Guatemala intenta convertir la democracia en una realidad
El futuro presidente del pa¨ªs se enfrenta al opaco sistema de financiaci¨®n de las campa?as electorales, las m¨¢s caras de Am¨¦rica Latina, el creciente d¨¦ficit p¨²blico y niveles de violencia r¨¦cord
Han pasado 26 a?os desde que los guatemaltecos inauguraron un modelo democr¨¢tico que pon¨ªa fin a d¨¦cadas de sangrientas dictaduras militares. Todo este tiempo, sin embargo, no ha sido suficiente para el desarrollo de la democracia, reducida a la celebraci¨®n de elecciones en las que se ha respetado la voluntad popular, pero que en la pr¨¢ctica resultan accesibles solo para los partidos que tienen las arcas llenas de dinero.
Las campa?as guatemaltecas son las m¨¢s caras de Am¨¦rica Latina. La primera vuelta de las ¨²ltimas elecciones presidenciales ¡ªque gan¨® el pasado 11 de septiembre el general retirado Otto P¨¦rez Molina y se enfrentar¨¢ en una segunda ronda el 6 de noviembre contra el segundo m¨¢s votado, el abogado millonario Manuel Baldiz¨®n¡ª cost¨® 316 millones de quetzales (26,5 millones de euros). "Es el doble que M¨¦xico, casi seis veces m¨¢s que Venezuela, 32 veces m¨¢s que Brasil y casi 200 veces m¨¢s que Chile", afirma el analista Edgar Guti¨¦rrez. En Guatemala, el 80% de los ciudadanos vive en la pobreza (ingresos diarios inferiores a 1,50 euros).
Las cifras millonarias que se manejan durante el periodo electoral han dado lugar al nacimiento de un nuevo, y poderoso, grupo de poder: los financistas de campa?a, que acaban imponiendo su agenda al gobernante de turno. Edmundo Urrutia, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, los define como "un grupo con una influencia desmesurada en la toma de decisiones, toda una categor¨ªa sociopol¨ªtica". Y a?ade: "Un Gobierno puede tener otros aliados, pero son los financistas quienes tienen la mayor influencia porque son ellos, con su dinero, quienes han elevado al poder a los gobernantes de turno".
La primera vuelta de las presidenciales cost¨® 26,5 millones de euros, el doble que M¨¦xico y 32 veces m¨¢s que Brasil
Para Urrutia, la existencia de estos grupos hace que los Gobiernos lleguen al poder ¡°con una gesti¨®n ya hipotecada¡±. Lo terrible es que se cobran la inversi¨®n con obra p¨²blica. Es una buena inversi¨®n financiar partidos y candidaturas, porque se traducen en negocios ventajosos con el Estado durante la legislatura.
A esto se suma un Estado con necesidades crecientes y con un d¨¦ficit p¨²blico en aumento constante, lo que significa un desaf¨ªo de primer orden para el pr¨®ximo gobernante. ¡°Desde la firma de los acuerdos de paz de 1996, el Estado no ha sido capaz de llevar a cabo una reforma fiscal que lo provea de los recursos suficientes para cumplir con sus obligaciones constitucionales. Se ha mostrado incapaz de crear las condiciones y los acuerdos pol¨ªticos para aumentar los ingresos del Estado y hacer efectiva una reforma fiscal, entendida no solamente como una reforma tributaria, sino que cuide la calidad del gasto y la transparencia; el uso racional de los recursos o el combate a la corrupci¨®n¡±, se?ala el profesor Urrutia.
¡°La percepci¨®n¡±,? considera el profesor Edmundo Urrutia, ¡°es que el sistema est¨¢ agotado¡±
No es tarea f¨¢cil. El Estado, en manos de Gobiernos militares, fue capaz de derrotar a una guerrilla de filiaci¨®n marxista, a un coste muy elevado en t¨¦rminos de violencia. Pero ese mismo poder coercitivo no tuvo poder para imponer un sistema tributario acorde con los cambios. Los Gobiernos militares y civiles posteriores han tropezado con el problema de una tributaci¨®n insuficiente.
Pero el gran reto para el pr¨®ximo Gobierno ser¨¢ la reforma del Estado, una cuesti¨®n que dada vez m¨¢s sectores pol¨ªticos, acad¨¦micos y sociales consideran urgente. ¡°La percepci¨®n¡±, se?ala el profesor Urrutia, ¡°es que el sistema est¨¢ agotado. El pacto que dio origen a la democracia en 1985 agoniza. La gran pregunta es si el pr¨®ximo presidente y su Gobierno van a tener la sabidur¨ªa para canalizar esa demanda de cambio, para que este sea ordenado¡±.
Otro tema pendiente es la seguridad. Se trata de un tema prioritario para los ciudadanos y un reto muy complicado para Guatemala, uno del pa¨ªses m¨¢s violentos del mundo. El sistema de financiaci¨®n de los partidos ha permitido que las instituciones est¨¦n infiltradas por las mafias del crimen organizado y el narcotr¨¢fico.
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