Los socorristas turcos denuncian la falta de medios para hallar supervivientes
Los equipos de rescate han recuperado m¨¢s de 270 cad¨¢veres entre los cascotes
Silencio. El equipo de rescate intenta escuchar ruidos bajo los escombros de un edificio de cuatro plantas en el centro de Ercis, la ciudad m¨¢s afectada por el terremoto de 7,2 en la escala de Richter que el domingo golpe¨® el sudeste de Turqu¨ªa. Las excavadoras, las sirenas paran. Por un minuto la ciudad se queda muda. Ni los equipos de rescate, ni los vecinos que esperan noticias de quien todav¨ªa est¨¢ bajo los edificios se atreven a moverse. La espera sobrecoge a quien no est¨¢ habituado a trabajar entre ruinas, llantos y la m¨¢s absoluta confusi¨®n. Pero no a los habitantes de Ercis. Ahora se han convertido en improvisados rescatadores. Con sus manos trabajan codo con codo con el Ej¨¦rcito para buscar supervivientes entre los 40 edificios que han colapsado.
¡°Yo viv¨ªa en este edificio¡±, explica Ilknur Akyol, ¡°y consegu¨ª salir antes de que se derrumbara¡±. Pero otros no han tenido tanta suerte. ?zg¨¹r Monkul, de la Asociaci¨®n Turca de B¨²squeda y Rescate (AKUT) explica que desde que llegaron a la zona, a las pocas horas del temblor, han rescatado 10 cuerpos, todos ellos sin vida. ¡°Hay muchos m¨¢s entre los escombros. Las estructuras est¨¢n da?adas y todav¨ªa hay r¨¦plicas muy fuertes, por lo que todav¨ªa esperamos que se caigan alg¨²n otro edificio. A los vecinos les hemos recomendado pasar la noche al raso¡±.
Seg¨²n el centro sismol¨®gico Kandili de la Universidad del B¨®sforo de Estambul, m¨¢s de 100 r¨¦plicas han seguido al terremoto. Las advertencias no son tan f¨¢ciles de seguir. Las temperaturas en esta ciudad, cerca del lago Van, descienden bajo cero entrada la noche. ¡°Mi beb¨¦ se queda en casa de unos vecinos, es muy peque?o y fuera hace demasiado fr¨ªo¡±, explica Akyol. Como todos los habitantes de la ciudad, se queja de la falta de ayuda. Se necesitan urgentemente comida, agua, mantas... pero, sobre todo, tiendas de campa?as y estufas. Los camiones que las traen son asaltados por los habitantes que no quieren pasar otra noche a la intemperie. Los que no tienen suerte, ser ver¨¢n obligados a dormir al raso junto a una hoguera. Seg¨²n la Media Luna Roja, se han repartido 8.000 tiendas, 4.000 estufas y 25.000 mantas en la zona afectada por el se¨ªsmo. Pero en Ercis, toda ayuda parece insuficiente.
Las temperaturas en esta ciudad, cerca del lago Van, descienden bajo cero por la noche
El epicentro del temblor se localiz¨® en Tabanli, un pueblo situado a 30 kil¨®metros de Van, capital provincial y muy cercana a la frontera con Ir¨¢n. Pero tambi¨¦n se han visto afectadas las provincias de Bitlis, Batman, Diyarbakir, Mus y Hakkari, aunque en menor medida. El se¨ªsmo ha dejado un balance provisional de 279 muertos y 1.300 heridos. Las autoridades turcas tienen constancia de que al menos 366 personas se encuentran a¨²n bajo los escombros, seg¨²n informa la agencia Efe. Adem¨¢s, falta informaci¨®n sobre la situaci¨®n en los pueblos y aldeas de la monta?a, adonde los equipos apenas han comenzado a llegar.
Es el terremoto m¨¢s mort¨ªfero registrado en Turqu¨ªa desde 1999, cuando un temblor de 7 en la escala de Ritcher mat¨® a cerca de 20.000 personas en el oeste de Turqu¨ªa. Y es que el pa¨ªs, descansa sobre placas tect¨®nicas donde los terremotos son frecuentes. Sus edificios, sin embargo, no re¨²nen las caracter¨ªsticas necesarias parar aguantarlos. As¨ª lo ha reconocido el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan durante su visita a la zona: ¡°Hay casas hechas de ladrillo y barro, y han quedado destruidos¡±.
Pero no s¨®lo los edificios son precarios en Ercis. Las condiciones de trabajo tambi¨¦n lo son. ?zg¨¹r Monkul, miembro de la asociacici¨®n AKUT, asegura que las herramientas de trabajo son anticuadas. ¡°Nosotros llegamos anoche y trajimos nuestro propio material. Hasta este momento los vecinos sub¨ªan a los edificios y usaban sus manos a modo de palas, lo que ha empeorado las cosas¡±. El personal de la Media Luna Roja tambi¨¦n se queja: ¡°A los supervivientes los enviamos a los hospitales de Agri, Van, Mus y Hakkari, pero el caos en las carreteras hace que muchos no lleguen a tiempo¡±, explica una enfermera que prefiere no revelar su nombre. Entre los escombros la queja es la misma. ¡°No conseguimos llegar a tiempo hasta los supervivientes¡±, aseguran empleados de AKUT.
Los que tienen familiares bajo los escombros se resisten a abandonar la zona y acampan cerca de los edificios destruidos
La imagen del personal de rescate gritando entre los escombros y el Ej¨¦rcito intentando apartar a los vecinos de las ruinas se repet¨ªa esta tarde por todo Ercis. El p¨¢nico del domingo ha dado paso a la desesperaci¨®n. Los que no han perdido a sus seres queridos luchan por asegurar a su familia una noche bajo una tienda de la Media Luna Roja. Los que tienen familiares bajo los escombros se resisten a abandonar la zona y acampan cerca de sus edificios destruidos. ¡°Aqu¨ª est¨¢ mi casa, todav¨ªa est¨¢ en pie y no pienso abandonarla¡±, dice Belit Hocaoglu se?alando a un edificio inclinado de cinco pisos. El peque?o comercio donde Hocaoglu trabajaba, en la planta baja del inmueble, est¨¢ aplastado. Pero, milagrosamente, nadie result¨® herido.
Cae la noche, y la mujer de Hocaoglu lo espera bajo una manta en una hoguera cercana. Ella tampoco se quiere ir. Sabe quelos equipos de rescate trabajar¨¢n toda la noche. Puede que en alg¨²n momento vuelvan a pedir silencio y con ello renazca la esperanza. ¡°No creo que quede gente con vida. Pero ya no me importa¡±, dice la mujer, ¡°tan solo quiero saber¡±.
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