La pena de muerte en EEUU en fr¨ªas cifras
El n¨²mero de sentencias a la pena capital descienden, pero contin¨²an sobre el centenar anual
Las cifras -son optimistas- dicen que las ejecuciones en Estados Unidos han decrecido un 12% comparado con el a?o 2009 y m¨¢s del 50% desde 1999. La cantidad de nuevas sentencias es casi el mismo que en 2009, la m¨¢s baja en 34 a?os (112), seg¨²n informa el Centro de Informaci¨®n para la Pena de Muerte (DPIC, siglas en ingl¨¦s, organizaci¨®n cuyo objetivo es aportar datos a la poblaci¨®n sobre lo costosa que es la pena de muerte, sin entrar en valoraciones morales). Datos para pensar que quiz¨¢, a finales de este siglo, Estados Unidos rechace un castigo propio de dictaduras y pa¨ªses subdesarrollados.
Las cifras tambi¨¦n dicen que Estados Unidos es junto a Arabia Saud¨ª, China, Ir¨¢n y Yemen uno de los pa¨ªses que m¨¢s personas somete a la m¨¢xima pena cada a?o (en el mundo se ejecutaron legalmente el a?o pasado 527 personas, seg¨²n Amnist¨ªa Internacional, aunque los datos sobre China son esquivos y podr¨ªan superar a los miles).
Cada cierto tiempo, un caso aviva el debate -m¨¢s fuera de Estados Unidos que dentro, desgraciadamente- sobre un m¨¦todo cruel, inhumano y at¨¢vico que sigue vigente en 36 Estados de la Uni¨®n y ya ha sido abolido en 14. El ¨²ltimo en sumarse a esta tendencia fue Illinois el pasado mes de marzo. En esta ocasi¨®n, se trata de Troy Davis, cuyos abogados consideran que su juicio estuvo plagado de defectos de forma e incluso siete testigos se han retractado de lo que declararon en su momento y ya no apuntan su dedo acusador hacia el condenado en 1991 por el asesinato de un polic¨ªa.
N¨²meros hay muchos cuando se habla de pena de muerte en el pa¨ªs m¨¢s poderoso de la Tierra. N¨²meros como que solo en el Estado de Texas se han matado legalmente a 474 personas desde que la pena capital fue reinstaurada por el Tribunal Supremo de EE UU en 1976 tras dos a?os de moratoria. A Texas le sigue Virginia con 109 y Oklahoma con 96.
N¨²meros como el que dice que un 42% de las personas que esperan su turno en el corredor de la muerte son negras (a pesar de que solo suponen un 12% del total de la poblaci¨®n del pa¨ªs); un 44% son blancos; un 12% son hispanos y un 2% pertenecen a otras razas. El Estado que mayor n¨²mero de presos tiene encerrados esperando la muerte es California (607).
M¨¢s del 75% de las v¨ªctimas de asesinato cuyo caso acaba en una sentencia a muerte eran blancas, a pesar de que solo el 50% de los asesinados son de esa raza.
Y de nuevo, los datos para la esperanza. Desde 2005 no se ejecuta a j¨®venes por orden del Tribunal Supremo. Desde 2002 tampoco se acaba con la vida de aquellas personas con discapacidades o enfermedades mentales. Y en un cap¨ªtulo aparte siempre se detalla la relaci¨®n de las mujeres con la m¨¢xima pena. Desde el a?o 76 solo se ha acabado con la vida de 12 mujeres. Con fecha de abril de 2010 resid¨ªan en los corredores de la muerte 62 mujeres -el 1,9% del total de la poblaci¨®n que espera morir a manos del Estado-.
Hablando de fr¨ªas cifras, adem¨¢s de salvaje, la pena de muerte es cara. Cada ejecuci¨®n le cuesta al Estado de Carolina de Norte m¨¢s de dos millones de d¨®lares. En Texas, la cifra es muy similar y supone tres veces el coste de tener a alguien encerrado en una c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad durante 40 a?os. En Florida, mantener en pie el mortal sistema asciende a 51 millones al a?o, lo que supone que cada una de las 44 ejecuciones que ha tenido ese Estado desde 1976 ha costado 24 millones cada una. El DPIC es responsable de un estudio que en principio podr¨ªa sonar c¨ªnico. Su t¨ªtulo: "Reconsiderando la pena de muerte en tiempos de crisis".
Siguiendo con la cifras, muchos son los Estados que en estos momentos tienen la aplicaci¨®n de sus ejecuciones parada debido a que tienen cero dosis de uno de los tres f¨¢rmacos que se inyecta en las venas del condenado para acabar con su vida.
El Supremo de California tiene bloqueadas las ejecuciones debido a la escasez del anest¨¦sico que duerme al reo antes de que se le induzca un coma r¨¢pido y se le produzca una parada cardiorespiratoria que acabe con su vida. En Kentucky sucede lo mismo. En Arizona viv¨ªan la misma situaci¨®n kafkiana hasta que, seg¨²n han informado los medios de comunicaci¨®n de ese Estado, la penitenciar¨ªa importase el pentotal sodio desde el Reino Unido.
Hospira, el ¨²nico laboratorio que produce en EEUU el Pentotal -nombre comercial- asegura que no podr¨¢ proveer de nuevas dosis hasta principios de 2011 por problemas de producci¨®n que no especifica. Lo que se esconde detr¨¢s de la decisi¨®n de la compa?¨ªa es el rechazo a que un sedante con fines m¨¦dicos -se vende a las prisiones para operaciones quir¨²rgicas- sea usado para causar la muerte a alguien.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.