Ev¨¢nguelos Venizelos gira la rueda
El ministro de Finanzas se perfila como probable sucesor del primer ministro
Uno de los polic¨ªas antidisturbios que proteg¨ªan el Parlamento la noche de la moci¨®n de confianza a Yorgos Papandreu no lograba morderse la lengua. Su papel, ese viernes, era contener a cualquier manifestante de la plaza Syntagma, en el centro de Atenas, que provocase problemas. ¡°?Qu¨¦ pienso de esto? Pues nada, solo le dir¨¦ que un polic¨ªa como yo gana en Grecia 800 euros¡±, respond¨ªa el joven de 23 a?os, bajo condici¨®n de anonimato, y fingiendo estar dando una direcci¨®n a la periodista, delante de sus superiores.
El rechazo pol¨ªtico y social a Papandreu se torn¨® esta semana en una marea. Y el hombre clave en el giro de los acontecimientos se llama Ev¨¢nguelos Venizelos, el ministro de Finanzas, un profesor de Derecho reputado en Grecia, un tipo de 56 a?os, de Tesal¨®nica y ni m¨¢s ni menos que el viejo rival de Yorgos Papandreu en el liderazgo del socialista Pasok.
Ahora, de una manera muy diferente a como ¨¦l proyectara, puede convertirse en primer ministro de una renqueante Grecia. ¡°Pero ¨¦l nunca lo quiso as¨ª, heredar esto es un problema, no ha habido una carrera de ambici¨®n en todo esto¡±, dice a este diario una fuente cercana al Pasok.
Ambos regresaron juntos el mi¨¦rcoles, en un Falcon, de una dur¨ªsima cumbre del G-20 en Cannes, donde la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, les hab¨ªan ense?ado los dientes e incluso la puerta de salida por la consulta a la que Papandreu quer¨ªa someter el rescate financiero.
El no habr¨ªa llevado a Grecia a la quiebra y puesto en peligro a toda la zona euro. Y, al aterrizar en Atenas, lo hizo. Venizelos redact¨® un comunicado de madrugada y por la ma?ana se declar¨® p¨²blicamente en contra de la decisi¨®n de su jefe y la mayor parte del Gobierno le sigui¨®.
El ministro de Finanzas convenci¨® a Yorgos Papandreu de que abandonase las armas, de que diera marcha atr¨¢s en la consulta y formase un Gobierno de unidad nacional. A cambio, le apoyar¨ªan en la moci¨®n de censura y le dar¨ªan una salida digna.
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