.
De esta manera, en las escuelas p¨²blicas del pa¨ªs se instruye a los estudiantes a asistir a plazas y calzadas de Managua para instar a la poblaci¨®n a votar por Ortega; las paredes de todas las instituciones del Estado est¨¢n tapizadas con murales que muestran a un sonriente candidato del FSLN; trabajadores de instituciones p¨²blicas asisten obligados a m¨ªtines pol¨ªticos en los que se exalta la figura de Ortega; trabajadores municipales son los encargados de entregar documentos de votaci¨®n solo a simpatizantes del FSLN; y hasta en los billetes de la Loter¨ªa de Nicaragua, conmemorativos al 32 aniversario de la revoluci¨®n sandinista, aparecen j¨®venes instando a votar en la casilla 2 del FSLN.
Adem¨¢s, el Frente Sandinista cuenta con la millonaria cooperaci¨®n petrolera de Venezuela, que entre 2007 y el primer trimestre de 2011 sum¨® m¨¢s de mil 500 millones de d¨®lares, que son usados de forma discrecional por el Gobierno. De hecho, sin esa cooperaci¨®n ser¨ªa imposible que Ortega pudiera financiar su gigantesca campa?a electoral y su gobierno de corte populista.
"Cualquier proyecto de consolidaci¨®n del r¨¦gimen requiere el apoyo econ¨®mico permanente del gobierno de (Hugo) Ch¨¢vez. Sin ese apoyo incondicional, el orteguismo no es sostenible a largo plazo y esa variable est¨¢ sumergida en la incertidumbre, no s¨®lo por la reciente enfermedad de Ch¨¢vez, sino por la tendencia al ascenso de la oposici¨®n venezolana que por primera vez concurrir¨¢ a unas elecciones (diciembre de 2012) con una posibilidad real de triunfo", escribi¨® el periodista Carlos Fernando Chamorro, una de las voces m¨¢s cr¨ªticas con el gobierno de Ortega.
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