La ONU advierte de que Ir¨¢n est¨¢ a punto de conseguir la bomba at¨®mica
Corea del Norte y Pakist¨¢n ha ayudado a Teher¨¢n a desarrollar la tecnolog¨ªa necesaria para desarrollar el arma.
Un informe de la ONU que asegura que Ir¨¢n est¨¢ a punto de desarrollar una bomba at¨®mica va a aportar esta semana nuevos argumentos para el agravamiento de un conflicto que puede derivar hacia acciones militares. Los nuevos datos corroborar¨¢n, probablemente, los progresos realizados por el r¨¦gimen isl¨¢mico, pero no ser¨¢n concluyentes respecto a la localizaci¨®n o el estado exacto en el que se encuentra el programa nuclear iran¨ª.
Varios peri¨®dicos de Estados Unidos anticipaban ayer que el informe del Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica (OIEA), que podr¨ªa ser hecho p¨²blico hoy mismo, dar¨¢ cuenta de que t¨¦cnicos de Corea del Norte y Pakist¨¢n han ayudado a los especialistas iran¨ªes a desarrollar los materiales, entre ellos los explosivos espec¨ªficos, que se requieren para fabricar un arma at¨®mica.
Los expertos que han inspeccionado en los ¨²ltimos meses el programa iran¨ª consideran, seg¨²n esas informaciones, que ese pa¨ªs ha hecho avances en una l¨ªnea que no apunta hacia el uso exclusivo de la energ¨ªa nuclear para usos pac¨ªficos, sino hacia su aplicaci¨®n tambi¨¦n para fines militares.
Los inspectores, sin embargo, no han dispuesto del acceso necesario a las instalaciones iran¨ªes como para certificar con datos precisos sus opiniones, por lo que el informe estar¨¢ esencialmente basado en deducciones y en suposiciones l¨®gicas de una determinada manera de actuar de parte de las autoridades iran¨ªes.
Este informe podr¨ªa, por tanto, situar a el OIEA, la instituci¨®n internacional m¨¢s respetada en materia de proliferaci¨®n nuclear, en el centro de una pol¨¦mica similar a la ocurrida antes de la invasi¨®n norteamericana de Irak. En aquella ocasi¨®n, la agencia de la ONU no confirm¨® las sospechas de EE UU sobre la existencia de armas de destrucci¨®n masiva, pero tampoco dispuso del acceso requerido a las instalaciones iraqu¨ªes.
El documento que ahora har¨¢ p¨²blico el OIEA podr¨ªa ratificar, en toco caso, que Ir¨¢n, cuando menos, no ha paralizado su programa nuclear y no ha ofrecido pruebas claras de que su fin es estrictamente civil. Eso puede situar de nuevo a la comunidad internacional ante el reto de c¨®mo responder adecuadamente.
El Gobierno israel¨ª ha ofrecido ya s¨ªntomas claros de su creciente preocupaci¨®n por esta situaci¨®n y podr¨ªa encontrar ahora nuevas razones para actuar militarmente contra Ir¨¢n. En EE UU, en cambio, se cree que, pese al avance realizado por los t¨¦cnicos iran¨ªes, a¨²n hay tiempo de evitar por v¨ªas pac¨ªficas que el r¨¦gimen isl¨¢mico llegue a poseer la bomba at¨®mica.
Nuevas sanciones
Eso significa que la Administraci¨®n de Barack Obama tratar¨¢ otra vez de movilizar a los pa¨ªses m¨¢s afectados para la aplicaci¨®n de nuevas sanciones contra Ir¨¢n. La valoraci¨®n de Washington es que las sanciones que se han impuesto en el pasado han surtido efecto, y que, si el programa nuclear no est¨¢ m¨¢s avanzado a¨²n, es precisamente gracias a esas sanciones. Pero, al mismo tiempo, estima que ahora es preciso apretar m¨¢s econ¨®micamente al r¨¦gimen iran¨ª para obligarle a una mayor transparencia sobre sus intenciones.
El informe del OIEA deber¨ªa de ser, seg¨²n la expectativa norteamericana, el mejor argumento para convencer a Rusia y China de que respalden con su voto en el Consejo de Seguridad de la ONU nuevas iniciativas contra Ir¨¢n. Esos dos pa¨ªses, que tienen importantes lazos econ¨®micos con Ir¨¢n, se oponen a cualquier acci¨®n militar, pero tambi¨¦n observan con preocupaci¨®n el hecho de que el r¨¦gimen isl¨¢mico llegue a tener armas nucleares.
En cuanto a EE UU, la crisis iran¨ª podr¨ªa presentarse como un elemento sorpresa y de consecuencias imprevistas en una campa?a electoral sin un resultado claro. Para Obama, que cuenta con la pol¨ªtica exterior como uno de los puntos fuertes para su reelecci¨®n, un conflicto, a¨²n diplom¨¢tico, con Ir¨¢n servir¨ªa para recalcar la necesidad de alguien fiable en la Casa Blanca. Pero, al mismo tiempo, una escalada de la tensi¨®n con Ir¨¢n podr¨ªa llegar a poner en peligro la doctrina Obama de contenci¨®n y responsabilidad compartida.
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