Uruguay activ¨® la alarma preb¨¦lica con Argentina por el conflicto de las papeleras

Las declaraciones del expresidente Tabar¨¦ V¨¢zquez, recogidas por un portal uruguayo, seg¨²n las cuales manej¨® la hip¨®tesis de un conflicto armado con Argentina durante la crisis provocada por la instalaci¨®n de una planta papelera en la rivera de un r¨ªo fronterizo, en 2006, han provocado la inmediata reacci¨®n del Gobierno de Buenos Aires. El jefe del Gabinete, An¨ªbal Fern¨¢ndez, asegur¨® que nunca se tom¨® en cuenta una intervenci¨®n militar como posible opci¨®n para paralizar las obras. ¡°Nunca se plante¨® en el Gobierno del entonces presidente N¨¦stor Kirchner algo parecido¡±, afirm¨®.

Tabar¨¦ V¨¢zquez realiz¨® su sorprendente comentario durante una conferencia que pronunci¨® el martes ante un reducido grupo de estudiantes uruguayos. Asegur¨® que el enfrentamiento fue ¡°muy serio¡± y que, como presidente, se plante¨® todos los escenarios posibles, incluida la posibilidad de un conflicto b¨¦lico. Los mandos militares de su pa¨ªs le informaron sobre sus posibilidades de defensa, en caso de un ataque de la vecina Argentina. ¡°Me reun¨ª con los tres comandantes en jefe y les plante¨¦ el escenario¡±.

Tabar¨¦ V¨¢zquez asegur¨® que no dramatiz¨® la situaci¨®n, sino que existieron razones para imaginar una emergencia parecida. Record¨® que durante las primeras semanas de conflicto algunos miembros de la asamblea creada en la ciudad argentina de Gualeguaych¨², situada enfrente de la f¨¢brica, utilizaron un lenguaje muy agresivo, hasta el extremo de amenazar con colocar bombas en la planta, y que el Gobierno de Buenos Aires no ayud¨® a calmar los ¨¢nimos, sino que parec¨ªa atizarlos.

El entonces ministro de Asuntos Exteriores argentino, Rafael Bielsa, salt¨® r¨¢pidamente al ruedo para mostrar su indignaci¨®n. ¡°Es dif¨ªcil tomar a Tabar¨¦ en serio¡±, asegur¨® a un diario porte?o. ¡°Argentina nunca consider¨® un escenario b¨¦lico¡±.

Buenos Aires niega

La dureza del enfrentamiento entre los dos Gobiernos y el alto grado de violencia verbal que se alcanz¨® en algunos grupos sociales qued¨® reflejada en las informaciones de aquellos d¨ªas y explica tambi¨¦n la repentina decisi¨®n de la Cumbre Iberoamericana de solicitar la intervenci¨®n ¡°de buenos oficios¡± de la Corona espa?ola. El embajador espa?ol ante la ONU, Juan Antonio Y¨¢?ez-Barnuevo, qued¨® encargado de las gestiones, pero, en cuanto fracas¨® la primera reuni¨®n, el Gobierno espa?ol opt¨® por retirarse de la funci¨®n mediadora.

El ex presidente uruguayo confirm¨® que, tal y como informaron algunos telegramas diplom¨¢ticos desvelados por Wikileaks, lleg¨® a solicitar apoyo a Estados Unidos. Un telegrama diplom¨¢tico de 2007 firmado por el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Earl Wayne, se?alaba que la preocupaci¨®n se hab¨ªa calmado. Wayne recel¨® de la posible intervenci¨®n espa?ola por considerar que pod¨ªan estar influidos por intereses econ¨®micos, dado que una empresa espa?ola se planteaba por esas fechas instalar otra planta papelera en Uruguay.

La preocupaci¨®n uruguaya ante un posible incidente armado fue comentada en varias ocasiones con personal diplom¨¢tico norteamericano e incluso se lleg¨® a sugerir la idea de reforzar los lazos militares entre los dos pa¨ªses. Wayne recomend¨® al Departamento de Estado mantenerse alejado de la disputa.

Los contactos entre los dos Gobiernos para bajar la tensi¨®n no impidieron que cerca de mil miembros de la llamada Asamblea de Gualeguaych¨² cruzaran el puente que separa las dos orillas del r¨ªo Uruguay e intentaran llegar a la f¨¢brica. El amplio despliegue policial uruguayo impidi¨® que llegaran a Fray Bentos, pero a partir de entonces y durante casi tres a?os, ese paso fronterizo qued¨® bloqueado por los manifestantes argentinos, pese a todas las protestas de Montevideo. Solo con la llegada del nuevo presidente Jos¨¦ Pepe Mujica, que reanud¨® las conversaciones con Cristina Fern¨¢ndez de Kichner, se consigui¨® abrir la frontera.