El expresidente socialista Soares llama a la protesta

M¨¢rio Soares, que lo ha sido todo en la vida pol¨ªtica portuguesa, sigue muy activo a sus 86 a?os. A finales de mes llegar¨¢ a las tiendas su ¨²ltimo libro, un ensayo autobiogr¨¢fico pol¨ªtico; acaba de regresar de Par¨ªs y firma en cabeza un manifiesto explosivo que calde¨® el ambiente pol¨ªtico lisboeta la v¨ªspera de la segunda huelga general celebrada en Portugal en lo que va de a?o. El escrito, titulado Cambio de rumbo, es un ataque de frente a la l¨ªnea "neoliberal" que, seg¨²n Soares, lleva a cabo Europa para tratar de salir de la crisis que la embarranca cada vez m¨¢s. Tambi¨¦n animaba a la gente a salir ayer a la calle para protestar contra las medidas de austeridad impuestas por el Gobierno portugu¨¦s y, de paso, defender la democracia del acoso de los mercados.

El ex primer ministro, expresidente de la Rep¨²blica y referente de la izquierda portuguesa y europea desde hace m¨¢s de 40 a?os, asegura que "no se puede asistir imp¨¢vido a la anarqu¨ªa financiera internacional y al desmantelamiento de los Estados que colocan en riesgo la supervivencia de la Uni¨®n Europea".

Una de sus frases preferidas estos d¨ªas en que ha sido solicitado por los medios de comunicaci¨®n portugueses es simple: "Los Estados no pueden dejarse dominar por los mercados. Porque son especulativos".

El manifiesto a?ade: "En un momento tan grave como este, es decisivo promover la reconciliaci¨®n de los ciudadanos con la pol¨ªtica". M¨¢s adelante, los autores del escrito, la mayor¨ªa pol¨ªticos portugueses de izquierda, escriben que "los oscuros juegos del capital pueden hacer desaparecer la propia democracia (...) La destrucci¨®n y el caos que los mercados han producido en estos tiempos son inquietantes". Soares y los otros firmantes ejemplifican este peligro en Italia y Grecia y sus recientes Gobiernos tecnocr¨¢ticos.

"No podemos saludar democr¨¢ticamente la denominada primavera ¨¢rabe y temer a nuestras calles y plazas", agregan. A modo de colof¨®n los firmantes del manifiesto sostienen que las pol¨ªticas de austeridad aplicadas en este momento "a?aden desempleo, recesi¨®n y ahogan la recuperaci¨®n de la econom¨ªa".

La publicaci¨®n del texto en fecha tan cuidadamente escogida ha acarreado un peque?o terremoto pol¨ªtico a derecha e izquierda en Portugal. No en vano Soares es una figura hist¨®rica y pol¨ªtica muy respetada en el pa¨ªs.

El primer ministro, Pedro Passos Coelho, paradigma de la austeridad financiera (aunque se encarga siempre de recordar que la deuda portuguesa la hered¨® de su antecesor en el cargo, el socialista Jos¨¦ S¨®crates), sali¨® al paso de las palabras de Soares. Y, no sin malicia, evoc¨® los tiempos en que el primer ministro M¨¢rio Soares tambi¨¦n pidi¨®, en agosto de 1983, ayuda al FMI, que le otorg¨® un cr¨¦dito de 400 millones de d¨®lares con el fin de reanimar el estado comatoso de la econom¨ªa del Portugal de entonces. "?l sabe lo dif¨ªciles que son de aplicar algunas medidas de austeridad", a?adi¨® Passos Coelho.

Tambi¨¦n se acus¨® a Soares de torpedear al propio Partido Socialista portugu¨¦s, liderado por Ant¨®nio Jos¨¦ Seguro, y al que, seg¨²n estos ex¨¦getas, criticaba impl¨ªcitamente por su tibieza. El expresidente portugu¨¦s, que se entrevist¨® con Seguro el mi¨¦rcoles, sali¨® ayer al paso de estas interpretaciones malignas y asegur¨® que el socialismo portugu¨¦s "est¨¢ en forma".

De forma simb¨®lica, las dos manifestaciones que ayer recorrieron el centro de Lisboa confluyeron ayer en el mismo lugar: frente al Parlamento portugu¨¦s. Al lado, en la Rua S?o Bento, en una hermosa esquina de Lisboa, se encuentra la Fundaci¨®n M¨¢rio Soares y en la primera planta, su despacho. A las seis de la tarde, miles de indignados y trabajadores corearon all¨ª lemas muy coincidentes con las frases del manifiesto del veterano pol¨ªtico socialista. Una joven, de unos 20 a?os, mientras ve¨ªa a sus compa?eros gritar frente a las escalinatas de la Asamblea portuguesa festoneadas de polic¨ªas, enarbol¨® una pancarta con la que quiso resumir el contenido de la manifestaci¨®n y del d¨ªa de protesta portugu¨¦s: "no me recortes el futuro".