Cuatro militares, condenados a 6.060 a?os por exterminio de civiles en Guatemala
201 campesinos, entre ellos mujeres y ni?os, fueron vejados y lanzados al pozo que surt¨ªa de agua la aldea.
Por el asesinato de 201 campesinos, pac¨ªficos pobladores de la aldea Dos Erres (Pet¨¦n, norte), cuatro militares, entre ellos dos kaibiles (tropas de ¨¦lite del ej¨¦rcito guatemalteco), fueron condenados por un tribunal de alto impacto a purgar 6.060 a?os de prisi¨®n cada uno (50 a?os de prisi¨®n efectiva).
Los condenados son Daniel Mart¨ªnez, Manuel Pop, Reyes Collin y Carlos Car¨ªas, ahora en situaci¨®n de retiro, acusados de "cr¨ªmenes de lesa humanidad".
Los hechos se remontan a diciembre de 1982, durante el r¨¦gimen de facto del general Efra¨ªn R¨ªos Montt, y la matanza est¨¢ considerada como una de las masacres m¨¢s feroces de la d¨¦cada en la que la represi¨®n militar alcanz¨® sus m¨¢s altas cotas de violencia en su combate contra la guerrilla de inspiraci¨®n marxista.
Los supervivientes cuentan que un pelot¨®n de soldados lleg¨® a la aldea. Separ¨® a las mujeres y los ni?os de los hombres. A los primeros los asesinaron despu¨¦s de torturarlos. A las mujeres y a los ni?os los encerraron en la iglesia, desde donde pod¨ªan o¨ªr los gritos de los varones, que solo cesaron con los tiros de gracia.
Posteriormente se llevaron a las mujeres, a quienes violaron con sadismo. Finalmente se llevaron a los ni?os, a quienes tambi¨¦n mataron. Como fosa com¨²n utilizaron el pozo de agua que los aldeanos hab¨ªan excavado para surtirse del l¨ªquido. Solo algunos ni?os logaron sobrevivir.
Los testimonios escuchados a lo largo del juicio permiten reconstruir parte del horror. Flavio Pinz¨®n Jerez, de 57 a?os, un antiguo kaibil narr¨®, por medio de una videoconferencia desde M¨¦xico, donde se encuentra refugiado, que Manuel Pop Sun -uno de los condenados- se llev¨® a una ni?a hasta unos matorrales en las afueras de la aldea, donde abus¨® de ella sexualmente. "Al cabo de 20 minutos regres¨® y, tras decapitarla, la lanz¨® al pozo". En sus declaraciones, el antiguo soldado revel¨® que el grupo de militares estaba integrado por "aproximadamente 40 elementos".
Seg¨²n trascendi¨®, la matanza ser¨ªa parte de la venganza de los militares, que en abril de ese a?o hab¨ªan sufrido una emboscada que cost¨® la vida a 21 soldados. Un antiguo comandante de la guerrilla, que pidi¨® omitir su nombre, dijo a EL PA?S que la acci¨®n del ej¨¦rcito los dej¨® "sumamente sorprendidos", porque siempre consideraron a los habitantes de las Dos Erres como gente conservadora, "m¨¢s propicios a favorecer al ej¨¦rcito" que al movimiento insurgente. "Nosotros evit¨¢bamos, por sistema, pasar por las inmediaciones de la aldea, porque tem¨ªamos que nos delataran", puntualiz¨® el excomandante guerrillero.
El juicio a los responsables de la matanza tuvo que esperar 28 a?os. En primer t¨¦rmino, porque hubo que esperar el fin de las dictaduras militares, en 1985, y a la firma de la paz, en diciembre de 1996, para "atreverse" a iniciar un juicio contra los militares. Tambi¨¦n contribuyeron al retraso las t¨¢cticas dilatorias de los abogados de los uniformados.
La condena cay¨® como una bomba entre los sectores m¨¢s conservadores de las fuerzas armadas, aglutinados en la Asociaci¨®n de Veteranos Militares de Guatemala (Avemilgua), quienes han advertido que no permitir¨¢n que se les juzgue como a criminales, cuando cumplieron con su deber de defender la legalidad y evitar el "triunfo del comunismo" en Guatemala.
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