EE UU defiende la legalidad del ataque al dirigente de Al Qaeda
Varias ONG denuncian que ha sido una ejecuci¨®n sumaria. Anuar el Aulaki era estadounidense
Un informe secreto del Departamento de Justicia, expresamente solicitado para esta operaci¨®n, respald¨® la legalidad de la muerte el viernes de Anuar el Aulaki, a quien se consideraba uno de los principales l¨ªderes de Al Qaeda y el responsable de esa red en Yemen. Este informe puede proteger al Gobierno ante cualquier reclamaci¨®n judicial, pero dif¨ªcilmente detendr¨¢ la pol¨¦mica constitucional y de derechos humanos que esa muerte ha generado en Estados Unidos.
El contenido exacto del memorando no ha sido hecho p¨²blico, pero distintas fuentes oficiales que han hablado con medios de comunicaci¨®n norteamericanos han explicado que la legalidad de la operaci¨®n contra El Aulaki, en la que tambi¨¦n muri¨® otro ciudadano norteamericano, Samir Khan, est¨¢ sostenida en el principio de que se trat¨® de una operaci¨®n de guerra contra un combatiente que representaba un peligro inminente contra la seguridad de la poblaci¨®n de EE UU.
¡°De acuerdo a la autoridad dada por el Congreso para el uso de la fuerza militar en el conflicto armado contra Al Qaeda, as¨ª como por las leyes internacionales que reconocen el derecho a la autodefensa, es absolutamente legal que EE UU act¨²e contra l¨ªderes de alto nivel de fuerzas enemigas que est¨¢n planeando matar norteamericanos, independientemente de su nacionalidad¡±, asegura una declaraci¨®n oficial de la Administraci¨®n.
Desde ese punto de vista, matar a El Aulaki y a Khan ser¨ªa como matar a ciudadanos norteamericanos que hubieran planificado junto a los jefes militares japoneses el ataque contra Pearl Harbor.
Desde el comienzo de la lucha de EE UU contra el terrorismo han existido dudas entre los expertos sobre si eso pod¨ªa ser considerado una guerra
Dos organizaciones estadounidenses de defensa de los derechos ciudadanos, la Uni¨®n Americana de Libertades Civiles (ACLU) y el Centro de Derechos Constitucionales, consideran, no obstante, la muerte de El Aulaki ¡°una ejecuci¨®n sumaria¡± de un ciudadano contra el que no se hab¨ªan presentado cargos y quien no fue sometido a juicio alguno.
Robert Chesney, un profesor de derecho constitucional de la Universidad de Texas y una de las m¨¢s reconocidas autoridades nacionales en materia de leyes sobre seguridad nacional, considera esta operaci¨®n legal, pero admite, en declaraciones a The New York Times y The Washington Post, que de forma muy ajustada y con ¡°mucha controversia¡±.
La Quinta Enmienda de la Constituci¨®n de EE UU garantiza que nadie puede ser privado de su vida sin un leg¨ªtimo proceso judicial. Esa garant¨ªa no rige en caso de guerra, donde obviamente se admite la eliminaci¨®n del enemigo, o ante una amenaza inminente, como ser¨ªa el caso de alguien en posesi¨®n de una bomba en el medio de un aeropuerto.
Desde el comienzo de la lucha de EE UU contra el terrorismo han existido dudas entre los expertos sobre si eso pod¨ªa ser considerado una guerra, en el sentido de que no existen frentes establecidos y, por tanto, los soldados norteamericanos podr¨ªan actuar bajo los principios de la guerra en cualquier lugar del mundo en el que creyesen oportuno.
Este argumento ya fue defendido ante los tribunales por el padre de El Aulaki el a?o pasado en su intento de que su hijo fuese excluido de la lista de terroristas a los que se busca vivos o muertos. Apoyado por la ACLU, la demanda sosten¨ªa que Yemen, donde viv¨ªa El Aulaki, no es un frente de guerra y que, por tanto, deber¨ªa de ser capturado y juzgado en su pa¨ªs de nacimiento, EE UU. Los jueces no le dieron la raz¨®n.
Otro de los argumentos que ponen en duda la legalidad de esta operaci¨®n es la del peligro inminente. As¨ª como en el caso de Osama Bin Laden, aunque pudiera dudarse de que fue v¨ªctima de una acci¨®n de guerra, su peligrosidad era evidente, puesto que ¨¦l mismo hab¨ªa reconocido hechos atroces cometidos contra EE UU y se prob¨® que planificaba otros, en el caso de El Aulaki, la certeza e inminencia del peligro es m¨¢s fr¨¢gil.
EE UU solo ha podido presentar hasta ahora pruebas d¨¦biles de su conexi¨®n con el nigeriano que pretendi¨® volar un avi¨®n en Detroit en la Navidad de 2009 y de haber servido de inspiraci¨®n espiritual del militar que mat¨® a 13 de sus compa?eros en Texas ese mismo a?o. El Aulaki era claramente un predicador de la violencia, pero las evidencias de su vinculaci¨®n directa con atentados no se han dado a conocer a¨²n.
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