"Es un error valorar a Rousseff por la ca¨ªda de sus ministros"
Para el hist¨®rico dirigente del Partido de los Trabajadores de Brasil, los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n reforzar¨¢n a la presidenta
Para el hist¨®rico dirigente del Partido de los Trabajadores del Brasil (PT), Jos¨¦ Dirceu (Passa-Quattro, Minas Gerais, 1946) los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que est¨¢n afectando a varios ministros de la presidenta Dilma Rousseff no s¨®lo no da?ar¨¢n la imagen de Brasil sino que reforzar¨¢n a la mandataria. ?l mismo tuvo que dimitir como jefe de la Casa Civil del presidente Lula en 2005 en otra tormenta de acusaciones similar y eso no impidi¨® ni la reelecci¨®n de Lula de 2006 ni que se retirara siendo el presidente m¨¢s popular de la historia de Brasil.
Pregunta. El primer a?o de la Administraci¨®n Rousseff est¨¢ marcado por la ca¨ªda de ministros.
Respuesta. La ca¨ªda de ministros no significa que haya corrupci¨®n de la presidenta o del PT. Ni siquiera que los ministros que han salido sean corruptos, sino que hay denuncias de irregularidades en los ministerios. Antes de Lula no hab¨ªa control de cuentas y la Polic¨ªa Federal jam¨¢s combati¨® la corrupci¨®n. Y ahora va la oposici¨®n y dice que Lula mont¨® un sistema de corrupci¨®n. La justicia tiene que probar las acusaciones. Lo que sucede hoy en Brasil es que la prensa hace la denuncia, la investigaci¨®n, juzga y condena. Muchos de los ministros se fueron porque sus familias no soportaron esta presi¨®n.
P. Pero ya han dimitido seis ministros en apenas cinco meses.
R.Tenemos una mayor¨ªa s¨®lida en el Congreso y en el Senado. Y la presidenta tiene un alto porcentaje de aprobaci¨®n. Y Lula ni le cuento. Se retir¨® con un 85% de la aprobaci¨®n. Ahora andar¨ªa por el 95%. Es un mito. ?Cu¨¢l es el problema en Brasil entonces? Es la financiaci¨®n de las elecciones. Cada candidatura es una campa?a diferente porque la elecci¨®n es uninominal. Cada candidato compite tambi¨¦n con los de su partido. Y la financiaci¨®n es privada y viene de las empresas. Hay que reformar el sistema.
P. ?Y Rousseff podr¨¢ hacerlo?
R. No. Dilma no puede. El PT quiere y ha hecho campa?a por ello. Estamos dispuestos a aceptar una doble v¨ªa de financiaci¨®n de las campa?as p¨²blica y privada. Para los brasile?os el PT es el partido que ha levantado la bandera contra la corrupci¨®n y eso ya es una victoria. Eso no significa que no exista la corrupci¨®n y no haya que combatirla, por ejemplo en el caso de los nombramientos directos de cargos p¨²blicos. El PT vot¨® contra cuando se redact¨® la Constituci¨®n. Las acusaciones contra el PT son una jugada pol¨ªtica. Dilma se ha visto obligada, contra su voluntad a prescindir de sus ministros.
P. ?Puede verse arrastrada la presidenta por estos esc¨¢ndalos?
R. No. Invito a su peri¨®dico a que haga una encuesta en Brasil. Los brasile?os aprueban la gesti¨®n de la presidenta. Primero porque Brasil ha superado de largo la crisis. S¨®lo este a?o ha creado 2,5 millones de puestos de trabajo con un crecimiento al 3%. La presidenta ha cuidado de la educaci¨®n, baj¨® los impuestos para exportaciones. Cre¨® la segunda fase del programa Mi casa, mi vida, se contruyen un mill¨®n de viviendas populares al a?o¡ Yo creo que es un error valorar el Gobierno de Dilma por la ca¨ªda de ministros. El pueblo no lo hace. Hay mucha lucha pol¨ªtica. ?Por qu¨¦ no se hace lo mismo donde gobierna la oposici¨®n, por ejemplo en S?o Paulo donde hay grandes esc¨¢ndalos de corrupci¨®n?
P. Brasil ha pasado de promesa a potencia, pero una potencia ya no es un pa¨ªs tan simp¨¢tico. ?Sabe Brasil lidiar con eso?
R. Si. La creaci¨®n de UNASUR fue el camino pol¨ªtico que Lula escogi¨® para dialogar y relacionarse con los dem¨¢s pa¨ªses latinoamericanos. Hay dos movimientos: el liderazgo de Brasil para unir a Am¨¦rica del Sur y el que la voz de Brasil y la de Latinoam¨¦rica se escuche en el mundo. Uno de ellos es MERCOSUR como proyecto econ¨®mico y el otro UNASUR como proyecto pol¨ªtico. Pero no se puede liderar Am¨¦rica del Sur sin hacer concesiones.
P. ?C¨®mo cu¨¢les?
R. Por ejemplo cuando Lula tuvo que negociar en 2006 la nacionalizaci¨®n del gas boliviano. O cuando Lula hace concesiones para que Argentina y Brasil tengan una pol¨ªtica industrial com¨²n. Hay se?ales claras de que Brasil estar¨¢ a la altura del desaf¨ªo.
P. Lula ya no es el presidente...
R. Bueno, est¨¢ Dilma. Pero sigue el proyecto pol¨ªtico del PT que es un proyecto de Lula. En definitiva Lula es nuestro l¨ªder ?no? La presidenta es Dilma, pero Lula es nuestro l¨ªder. Nosotros no somos un partido de Gobierno, sino que tenemos un proyecto de desarrollo para Brasil en el que el pa¨ªs cree. El pueblo ocup¨® su papel en Brasil y Brasil ocup¨® su lugar en el mundo.
P. A pesar de ese proyecto integrador hay campeonatos que Brasil juega solo. Por ejemplo, cuando forma bloque con China, Rusia e India.
R. La vida es as¨ª. No nos podemos contentar con proyectos como, por ejemplo el Alba. Son din¨¢micas distintas. Bolivia o Ecuador pasaron por revoluciones populares de recuperaci¨®n de los recursos naturales, por refundaciones constitucionales. Brasil recuper¨® los recursos naturales en 1954 Son papeles diferentes, ya sea en los BRICS, en el G-20 o en UNASUR. Lo importante es que cuando Brasil act¨²a en el G-20 no lo hace en contra de los intereses Am¨¦rica del Sur.
P. A¨²n as¨ª se ha empezado a escuchar desde hace unos a?os una expresi¨®n: imperialismo brasile?o.
R. No. Eso no existe. Hay muchas inversiones sudamericanas en Brasil. Y el camino es ¨¦se. Hay que mirar los datos y no dejarse arrastrar por las consignas.
P. Una de las principales decisiones de la presidenta Rousseff en pol¨ªtica internacional ha sido dar marcha atr¨¢s en la aproximaci¨®n de Lula respecto a Ir¨¢n.
R. No. Le garantizo que para Dilma es importante lo mismo que para nuestra generaci¨®n: el respeto a los derechos humanos. Teneos relaciones con los Estados y eso no significa que concordemos con su sistema pol¨ªtico, pero no podemos dictar el sistema de cada pa¨ªs. Otra cosa es la cuesti¨®n nuclear. Hay mucha hipocres¨ªa. Mientras nos e pruebe que Ir¨¢n est¨¢ produciendo armas nucleares no se le puede impedir desarrollar tecnolog¨ªa.
P. Pues hay un informe del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica que apunta precisamente por ah¨ª.
R. No, no dice eso. La OIEA no tiene seguridad, sino que lo deduce. Lo que los brasile?os no podemos aceptar es que los pa¨ªses no puedan tener acceso a la tecnolog¨ªa nuclear. Nuestra pol¨ªtica exterior es de Estado y no de Gobierno. No jugamos con los intereses nacionales. Lula sigui¨® siempre los intereses de Brasil y puso a Brasil en el lugar que le corresponde en el mundo.
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