Un superjefe de polic¨ªa de EE UU contra las revueltas
William Bratton, exjefe de polic¨ªa de Nueva York y de Los ?ngeles, trabajar¨¢ como asesor para pacificar las calles de Gran Breta?a
Cuando lleg¨® a la jefatura de polic¨ªa de Nueva York, en los a?os 90, se propuso "reconquistar la ciudad, manzana a manzana". Ocho a?os despu¨¦s, al ocupar el mismo puesto en Los ?ngeles, quiso convertir una ciudad cuyas calles eran escenario habitual de actos de vandalismo y criminalidad en "uno de los lugares m¨¢s seguros de Estados Unidos". William Bratton, de 64 a?os, declar¨® misi¨®n cumplida en ambas instancias. Ahora, David Cameron, primer ministro brit¨¢nico, le va a utilizar como asesor para pacificar las calles de Gran Breta?a y para evitar que el vandalismo vuelva a sumir al pa¨ªs en el caos.
En un principio, Cameron quiso que Bratton fuera jefe de Scotland Yard. Lo dijo en un discurso el pasado 20 de julio, cuando, tras la dimisi¨®n de Paul Robert Stephenson por el esc¨¢ndalo de las escuchas ilegales del diario News of the World, pidi¨® que los dirigentes brit¨¢nicos permitieran a una persona extranjera ocupar el puesto. Bratton le respondi¨®, en una entrevista al sitio web The Daily Beast: "Me interesa. Si el puesto estuviera abierto a gente que no es de Reino Unido, lo aceptar¨ªa". Resulta dif¨ªcil, sin embargo, romper la endogamia policial brit¨¢nica. Las autoridades policiales se oponen a la idea.
la reina Isabel II le nombr¨® en 2009 comandante de la Orden del Imperio Brit¨¢nico
Bratton, finalmente, tendr¨¢ la oportunidad de imponer orden como ya lo hizo en las dos principales metr¨®polis de EE UU en los pasados 20 a?os, en esta ocasi¨®n, asesorando a un primer ministro. Nacido en Boston, fue jefe de polic¨ªa de aquella ciudad brevemente, antes de ocupar el mismo puesto en Nueva York en una ¨¦poca de crimen rampante. Una de sus primeras medidas fue adquirir programas inform¨¢ticos para crear mapas del crimen de la ciudad. De ese modo, fue pacificando la ciudad, manzana a manzana, barrio a barrio.
Las detenciones aumentaron un 25%. Los ¨ªndices de criminalidad se desplomaron dram¨¢ticamente. Como contrapartida, las quejas por abusos policiales aumentaron un 50%. Bratton, en Nueva York, quiso un estilo policial m¨¢s ¨¢gil, con mayor determinaci¨®n, menos burocr¨¢tico. Cre¨® una divisi¨®n especial de 2.000 agentes que limpiaron de narcotr¨¢fico partes ahora limpias del Bronx, Queens y Brooklyn.
Esas lecciones las aplic¨® Bratton en su posterior empleo: jefe de polic¨ªa de Los ?ngeles. Aquella ciudad aun ten¨ªa abiertas las heridas provocadas por los saqueos y los disturbios raciales de 1992. Una paliza a un joven negro por parte de tres polic¨ªas, y la exoneraci¨®n de ¨¦stos en los juzgados, prendi¨® la llama de las revueltas. Murieron 53 personas. Posteriormente, la polic¨ªa angele?a se vio envuelta en un caso de corrupci¨®n contra hispanos: unos 70 agentes robaban, traficaban con drogas y abusaban de su poder en el barrio de Rampart, eminentemente latino.
Bratton fue el encargado de depurar responsabilidades, imponer transparencia y recuperar la confianza de la ciudadan¨ªa. Despidi¨® a agentes corruptos. Contrat¨® a 1.000 m¨¢s, muchos de ellos afroamericanos o hispanos. Redujo los cr¨ªmenes en un 50%. Impuso los sistemas de control tecnol¨®gico que tan exitosos fueron en Nueva York. E intensific¨® la colaboraci¨®n con otros cuerpos de polic¨ªa, algunos de ellos extranjeros.
Por ello, la reina Isabel II le nombr¨® en 2009 comandante de la Orden del Imperio Brit¨¢nico. Es un activo en su b¨²squeda de liderar Scotland Yard, pero no lo suficientemente convincente para la clase dirigente de Londres. De momento, y desde hace dos a?os, dirige la consultora de seguridad Kroll.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.