Hero¨ªna inc¨®moda de la revoluci¨®n

Fue el arma m¨¢s temible de la revoluci¨®n naranja que sacudi¨® Ucrania en 2004. Sus seguidores la admiraban entonces como a una diosa, y sus enemigos la ve¨ªan como una bruja, pero unos y otros coincid¨ªan en que sin Yulia Timoshenko, de aspecto fr¨¢gil y reflejos rel¨¢mpago, V¨ªktor Y¨²shenko y los suyos no hubieran llegado tan lejos en su pugna con el otrora presidente Leonid Kuchma y su favorito, V¨ªktor Yanuk¨®vich. Siete a?os despu¨¦s, un tribunal ha condenado a la dirigente ucrania a siete a?os de prisi¨®n por abuso de poder en la firma de un contrato de gas con Rusia.

Timoshenko procede, como Kuchma, de la ciudad industrial de Dniepropetrovsk. Lleg¨® a viceprimera ministra en 1999 en el Gobierno de Y¨²shenko. Como el magnate ruso Mija¨ªl Jodorkovski, Timoshenko se inici¨® en los negocios en los ochenta al amparo de las juventudes comunistas. Como dirigente del consorcio Sistema Energ¨¦tico ?nico de Ucrania, se dedic¨® a la compraventa de gas ruso.

Luego se benefici¨® de la llegada de Kuchma a la presidencia en 1994, cuando su protector, Pavel Lazarenko, el gobernador de Dniepropetrovsk, fue nombrado jefe del Gobierno en 1996. Cuando Lazarenko cay¨® en desgracia en 1997, Timoshenko inici¨® su propia carrera.

Como el magnate ruso Mija¨ªl Jodorkovski, Timoshenko se inici¨® en los negocios en los ochenta al amparo de las juventudes comunistas

Tras la revoluci¨®n naranja y la segunda ronda de elecciones, Timoshenko cogi¨® las riendas de la jefatura de Estado como primera ministra del Gobierno de Y¨²shenko. Pero el idilio, salpicado en varias ocasiones desde la revuelta de 2004, tuvo su primer desamor pocos meses despu¨¦s de los comicios, en septiembre de 2005. Timoshenko dej¨® entonces el Ejecutivo por discrepancias con los partidarios de su compa?ero en la revoluci¨®n naranja.

La pol¨ªtica ucrania asumi¨® de nuevo las riendas del Gobierno tras las elecciones legislativas anticipadas de septiembre de 2007 y las mantuvo hasta abril de 2010. Ese mismo a?o, Timoshenko trat¨® esta vez de alzarse hasta la presidencia en unos comicios en los que se enfrent¨® de nuevo a Yanuk¨®vich, pero que perdi¨® finalmente. Pese a las acusaciones de fraude, Timoshenko renunci¨® a recurrir el proceso ante el Tribunal Supremo.