Un joven t¨ªmido y ani?ado, convertido en s¨ªmbolo del conflicto

Con el paso del tiempo Gilad Shalit se ha convertido en una aut¨¦ntica causa nacional para Israel. Su foto de joven de pelo moreno, con aspecto t¨ªmido y ani?ado, est¨¢ presente en edificios p¨²blicos y domicilios privados, en los retrovisores de los autom¨®viles y en carteles por las calles. Los cerca de cinco a?os y medio transcurridos desde su captura, el 25 de junio de 2006, por milicianos de Ham¨¢s junto a un puesto fronterizo en Gaza han elevado al cabo, nacido en Nahariya en 1986, a la categor¨ªa de un h¨¦roe, de un s¨ªmbolo. En aquel enfrentamiento dos compa?eros tanquistas de Shalit resultaron muertos y otro fue gravemente herido.

Manifestaciones y marchas de protesta se han sucedido en Israel para pedir su liberaci¨®n y su caso se convirti¨®, poco a poco, en un term¨®metro de la situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo. Por ello, el acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Benjamin Netanyahu y los dirigentes de Ham¨¢s brinda un cierto margen al optimismo en una tierra tan castigada por la violencia.

Cuando fue capturado, Shalit llevaba apenas unos meses de servicio militar y contaba 19 a?os de edad. Descrito por sus compa?eros de instituto como un estudiante generoso y aficionado a la inform¨¢tica y los deportes, la ¨²ltima prueba de que permanec¨ªa con vida fue un v¨ªdeo facilitado por Ham¨¢s en septiembre de 2009. En aquella grabaci¨®n aparec¨ªa p¨¢lido y delgado mientras suplicaba por su vida. El secuestro de Gilad Shalit alcanz¨® tambi¨¦n mayor proyecci¨®n al tratarse de un joven que dispone de pasaporte franc¨¦s y tiene doble nacionalidad, al igual que sus padres. Se mostraba, por tanto, un entusiasta del Tour de Francia, cuyas etapas sol¨ªa seguir por televisi¨®n y fue jugador de baloncesto antes de incorporarse a filas.

Su cautiverio ha debido ser muy duro, pero tambi¨¦n ha sido devastador el efecto de la espera sobre sus padres, Noam y Aviva, que al cumplirse el cuarto aniversario de su captura se instalaron en una tienda de campa?a frente a la oficina del primer ministro israel¨ª. En paralelo a las movilizaciones que exig¨ªan la liberaci¨®n de Gilad Shalit, se han sucedido las negociaciones secretas que no lograron, sin embargo, que Ham¨¢s autorizara la visita de la Cruz Roja al joven soldado.