El poder soberano
El poder soberano es el que tiene derecho a disponer de la vida de los s¨²bditos. Es as¨ª en sus or¨ªgenes remotos y sigue siendo as¨ª en esencia en las formas m¨¢s evolucionadas de la soberan¨ªa, que rige o ven¨ªa rigiendo hasta ahora en los l¨ªmites acotados de un territorio. Siempre se ha cre¨ªdo que la superaci¨®n de las soberan¨ªas nacionales se producir¨ªa por su reabsorci¨®n desde nuevas instancias multilaterales. Este ser¨ªa el caso si llegara a existir una jurisdicci¨®n penal internacional con capacidad y mandato para actuar en cualquier rinc¨®n del planeta. El derecho a disponer de la vida de los seres humanos quedar¨ªa confiado as¨ª a una suprema instancia del derecho.
Para que tenga lugar tal tipo de operaci¨®n no basta con la voluntad de realizarlas. Muchos Estados de todos los tama?os y potencia han realizado anteriormente ¡®asesinatos selectivos¡¯, Estados Unidos entre otros, mediante la actuaci¨®n de agentes de sus servicios especiales en el extranjero. Lo que caracteriza y define las actuales transformaciones en este tipo de acciones es el uso de una tecnolog¨ªa sofisticada, como son los aviones teledirigidos, que permiten eliminar a extraordinaria distancia a cualquier v¨ªctima previamente seleccionada, sin necesidad de contacto ni siquiera visual con el objetivo.
La muerte en Yemen del dirigente de Al Qaeda Anuar el Aulaki es la acci¨®n m¨¢s espectacular y publicitada de una actuaci¨®n de amplio alcance en la que Estados Unidos est¨¢ eliminando con gran paciencia y precisi¨®n a decenas si no centenares de militantes y dirigentes de grupos que tienen declarada la guerra a Washington en puntos muy distintos del planeta, Al Qaeda entre otros, y fundamentalmente en Afganist¨¢n, Pakist¨¢n, Yemen y Somalia.
Uno de los m¨¢s graves problemas de estos avances tecnol¨®gicos en las formas de librar esta especie de guerra es el efecto de la emulaci¨®n. Alg¨²n d¨ªa Rusia o China van a intentarlo, y tambi¨¦n Corea del Norte, Ir¨¢n o Arabia Saud¨ª, pa¨ªses todos ellos que suscitan escasa confianza. Hay un pa¨ªs, como Israel, que ya est¨¢ en la vanguardia y del que se puede decir que ha marcado el camino a Washington, pues ha sido pionera en asesinatos selectivos y probablemente tambi¨¦n en el uso de los drones.
No basta o es muy poco ¨²til una visi¨®n meramente pragm¨¢tica y utilitarista de estas acciones armadas. Quienes no quieran acogerse al garantismo judicial a la hora de criticar y emitir su valoraci¨®n sobre estas ejecuciones extrajudiciales, y se sientan en cambio tentados a defender el uso leg¨ªtimo por parte de Obama de unas armas con las que se desembaraza de enemigos evidentes de su pa¨ªs y de un peligro cierto para sus conciudadanos, deben pensar precisamente en la emulaci¨®n que desencadenan estas actuaciones. Todos los pa¨ªses que se precien querr¨¢n tener acceso a esta tecnolog¨ªa, poseer su equipamiento en drones y luego ejecutar sumariamente a sus enemigos peligrosos en el extranjero, algo sumamente peligroso si adem¨¢s son pa¨ªses o poderes antidemocr¨¢ticos e iliberales quienes pueden disponer de ellas.
Los drones configuran la idea tenebrosa de un poder soberano planetario, cuyo control y escrutinio queda fuera del alcance de quienes est¨¢n sometidos o protegidos por su acci¨®n letal. Como m¨¢ximo, pueden controlarlo unas instituciones nacionales o locales que necesariamente no se preocupar¨¢n de los intereses y los derechos del conjunto de los afectados, todos los seres humanos. Basta con imaginar la construcci¨®n de un cat¨¢logo de enemigos de la paz y de la humanidad, ejecutables por una orden presidencial desde Washington, para que nos demos cuenta del laberinto legal y moral en el que nos est¨¢n metiendo o nos estamos metiendo.
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