Montebourg, el desglobalizador
Ha animado el partido socialista con un discurso antiglobalizaci¨®n Su momento no parece haber llegado a¨²n Fue portavoz de S¨¦gol¨¨ne Royal en las pasadas presidenciales
Arnaud Montebourg ha sido el gran animador de las primarias. Primero las impuls¨® dentro del partido, luego fue el primero que se declar¨® aspirante. Fue el 20 de noviembre pasado. Desde entonces, el que fuera portavoz de S¨¦gol¨¨ne Royal durante las presidenciales de 2007, abogado, diputado y presidente del consejo regional de Saone-et- Loire ha cobrado vida propia y se ha erigido en el ariete socialista contra la globalizaci¨®n. Autor del panfleto ?Votad la desglobalizaci¨®n!, publicado ahora en espa?ol por Paid¨®s e inspirado en las teor¨ªas del filipino Walden Bello, que acu?¨® el t¨¦rmino en 2002, Montebourg es la voz y el eco de los indignados y el adalid de un ¡°nuevo proteccionismo europeo, verde y moderno¡±.
Adem¨¢s de ser un tipo histri¨®nico y bien parecido, Montebourg se ha hecho famoso en Francia gracias a la campa?a, y ha ido subiendo en los sondeos hasta igualar a Royal. ?Su secreto? Insultar al sistema financiero y a los bancos, y promover iniciativas contra el librecambio y sanciones econ¨®micas contra las empresas que decidan deslocalizar sus industrias. Seg¨²n explica en conversaci¨®n telef¨®nica, ¡°Europa es la ¨²nica zona econ¨®mica del mundo que no toma medidas para protegerse de la competencia desleal de los pa¨ªses sin derechos laborales. Lo hace Brasil y Latinoam¨¦rica, lo hace Asia, lo hacen Canad¨¢ y Estados Unidos¡±, explica, ¡°los ¨²nicos ingenuos que no lo hacemos somos nosotros¡±.
Su cruzada es adem¨¢s ecologista, moralizante y radicalmente reformista. Apoy¨¢ndose en dem¨®grafos como Emmanuel Todd (que firma el prefacio del libro), y economistas como Patrick Artus y Jacques Sapir, Montebourg preconiza el advenimiento de la VI Rep¨²blica, y son conocidos sus choques con los barones y notables del partido que siguen en el poder pese a protagonizar casos de corrupci¨®n. En Marsella, por ejemplo, no lo quieren ver ni en pintura.
Montebourg es el ¨²nico candidato socialista que en 2005 dijo no al tratado europeo. Aunque niega ser un populista y presume de ser el m¨¢s izquierdista del ramillete, afirma que sus posiciones ¡°son mayoritarias en Francia como consecuencia l¨®gica de la ruina que ha supuesto el ultraliberalismo global para los trabajadores, las empresas y el medio ambiente¡±. Sobre sus rivales, ha dicho que Hollande y Aubry son pr¨¢cticamente una fotocopia, salvo por ¡°algunos desacuerdos anecd¨®ticos de naturaleza tecnocr¨¢tica¡±, y ha discutido agriamente con Manuel Valls.
Su momento, salvo sorpresa, no parece haber llegado todav¨ªa. Pero su hiperactividad ha dado energ¨ªa y transparencia a un PS anquilosado y metido durante demasiado tiempo en la concha de la pol¨ªtica elitista que escucha poco a la ciudadan¨ªa.
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